𝐀𝐕𝐀𝐃𝐀 𝐊𝐄𝐃𝐀𝐕𝐑𝐀 |𝐒𝐚𝐠𝐚 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫|

55

🍂

A la mañana siguiente Samantha se encargó de ver el profeta para no encontrarse allí incluso reviso el del día anterior y la nota había sido quitada como Thomas Rosier lo ordeno.

— Es una arpía se lo merece — Dijo Angelina leyendo las últimas noticias.

La pelinegra sonrió con cierto alivio y cerro sus ojos para descansar al saber que no tendría que soportar más mentiras por parte de Rita Skeeter.

— Con Jordan iremos a la campo de Quidditch, vienes? — Pregunto la chica a lo que ella negó.

Quiso permanecer en aquel sofá que le otorgaba una agradable sensación de descanso para su cuerpo y más aún al no tener mucho ruido a su alrededor, solo habían unos pocos estudiantes pero se encontraban leyendo libros o jugando al ajedrez mágico. En un momento escucho un pequeño “pss” y al abrir sus ojos vio a su tía quien se notaba con mucha alegría.

— Tía, donde estabas?

— Tenía que ir al ministerio y bueno también tuvo tiempo de hablar con alguien — Dijo la mujer con una sonrisa de oreja a oreja —. Abrigate que irás a Hogsmeade.

Samantha quedó algo confusa pero su tía fue insistente por esa razón no tuvo más remedio que ir por su abrigo y gorro e ir a Hogsmeade como Julia se lo había ordenado. En el pasillo se encontraron con Rita Skeeter quien discutía con dos de los hermanos Rosier.

— Dejaste una bomba en mi casa? — preguntó Skeeter con rabia y preocupación —. Porque publique eso sobre una niña que ni siquiera conoces.

— Sam es de mi círculo de protección — Dijo Thomas con tranquilidad —. Y no, para nada, sólo deje una vela, una linda y explosiva vela.

— Cuál es tu problema, Rosier? — La rubia estaba asombrada por los dichos del hombre y molesta.

— Mi único problema es que quiero solucionar todo matando gente — Lanzó al cigarro que estaba en su boca —. Como a rubias entrometidas que difaman a una niña inocente.

Arthur soltó una leve risilla que provocó aún más la molestia de Skeeter pero la mujer debió contener toda su rabia y evitar soltar unas cuantas verdades a ese hombre para no generar más caos. Vio no solo con desagrado a los dos hermanos sino también a Samantha quien la vio de igual manera.

— La pequeña Sam — Dijo Arthur Rosier mientras abrazaba por los hombros a la pelinegra.

Julia se dio el atrevimiento de agradecer lo que estaban haciendo por su sobrina y más aún cuando ella no estaba presente, la familia Rosier ya la había acogido como una más y no permitirían que se metieran con ella.
En ese momento la chica recordó que debía ir a Hogsmeade a ver la “sorpresa” que se encontraba en ese lugar.

— Que hay en Hogsmeade? — Pregunto Thomas un tanto interesado.

— Nada del que debas preocuparte — Dijo Julia —. Anda ve.

Samantha se despidió de los tres adultos y con pasos algo apresurados fue a Hogsmeade, la curiosidad le estaba ganando por completo ya quería saber cuál era la sorpresa que se encontraba en aquel lugar.
Al llegar allí trato de encontrar un indicio que la pudiese guiar pero no había nada, bueno hasta unos segundos cuando alguien cubrió sus ojos haciéndola creer que eran sus amigos allí.

— Me dirán cuál es la sorpresa....— Al voltear quedó sorprendida.

Sus ojos se cristalizaran de inmediato y creía que su corazón saldría de su pecho de lo rápido que palpitaba. Ni siquiera podía moverse pero fue él quien la cubrió con sus brazos dejando que ese calor tan familiar y especial los abrazara a los dos por completo.

— Sami...— Dijo Oliver con la voz algo temblorosa.

Samantha rogaba para que no fuese un sueño, tenerlo allí después de un largo tiempo y de una mentira que los hizo distanciar la destrozaria por completo ver que no era real.

— Esto es real? — Pregunto con cierto temor.

Oliver sonrió mientras asentía y volvía a sumergirse en esos ojos que tanto lo hipnotizaban, ya no podía más debía besarla y al parecer tuvieron el mismo deseo ya que Samantha tomo su rostro para atraerlo hacia ella y así unirse en un beso apasionado donde se olvidaban del resto, de todos los problemas que tal vez estaban circulando en sus vidas.

— Te he extrañado demasiado — Dijo Samantha cuando debieron separarse.

Oliver acaricio su rostro con delicadeza mientras que expresaba con sinceridad su perdón por haberla ignorado en ese tiempo, al ver ese artículo muy unida con Diggory le dolió en tan solo pensar que alguien más estaba ocupando aquel lugar que alguna vez él ocupo en su corazón. Pero Samantha le dejo en claro que solo lo quería a él y que estaba desesperada al no tener noticias, también porque no tenía forma en como decir su verdad.

— Fui un tonto...— Samantha sonrió con ternura.

— Lo eres, solo un poco pero así te quiero — Ambos sonrieron y él volvió a besarla antes de ir a las tres escobas.

En aquel lugar descansaron y hablaron sobre el torneo mientras bebían unas cervezas de mantequillas. Oliver estaba orgulloso de ella por lo lejos que había llegado, claro sin quitar que la preocupación también lo acompañaba.

— Pero tú más que nadie sabe el porqué hago esto — Wood soltó un leve suspiro y asintió mientras tomaba las manos de su chica.

— Así es y eso me preocupa, pero lo único que me consuela es que mañana será la última prueba y no tendremos que saber más de él — Dijo el muchacho haciendo sonreír a Samantha —. Y se que serás la campeona.

La chica le agradeció su apoyo y se alegro el saber que asistiría a la última prueba para apoyarla.

[...]

Tenía pensado dormir temprano ya que mañana sería la última prueba y a pesar que su objetivo no era ganar lo intentaría si esa posibilidad estaba en sus manos sino solamente trataría de acabar con la prueba.
Pero en su camino encontró al ministro de magia, Igor Karkaroff, Ojoloco Moody, Dumbledore y entre ellos Harry quien se notaba perdido pero preocupado al mismo tiempo.

— En primer lugar el cáliz entrego su nombre no el de Butler — Dijo Igor.

— No le recomiendo que se acerque a ellos, señorita Butler, a menos que desee oír una mala noticia — Dijo Snape a lo que Samantha quedó confusa.

Los hombres parecían discutir sin importar que Harry estuviese allí pero no quedo solo hasta que Samantha escucho lo que más temía en aquella competencia.

— Por pedido del ministerio he tomado la decisión que Harry Potter, como el cuarto y oficial campeón seleccionado para el torneo de los tres magos compita en la última prueba — Dijo el ministro ya decidido.

Samantha al igual que Harry se sorprendieron y se pusieron pálidos al oír la decisión del ministerio. La chica no dudo en confrontar al hombre para defender al muchacho por esa razón Dumbledore debió interceder para calmar los ambientes.

— Sería injusto que solo Potter compita cuando Samantha fue quien hizo todo el esfuerzo hasta llegar al final — Dijo Snape.

— Que sugieres Snape? — Igor lo fulminó con la mirada.

A pesar que Snape sostenía que solo Butler debía competir, el ministro no estaba de acuerdo hasta que la chica menciono que Potter compitiera pero si era con ella.