𝐀𝐕𝐀𝐃𝐀 𝐊𝐄𝐃𝐀𝐕𝐑𝐀 |𝐒𝐚𝐠𝐚 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫|

16 ²

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🌿𝑨𝒄𝒕. 𝑽𝑰🌿

━━ 𝚂𝙰𝙼𝙰𝙽𝚃𝙷𝙰 𝙱𝚄𝚃𝙻𝙴𝚁 𝚈 𝙴𝙻 𝙼𝙸𝚂𝚃𝙴𝚁𝙸𝙾 𝙳𝙴𝙻 𝙿𝚁𝙸𝙽𝙲𝙸𝙿𝙴.

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Sus manos estaban frías, Gryffin las podía sentir cuando las tomaba o pintaba sus uñas creyendo que Samantha lo sabía. Su piel estaba muy pálido, casi como el de un muerto y sus ojos estaban cerrados como en todos estos últimos meses.

— Falta poco para empezar las clases otra vez y... — La pelirroja soltó un profundo suspiro —. Voy a extrañar verte en esos pasillos o en el comedor tratando de cuidarme.

Samantha había sido enviada a San Mungo después que Voldemort la atacara dejándola en un estado de coma, los especialistas lograron sanar la gran cortada que llevaba en su vientre evitando que muriera desangrada pero hacían todo lo posible para que despertara por más que hubo testigos allí nadie, ni siquiera Dumbledore escucho aquel hechizo que provocó la vida y la muerte en la joven.

— Es un lindo color querida — Dijo Molly viendo el color que llevaban las uñas de Samantha, azul su preferido.

No había ni un solo día que la dejaran sola, siempre estaba acompañada por un Rosier o un Weasley quienes llevaban la esperanza en verla despertar algún día. Harry, el pobre chico solo logro verla una vez luego eran cartas de sus amigos mencionando el estado de Samantha que era prácticamente el mismo ni mejorías pero tampoco retrocesos lo cual estaban aliviados por eso.

— Ve a casa y descansa, yo me quedare con ella — Dijo la mujer acariciando el cabello de la chica —. Esta noche vendrá Oliver a cuidarla, mañana podrás venir.

A pesar que no quería dejarla sola asintió al notarse cansada, pero en ese momento cuando salía de la habitación reconoció a Rubí quien traía una carta a su dueña. La pelirroja notando que estaba sola allí fue por la lechuza tomando esa carta y notando que era de Alfie, tío de Samantha el cual no dudo en abrir.
El hombre expresaba su preocupación al no recibir noticias de su sobrina lo cual era entendible, de un momento para el otro dejo de escribirle por esa razón Gryffin no dudo en mencionarle lo ocurrido lo que pasó con su amiga a pesar que no lo había consultado con su padre pero sabía que hacía lo correcto ya que el hombre tenía derecho por ser familiar de sangre y estaba segura que Butler hubiese deseado eso.

Molly no logro evitar soltar lágrimas al verla en esa cama, siempre que cuidaba de ella lloraba de alguna manera pero demostraba las grandes esperanzas que tenía en que la chica despertaría en cualquier momento. Con cuidado cepillo su cabello, como todas las tardes y se aseguró que estuviese en una posición cómoda luego beso su frente para limpiar el lugar o abrir las ventanas y que el aire fresco, y natural llegara a ella.
Unos enfermeros ingresaron a la sala para que la mujer saliera y así poder chequear el estado de Samantha.

— Como se encuentra? — Pregunto Molly a penas los especialistas salieron.

— Aún no ha demostrado ningún avance ni retroceso.

A pesar que no eran las palabras que ella deseaba escuchar tampoco eran malas porque aún había esperanza que algo bueno pudiese ocurrir.
Permaneció con la chica hasta el horario acordado con Oliver.

— Gracias por cuidarla — Dijo el castaño a Molly quien sonrió antes de marcharse.

El muchacho tomo asiento junto a ella y cubrió sus manos con las suyas para darle ese calor que necesitaba, y con serenidad la observo cada vez que se quedaba con ella hacía lo mismo descubriendo nuevos aspectos en el rostro de su chica como algunas pecas muy suaves en su nariz y mejillas, lunares y más que cautivaban al chico.

— Es hora que despiertes mi amor — Dijo Oliver acariciando el rostro de su amada —. Déjame ver otra vez esos ojos que iluminan mi corazón, por favor sonríe para mí y dime esos te amo que son la mejor canción que mis oídos pueden oír.

Pocas veces le había hablado pero está vez tuvo la necesidad de hacerlo, abrir su corazón y dejar salir esos sentimientos que estaban guardados en él. Con una sonrisa entristecida la volvió a ver y susurro un " Te amo, mi Sami ".

No era aburrido ni cansador era todo lo contrario pero sus pies por un momento dejaron de flotar hundiéndose en esas aguas, con confusión arrugó su frente pero ignoro aquello y permaneció observando ese cielo que la había cautivado por completo haciéndola olvidar todo.

Oliver levanto su mirada con sorpresa cuando sintió el ligero roce en su mano notando como el dedo meñique de Samantha lo había tocado, comenzó a reír y llorar de felicidad mientras llamaba a un doctor.

— Ella ha movido su mano, ella me ha escuchado — Dijo con esa sensación de cumplir un sueño con mucha felicidad y esfuerzo.

El doctor no quiso dar falsas esperanzas por esa razón le dijo estuviese tranquilo y que en unas horas regresaría nuevamente a ver cómo seguía. A pesar de eso, Wood no quitó la sonrisa de su rostro él si creía que era una señal y que pronto tendría a su chica despierta, y junto a él.