𝐀𝐕𝐀𝐃𝐀 𝐊𝐄𝐃𝐀𝐕𝐑𝐀 |𝐒𝐚𝐠𝐚 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫|

12 ²

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Sonrió con cierto cansancio al encontrar el sofá libre, aún no tenía las intenciones de ir a su cama ya que deseaba continuar leyendo las cartas que su tío alguna vez escribió trayendo consigo esas ansias en saber su respuesta, se sobresalto un poco ante los truenos que se escucharon fuera del castillo anunciando una tormenta, últimamente los cambios climáticos se estaban haciendo presente y muchos eran concientes que era Lord Voldemort. Ignorando esos sonidos se sumergió a su lectura que poco a poco le traía descanso a su cuerpo y la llevaba a un pequeño mundo de imaginación, se imaginaba a su tío incluso tenía las esperanzas en ver a sus hermanos. Pero una parte de ella decía que no se ilusionara por qué tal vez las cosas no irían como lo imaginaba y terminaría herida.

La lluvia era intensa pero para los oídos de Samantha era como una canción de cuna, poco a poco sus ojos comenzaron a cerrarse llevándola a un sueño.

“ Se encontraba corriendo con desesperación al notar que aquel fuego que estaba consumiendo el lugar se convertía en una gran serpiente.

— AVADA KEDAVRA!!! — Una luz blanca logro protegerla dándole oportunidad a seguir corriendo.

Se detuvo cuando vio a sus amigos allí que se enfrentaban a Lord Voldemort pero estos parecían no poder con él.

— Déjalos en paz! — Dijo Samantha llamando la atención de Voldemort.

El señor tenebroso vio con odio a la muchacha pero luego expreso una sonrisa sumamente aterradora que dejó confusa a la chica. Voldemort lanzó un hechizo hacia Gryffin y antes que ella pudiese hacer algo al respecto Nagini comenzó atacarla.

— SAM!!! — Gryffin dejo salir aquel grito Banshee cuando Voldemort se estaba llevando a la pelirroja.

Nagini no se detenía, quería destruirla hasta que no quede ninguna gota de sangre en ella ”.

Su pecho subía y bajaba, sus manos comenzaron a temblar ante la impotencia que sentía en ese momento y ante el calor que sentía su cuerpo poco a poco.

— Sam! Sam, tranquila — Escucho la voz de Gryffin —. Estoy aquí, tranquila no te dejare sola.

Gryffin no dudo en usar aquel hechizo que Thomas le había enseñado para calmarse cuando sus ancestros jugaban crudamente con su mente provocando ciertas crisis que la llevaban al hospital. A pesar que era su primera vez realizando ese hechizo en otra persona tomo aire y sentó a Samantha dejando que la viera a los ojos.

— Natsukashii — Susurro con tranquilidad.

Tomo las manos de Samantha dejando que el hechizo logrará invocarse, poco a poco dejo ver como un humo blanco rodeaba las manos de las dos chicas pero que se dirigía hacia el cuerpo de las dos logrando tranquilizar a la pelinegra quien sintió una paz distinta, como si estuviese en los brazos de su madre sintiendo su calor.

— Todo estará bien — Dijo Gryffin para que no tuviese miedo y disfrutará esa sensación.

Butler hizo caso a sus palabras y dejo que ese sentimiento maternal la envolviera por completo trayendo paz que la hizo olvidar aquella horrenda pesadilla y las sensaciones que trajo consigo. 
Cuando todo logro calmarse, Gryffin la abrazo para asegurarse que estuviese bien.

— Gracias Gryff — Susurro Samantha cerrando sus ojos sintiéndose protegida en los brazos de su amiga.

— Se que harías lo mismo, y quieras o no ya eres importante para mí, mami Sam — Se burlo Gryffin haciendo reír un poco a la otra chica.

No solo estaba agradecida por lo que hizo sino por haberle abierto las puertas de su hogar sin juzgarla o algo parecido.
Se mantuvieron hablando de diferentes cosas, Gryffin quería continuar viéndola a pesar que era el último año de Samantha.

— Iré a verlos o vendré — Dijo Samantha decidida —. Me tendrán que sacar a rastras del lado de todos ustedes, son lo único que tengo y no pienso perderlos.

Tal vez nunca se los menciono pero era una promesa que se había hecho a si misma jurando que daría su vida para protegerlos ya que con Julia no logro hacerlo.

[...]

Amargamente leyó las nuevas y escandalosas noticias del profeta, los prisioneros más peligrosos de Azkaban habían escapado y claramente culpaban a Sirius Black de hacerlo, ya que una de las criminales era su prima, Bellatrix Lestrange.

— Fudge es un idiota — Menciono la pelinegra —. Dumbledore trato de advertirle pero no hizo caso.

— Ojalá que Bellatrix vaya por él — Dijo Gryffin comiendo un poco de pastel.

Serpent la vio a lo que está se encogió de hombros sin importancia haciendo sonreír a Samantha mientras negaba. Pero su tranquilidad fue interrumpida por su lechuza que llegó con una carta.

— Dime es él? — Pregunto la pelirroja con entusiasmo.

— Quién? — Pregunto Serpent pero ninguna de las dos respondió.

La pelinegra no leyó la carta solo el nombre del propietario y sonrió con más alegría mientras asentía a Gryffin quien se alegro por la chica. Aun asi decidió guardarla cuando el trío se hizo presente, a pesar que estaba ansiosa prefirió leerlo con calma cuando estuviese sola por si no traía buenas noticias.

Samantha junto con Lee y Angelina fueron a clases de adivinación con una suplente, Trelawney aún estaba en el castillo pero por decisión de Umbridge no podía dar clases por esa razón puso a su cargo a una profesora con experiencia y capacitada para esa asignatura.
Esta nueva profesora trato de enseñar aquel arte pero era realmente extraño, quisieran o no admitirlo estaban acostumbrados a Sybill y su manera de dar la clase.

— Vean el lado bueno, si te predice algo te lo dirá todo y no te dejará con la duda — Susurro Angelina en dirección a Samantha.

Y era cierto, la otra profesora siempre dejaba con mucha intriga a la pelinegra quien al menos quería saber si debía prepararse o no a lo que estaba por venir. Aún así está nueva profesora no hizo ninguna predicción, simplemente decidió mencionarles en que consistía su don y demás dejando la clase bastante tranquila pero poco entretenida.