𝐀𝐕𝐀𝐃𝐀 𝐊𝐄𝐃𝐀𝐕𝐑𝐀 |𝐒𝐚𝐠𝐚 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫|

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Samantha sonrió cuando Albus menciono que el profesor Remus Lupin se encargaría de enseñar a los alumnos Defensas Contra las Artes Oscuras, el hombre demostraba humildad y no aquella locura que los dos profesores anteriores poseían por esa razón se sintió aliviada.
Y se alegro aún más cuando Hagrid fue seleccionado para ser profesor del cuidado de las criaturas mágicas, la mayoría de alumnos expreso su felicidad ante ello sonrojando un poco al semi-gigante.

— Y por último, algo que no me agrada mencionar — Todos quedaron en silencio cuando Dumbledore hablo sobre la mala noticia —. Por orden del ministerio de magia, Hogwarts va hacer custodiada por los dementores de Azkaban, hasta nuevo aviso.

Los murmullos comenzaron a oírse por todo el castillo, Samantha cruzo miradas con Harry que expresaban preocupación ante la presencia de esas cosas en las entradas del castillo. Dumbledore les pidió a todos los alumnos que no se acercarán a ellos por ninguna razón, los dementores no sabían distinguir sus presas y podrían causar mucho daño para algún inocente.
Luego de aquel último y amargo anuncio dio inicio al banquete.

— Espero que no ocurra nada malo con la presencia de esas cosas aquí — Dijo Samantha.

— Digo lo mismo, pero creo que nadie se acercara a ellos, y se que no lo harás pero no pierdo nada al decirte que por nada en el mundo te acerques a esas cosas — Dijo Oliver a lo que ella asintió con una pequeña sonrisa.

Decidieron olvidar ese tema creando otro mientras disfrutaban de esas exquisiteces que estaban en las grandes mesas del castillo. Hablaron sobre sus vacaciones y que deseaban hacer este año.

— Se que amas el Quidditch pero es tu último año, debes disfrutar cada detalle — Dijo la pelinegra a lo que el castaño estuvo de acuerdo.

— Lo haré pero necesitaré de tu compañía.

— Tanta dulzura me empalaga — Dijo Lee a lo que Samantha rodo los ojos.

— Realmente son bipolares, antes que fuésemos parejas hacían hasta lo imposible para que lo fuésemos y ahora dicen lo contrario — Dijo Samantha.

— Claro que no, amamos Saliver pero no coman delante de los pobres — Dijo Angelina haciendo reír a su amiga.

El grupo continuo bromeando hasta que acabarán con el banquete y sus prefectos los llevarán a la torre de Gryffindor para enseñarles la nueva contraseña.
Oliver tomo de la mano a Samantha para apartarla un poco de los demás y así poder besarla antes que ambos fuesen enviados a sus habitaciones, al tenerla cerca lo hacía sentir más que vivo al igual que Samantha la alegría la invadía por completo, era una sensación que deseaba jamás dejar de sentir. Pero su momento romántico debió acabarse ya que debían ir a dormir ya que al día siguiente les esperaba un gran día.

[...]

Primera clase del año era la tortura de todos, volver a la rutina escolar no era para nada fácil pero debían esforzarse y tratar de poner buena cara y ánimo para superar el primer obstáculo.

— Fred...— Susurro Samantha dándole un pequeño golpe a su amigo para que despertara.

Historia de la Magia se tornaba algo aburrido cuando hablaban sobre nuevos conceptos y debían leer libros sumamente largos en el primer periodo.
Muchos como Fred batallaban en mantener sus ojos abiertos ante la voz de su profesor que leía para todos, creían que era la mejor musica de cuna para dejar caer sus cabezas en los pupitres y dormir.

— Alguna pregunta? — El profesor detuvo la lectura para ver a sus alumnos encontrandose con la mayoría dormitando en sus asientos —. Despierten!

El hombre con su varita lanzó un pequeño hechizo de petardos para despertar a todos, los gemelos se vieron entre sí con entusiasmo y no dudaron en preguntar sobre ese hechizo provocando la frustración de su profesor.

La siguiente clase fue pociones con el profesor Snape. El hombre enseño un pequeño frasco que llamo la atención de las estudiante, incluyendo a Angelina.

— Alguien aquí me puede decir que es la amortentia? — Pregunto Severus viendo a sus estudiantes pero estos se mantenían en silencio —. Era evidente...

— Yo lo sé profesor — Dijo Samantha dando un paso al frente esperando la aprobación de Severus para continuar hablando.

— Bien señorita Butler, inculque a sus compañeros sobre está poderosa poción — La chica asintió y observo la poción.

— Es un filtro de amor más potente que puede existir, posee diferentes olores según el gusto de cada uno pero claro no crea amor sino una peligrosa obsesión para quien lo beba — Dijo con seguridad.

— Muy bien señorita Butler, diez puntos para Gryffindor — Dijo Snape —. Ahora abran la página siete de su libro.

Los chicos obedecieron y mientras buscaban un pupitre para sentarse, Samantha levanto su vista topandose con la mirada se su profesor quien inclino un poco su cabeza en forma de aprobación dejando que la pelinegra se sintiese orgullosa de lo que estaba logrando.

Después de las dos primeras clases los alumnos tomaban un receso en el gran salón para alimentarse y estar con sus amigos.

— Oyeron lo que ocurrió con Malfoy, un hipogrifo le dio una pequeña lección — Dijo Lee sentándose con sus amigos.

— Estoy segura que su padre no se quedará de brazos cruzados — Dijo Angelina observando al rubio quien fingía ser el héroe frente a una chica para impresionarla.

— Espero que no despidan a Hagrid — Añadió Samantha.

En ese momento escucharon como Seamus se acercaba algo agitado mientras sostenía el profeta, la pelinegra no dudo acercarse para oír mejor lo que estaba ocurriendo. Sirius había sido visto muy cerca de Hogwarts creando la preocupación de los alumnos, Samantha levanto su mirada para observar a Harry quien estaba algo pálido por la nueva noticia.

— Los dementores no serán un obstáculo para él — Dijo un chico de Gryffindor —. Logro librarse de ellos una vez y se que está no sera la excepción.

La chica soltó un leve suspiro y se alejo para no seguir oyendo, sentía cierta pena por Black al ver cómo todos lo creían peligroso pero era lo contrario, logro demostrarlo cuando hablo con ella y dijo toda la verdad.