𝐀𝐕𝐀𝐃𝐀 𝐊𝐄𝐃𝐀𝐕𝐑𝐀 |𝐒𝐚𝐠𝐚 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫|

15 ²

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Al ponerse de pie algunos comenzaron a oír voces que eran difícil de descifrar su mensaje. Hermione estaba algo inquieta pidiendo marcharse de allí.

— Es solo un arco antiguo, vámonos Harry.

Pero el muchacho estaba cautivado por aquel arco creyendo que al estar más cerca podría escuchar esas voces con más claridad.

— Chicos, cuidado!! — De pronto no estuvieron solos.

Los mortifagos lograron encontrarlos y no dudaron en atacar provocando que estos cayeran al suelo. La pelinegra intento defender a sus amigos pero Lucius la hirió nuevamente en su vientre abriendo esa cicatriz.

— Sam! — El hombre apunto a Harry con su varita y amenazó con lastimarla otra vez.

La chica se retorcía de dolor pero se aferró a su varita esperando el momento adecuado en atacar.

— En serio creían que unos niños podrían detenernos? — Expreso con tono burlesco —. Dame esa profecía o tus amigos morirán.

Harry sentía que estaba entre la espada y la pared al no saber que hacer pero sabía que lo correcto era proteger a sus amigos por esa razón le entrego aquella esfera a Lucius. Pero en ese momento escucharon algo que los confundió a todos, una luz blanco se vio en aquel lugar.

— Aléjate de mi ahijado — Dijo Sirius a Lucius antes de darle un golpe en su rostro.

No solo Sirius se hizo presente sino los demás aurores, incluyendo a los hermanos Rosier. Serpent tomo a Samantha para sacarla de allí pero la muchacha era muy terca cuando se trababa de proteger a los suyos, ignorando el dolor comenzó a pelear con otros mortifagos hasta que sintió un terrible dolor en su corazón cuando escucho aquel maleficio asesinó al voltear por un momento creyó que había sido Harry pero luego vio como el espíritu de Black se marchaba de está tierra.

— NOOOOO!!!! — El grito desgarrador de Harry se escuchó en todo el lugar.

Pero luego poso sus ojos en Bellatrix la causante de la muerte de Sirius Black, al ver que está se burlaba no dudo en ir por ella. Samantha fue detrás de él logrando ver cuándo Harry la apuntaba con su varita dispuesto a matarla.
En ese momento comenzaron a escuchar la voz de Voldemort quien lo incitaba a qué realizará aquel maleficio asesinó.

— Conoces la palabra, hazlo!

Samantha al voltear se encontró con la persona de Lord Voldemort quien no dudo en atacarla pero aquel escudo invisible que la protegida se hizo visible y no permitió que el hechizo la tocará, aún así logro desarmarla.

— Fue tonto que vinieras esta noche, Tom, los aurores vienen hacia acá — Dijo Dumbledore haciéndose presente.

— Cuando lleguen ya me habré ido, y tu muerto estarás.

Dumbledore empujó a los dos chicos antes de comenzar una batalla contra el señor tenebroso. Eran grandes poderes que se estaban manifestando y ninguno tenía la intención de ceder hasta no ver a su enemigo muerto, Harry cubrió a Samantha quien estaba herida pero atenta a esa pelea.
Voldemort transformo aquel fuego que tomo con sus manos en una gran serpiente, como aquella que la chica había visto en sus sueños creando preocupación y sin importar su debilidad fue por su varita esquivando los vidrios que saltaban de aquí para allá. Y antes que Albus volviese atacar, ella se adelantó enfrentándose a su peor enemigo.

— Harry no! — Dumbledore logro tomarlo del brazo antes que el chico fuese ayudar a su amiga.

La luz que salía de la varita de Voldemort cambio a una oscura cuando impacto con el poder de Samantha que era blanco, el departamento comenzó a temblar provocando la destrucción de varias ventanas incluso la gran imagen del ministro. Los demás chicos junto a los Rosier habían llegado topandose con esa pelea, a pesar que intentaron interceder no podían, parecía que una gran atmósfera los cubría a Butler y a el señor tenebroso.

— Te he dicho que fue mala idea levantarte contra mí!

Voldemort la rodeo con fuego provocando la distracción de Samantha quien intento apagar esas llamas pero antes de hacerlo recibió una horrible electricidad que recorrió su cuerpo.

— SAAAM!!! — Gryffin fue quien grito su nombre.

A pesar que un grito Banshee no logro dañarla ya que lo escucho como un eco que poco a poco se iba alejando, y sintió como su cuerpo impactaba en el suelo antes que sus ojos se cerrarán por completo.

Sintió como flotaba y al abrir sus ojos noto que estaba en medio del océano, en vez de sentir preocupación su cuerpo fue invadido por la paz, no quiso preguntarse dónde estaba o si alguien estaba cerca de ella al contrario siguió de esa manera disfrutando de aquel cielo que sus ojos podían ver.