𝐀𝐕𝐀𝐃𝐀 𝐊𝐄𝐃𝐀𝐕𝐑𝐀 |𝐒𝐚𝐠𝐚 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫|

28 ²

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Entre un regaño y al mismo tiempo felicidad, Mcgonagall la recibió con los brazos abiertos preguntándose porque razón decidió escapar.

— Aún que no me lo crean, lo hice para protegerlos — Dijo Samantha con una expresión algo avergonzada.

— Lo que importa es que ahora estás bien — Dijo Dumbledore viendo a la joven —. Y tal vez no esperabas escuchar esto, pero es admirable el poder que llevas dentro tuyo... Y creo que los que pertenecen en tu vínculo familiar deben sentirse seguros contigo.

Samantha sonrió un poco y admitió que para ella era difícil ver ese “ regalo ” como algo bueno desde que ocurrieron tales cosas pero aún así trataba de verlo como una bendición, pero no solo para ella sino para el resto.
En ese momento el nuevo profesor de pociones interrumpió la charla, pero expreso sorpresa al ver a Samantha allí.

— Espera, yo a tí te conozco — Dijo apuntándola con su dedo índice mientras la veía —. Samantha!

— Profesor Slughorn, es un placer volver a verlo — Dijo la chica estrechando su mano la cual Horace acepto con gusto.

Butler debió mencionarles su viaje en el tiempo donde conoció a ese profesor que la ayudo cuando al principio la confundió con su madre.
Luego de hablar con los adultos tenía que hacer una última visita antes de irse de Hogwarts, sin duda alguna tenía que ver a Hagrid.

— Pequeña Sam! — Dijo el semi-gigante abrazando a la chica —. Bonito cabello, por cierto que buen susto nos diste por favor no vuelvas hacerlo.

La leona sonrió mientras prometía no volver a escapar de esa forma, realmente estaba feliz de volver al castillo y ver a sus profesores o amigos. También sintió nostalgia al recordar sus días de estudio en aquel lugar o las aventuras que vivió, Hagrid la recordó cuando era su primer año.

— Recuerdo que estabas muy nerviosa cuando te llamaron y sobre todo cuando el sombrero no sabía en cuál casa enviarte, ya que tenías un poco de las cuatro pero sobresalto la valentía en tí y fuiste enviada a una gran casa — Dijo Hagrid sonriendo —. Es tan deslumbrante como el tiempo pasa tan rápido, mírense ya dejaron de ser un par de niños y van camino hacer adultos — Los ojos del semi-gigante se cristalizaron —. Disculpen pero realmente me enorgullecen.

Hagrid revolvió un poco el cabello de Gryffin mientras veía a los tres chicos con orgullo recordando cuando eran unos niños y todas las etapas que pasaron en el proceso de su crecimiento.

Ante la insistencia de Dumbledore, Samantha y los dos hermanos Rosier permanecieron en el castillo por esa noche.
Ginny, Hermione y Gryffin la obligaron a asistir a la cena en el gran salón y sentarse con ellas.

— Eso es estupendo, se que tanto a tí como a Ron les irá muy bien — Dijo Samantha a Ginny quien menciono que ella y su hermano habían entrado al equipo de Gryffindor.

Querían continuar con la tradición de aquellos Weasley que jugaron Quidditch y poder dejar esa marca hasta que sus descendientes ocuparan aquel lugar.
Hablaron sobre muchachos, uno en particular que veía con mucho interés a Hermione, Cormac McLaggen. La chica mencionaba lo molesto que podía llegar hacer y en como la buscaba insistentemente.

Fue un día agradable pero era momento de descansar. La pelirroja y Samantha permanecieron juntos mientras hablaban, la rubia necesitaba desahogarse con alguien pero también necesitaba un consejo femenino y quién mejor que Gryffin Rosier.

— A veces pienso que Oliver estaría mejor sin mí, digo ya no es lo mismo que antes y creo que él necesita a alguien que esté a su lado — Dijo Samantha haciendo una sonrisa entristecida —. Lo amo pero no puedo retenerlo y obligar a que ponga su vida en riesgo.

— Y que harás? — Pregunto Gryffin tomando el brazo de su amiga.

— Dejarlo ser feliz con su vida, es mejor que me aparte — Dijo decidida por más que le doliera.

Varias lágrimas bajaron de sus ojos al recordar esos momentos vividos con Oliver Wood pero no quería aquella vida para él, no se lo merecía y mucho menos poner su vida en riesgo cuando no era su deber por eso estaba decidida a dejar que fuese libre, y encontrara el amor en alguien que realmente pudiera estar siempre a su lado. Samantha creía que su vida era una montaña rusa y que tal vez un día tendría un final no deseado por eso tenía que alejarse de su primer amor, para que no sufriera.

— Todo estará bien Sam, lo prometo — Dijo Gryffin acariciando el cabello de su amiga cuando está la abrazo mientras dejaba que esas lágrimas salieran.

Ella asintió prometiendose lo mismo y que era una buena decisión porque quería lo mejor para el chico que amo con todo su corazón.

[...]

Antes que las clases comenzarán aquel día, Samantha y los dos hermanos debieron regresar a la mansión. Tal vez ninguno de sus amigos quería que Butler se fuera pero tenía que hacerlo y aún así les prometió venir nuevamente en algún momento, y claro escribirles para saber si todo estaba bien.

— Me da consuelo que te veré en navidad — Dijo Gryffin abrazando a su amiga.

— Te veré allí entonces — Dijo Samantha mientras sonreía —. Y tú, no olvides escribirme — Le dijo a Harry quien sonrió mientras asentía.

Cuando corroboro que se despidió de los más allegados a ella espero a Thomas quien hablaba con su hija antes de irse nuevamente de Hogwarts.

— Lista para regresar a casa? — Pregunto John abrazándola por los hombros.

— Sí... — Dijo resaltando las palabras “ regresar a casa ” en su cabeza y aceptando que su realidad ahora era otra, y que debía ser agradecida por ello que no estaba sola.

Como no había tenido ese último día de su último año en Hogwarts, se detuvo a mirar el castillo cerrando por completo aquella etapa de ser una estudiante, y por un momento en su cabeza, solo por un momento, vio la imagen de sus padres y tía sonriéndole con orgullo por haber dejado esa etapa atrás y que abriría una dónde ya era toda una mujer dónde tomaría otros obstáculos en los cuales sabían que podría superar.