𝐀𝐕𝐀𝐃𝐀 𝐊𝐄𝐃𝐀𝐕𝐑𝐀 |𝐒𝐚𝐠𝐚 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫|

24 ²

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Dejaba que sus fosas nasales respiraran aquel aire que venía de la ventana de la habitación. Tomo esa soledad para escribir unas cuantas cartas a pesar que la mayoría de seguro estaban enterados sobre su aparición, la primera fue para Oliver dónde expreso sus disculpas y los motivos, luego a la familia Weasley quien también se disculpó con ellos pero les menciono lo mucho que los apreciaba y ansiaba por volver a verlos. Luego fue a su tío, decidió contarle lo vivido y lo apenada que estaba por no haber llegado aquel momento para conocerse en persona pero le dijo que estaba bien y que creía que pronto podrían verse si claramente él seguía dispuesto.

— Lamento haberte dejado sola Rubí, espero Rak haya cuidado bien de tí — Dijo acariciando a su lechuza —. Ten una es para Oliver, la otra para los Weasley y esta para Alfie.

Vio con atención como su ave volaba y en ese momento como Thomas regresaba a casa dándose cuenta que Rubí se había marchado, Samantha sonrió un poco y volvió a recostarse en esa cama mientras que Raksha se acercaba a ella pidiendo caricias. Ante esa tranquilidad la llevo a unos recuerdos, los pocos recuerdos que tenía junto a sus padres dónde era tan solo una niña y su inocencia la llevaba a que nada malo le iba a suceder ni a ella ni a sus padres pero estaba realmente equivocada.
Fue una noche de primavera cuando el señor tenebroso fue por ella pero su madre se interpuso en su camino, la niña, en ese momento, veía las luciérnagas que poco a poco iban llegando pero esa luz que ellas otorgaban se fue apagando dando aviso que las tinieblas estaban allí. Fue cuestión de segundos cuando sintió que alguien la empujaba y que otra voz trataba de maldecirla antes de matarla, su padre logro sacarla de allí antes que Voldemort la atacara nuevamente.
Y por último fue su padre, ya estaba depresivo ante la muerte de su esposa por esa razón a penas la muerte lo encontró no se resistió a ella simplemente se dejó llevar.

— Gryffin corrió la voz, ahora todos saben que estás bien y en casa, quieren verte pero les dije que te llevaré cuando estés mejor — Dijo Thomas en el marco de la puerta sacándola de sus pensamientos.

— En verdad gracias por todo — Dijo Samantha —. Se que fue egoísta lo que hice pero... — Sus palabras se detuvieron cuando la risa de Voldemort se escuchó en su cabeza haciéndola estremecer.

— Sam, se que eres fuerte y no podrá contigo — Dijo Thomas acercándose a ella para que lo viese a los ojos —. Pero es momento que permanezcas protegida, de esa manera será difícil que intente hacerte algo.

— No quiero, no quiero que nada les pase — Dijo con los ojos cristalizados —. Los quiero como mi propia familia a pesar que no tengamos la misma sangre o apellido, pero no merecen entrar en una tormenta que no tiene escapatoria solo por mí.

— Lamento decirte esto pero ya estamos allí contigo, ninguno de nosotros, inclusive los Weasley, Granger y por supuesto Wood te dejaremos sola en esto — Dijo Thomas —. Tu estás para Harry al igual que nosotros, pero también para tí y para cualquiera que necesite de nuestra ayuda.

Al abrazarlo sonrió con amplitud sentía aquel calor paternal y sobre todo tenía algo especial que la hacía recordar a Gryffin por eso no se sentía sola para nada, sabía que su amiga estaba allí acompañandola a pesar de la distancia. El hombre dejo que siguiera descansando mientras que él continuaba con los papeles de sus negocios.

[...]

Crystal junto a Finn decidieron distraerla llevándola al jardín de la mansión para que tomara aire fresco. El muchacho estaba entretenido jugando con Raksha, la criatura siempre jugaba con Salem pero el felino se encontraba con su dueña en Hogwarts, y ahora cómo uno de los Rosier estaba dispuesto a jugar con él no dudo en disfrutar ese momento.

— Deberías crecer más, sería entretenido — Dijo Finn en tono desafío.

Y fue así como Raksha lo tomo transformándose en un tigre de tamaño normal provocando que Crystal riera ante la expresión de su primo que era todo un poema.

— Definitivamente será entretenido — Dijo la chica viendo como la criatura iba detrás de Finn y este corría algo asustado —. Corre larcho!! corre!!

En ese momento y por las risas se hizo presente Hydrus quien le dio curiosidad que estaban haciendo, al acercarse a ellas viendo como su otro primo corría siendo perseguido por el tigre vio a Samantha con una ceja elevada.

— Actúa de la misma manera que tú al escuchar a alguien hablar Parsel? — Pregunto Hydrus con la intención de molestar a la rubia, Crystal lo fulminó con la mirada advirtiéndole que se callara.

Pero Samantha no respondió solo veía a su mascota con tranquilidad, no estaba de humor como para responder y seguir aquel juego del muchacho.

— Sabes es de mala educación no responder, Butler...— Ella lo interrumpió.

— Está bien Hydrus — Dijo con tranquilidad acercándose a Raksha quien dejó de correr para ir con ella.

Hydrus quedó confuso ante esa reacción siempre lograba que Samantha le respondiera, ese era su método de diversión con ella pero está vez no hubo respuestas simplemente no tuvo las intenciones de seguir con ello.
La chica se arrodilló quedando algo pequeña al lado de Raksha quien gruñó con comodidad cuando recibió las caricias de su dueña. Crystal lo vio con molestia mientras negaba con su cabeza e iba con su amiga y primo que le daban toda la atención a esa criatura, Black frunció el ceño ante esa sorpresiva reacción pero decidió volver a dentro claro sin dejar de ver a los otros tres, era la primera vez que creía que la rubia no estaba bien.

— No le hagas caso a...— Samantha sonrió un poco y negó.

— Tranquila, estoy bien en serio.

Finn se molestó con su primo al saber lo que intento hacer ignorando por completo la vulnerabilidad de la chica, intento ir por él pero a pedido de Samantha permaneció allí. Lo que menos quería es que la familia tuviese algún conflicto por su culpa, ya era demasiado que la estuviesen cuidando por eso trataba de no ser una carga en ellos hasta que pudiese mejorar y regresar nuevamente a la casa.