𝐀𝐕𝐀𝐃𝐀 𝐊𝐄𝐃𝐀𝐕𝐑𝐀 |𝐒𝐚𝐠𝐚 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫|

22 ²

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Su cuerpo se erizo cuando noto que el cielo estaba gris y que poco a poco comenzaba a cerrarse. Busco a Raksha hasta donde su cuerpo se lo permitía y al no verlo o que no respondía a sus llamados desesperados comenzó alarmarse, sentirse sola en ese momento era terrible sin duda alguna y se sentía completamente desprotegida sin el tigre a su lado, siguió buscando en la casa hasta que observo hacia la ventana donde creyó que su criatura mágica podía estar disfrutando del aire fresco o cazando algún animal para alimentarse.

— Rak?! Raksha?! — Avanzaba con cierta lentitud.

Pero el animal no respondía a sus llamados, de pronto comenzó a escuchar sonidos en los arbustos que la hicieron creer que era su tigre haciendo que avanzará hacia aquel bosque que había alrededor de la casa.

— Rak, pensé que...— En un momento escucho el rugido de Raksha pero bastante lejos lo cual supo que algo más estaba allí.

Trato de retroceder pero era tarde, un dementor ya la había visto y venía por ella su única armadura era su poder, y por más que no estaban en condiciones debía hacer pelea al menos antes de morir por aquel ser.

— Raksha! — Su voz comenzó a temblar cuando noto que aquella atmósfera comenzaba a romperse y quedaba expuesta al dementor.

A penas sus dedos sintieron aquella frialdad que lograba estremecer hasta sus huesos un fuerte diluvio comenzó a caer al igual que ella cuando el dementor comenzó alimentarse de su alma.

— RAKSHAAA!!! — Grito con todas sus fuerzas esperanzada en que su tigre la salvara.

Y lo hizo, soltando aquel rugido que iluminó el lugar espantando al dementor. Samantha veía muy borroso ni siquiera podía moverse, pero con su último esfuerzo giro su cabeza viendo a lo lejos tres siluetas que eran conocidas para ella, sus padres y Julia que la veían con una sonrisa entristecida pero que aquel gesto traía paz en la chica por esa razón creyó que era tiempo de volver con ellos.

Gryffin solo se alejo un poco de su padre tratando de buscar en aquel bosque alguna señal de Samantha entre aquel diluvio que dificultaba la búsqueda.

— Gryffin, allí está la casa — Dijo Thomas.

Ambos llegaron por la parte trasera del lugar, Thomas abrió la puerta y junto a su hija comenzaron a buscar por toda la casa.

— Creo que alguien más estuvo aquí — Dijo Thomas al ver vidrios rotos y preocupándose como Gryffin quién rogaba que ningún mortifago la haya encontrado.

Aún así les quedaba la parte delantera de la casa y lo hicieron con mayor razón cuando Raksha rugió.

— Es Raksha! — La pelirroja se adelantó corriendo hacia la salida encontrandose con la criatura —. Rak llévanos con Sam.

La criatura los guió sin duda alguna pero era bastante difícil con la lluvia que caía con mucha fuerza.

— Que asco, ¿Que pis... ¡Sam! — Thomas rápidamente volteo, viendo que su hija estaba agachada junto al débil cuerpo de Samantha.

Hacia frío y estaba lluvioso, lo que seguramente estaba afectando a la integridad de la chica, Thomas se quitó su largo abrigo, pasándoselo a Gryffin para que cubriera a la otra chica.

— Déjame, tenemos que llevarla a la mansión — Dijo Thomas cargando a Samantha en sus brazos.

Gryffin se abrazo a su padre, antes que el humo rojo que caracterizaba a los Rosier los envolviera.
Al llegar a la mansión comenzaron a pedir ayuda, Polly salió de inmediato encontrandose con una escena nada agradable, su cuñado y sobrina traían el cuerpo moribundo de Butler.

— Esto es de vida o muerte — Dijo Thomas.

Polly fue por su esposo mientras que Gryffin corría en busca de ropa seca para su amiga. Los tres adultos se encargaron de regresar otra vez a Samantha mientras que la pelirroja limpiaba la nariz de la chica que sangraba.

— No era pelinegra? — Pregunto Aberama con algo de confusión.

— Sí! Pero se está muriendo idiota! — Dijo Polly con frustración.

En ese momento la puerta fue abierta dejando ver a John algo confuso por todo el alboroto que había en la habitación. Thomas le ordeno que fuese por un paño mojado mientras que Polly buscaba los remedios caseros que Andrómeda, su cuñada solía hacer antes que la susodicha falleciera.

— Aberama sostén de sus brazos — Dijo Thomas cuando estaba por colocar aquel suero y la chica comenzó a temblar al igual que las cosas a su alrededor.

Las luces comenzaron a parpadear cuando Samantha balbuceaba algunas palabras en un lenguaje extraño para ellos, pero antes que las cosas empeoraran Polly dejo una pequeña gota de relajante en los labios de la rubia para que su cuerpo se relajara mientras que el suero comenzaba actuar.
Decidieron mantenerse allí cerca por si acaso, al menos por unos minutos corroborando que aquel remedio casero estaba actuando en Butler.

— Gryffin y yo cambiaremos su ropa mojada - Dijo Polly —. Deberían ir por sus pertenencias a esa casa.

— Tienes razón, Thomas vamos — Dijo Aberama.

La pelirroja le asintió a su padre para que fuese y dejandolo más tranquilo que ellas cuidarían de Samantha. Los dos hombres se marcharon de aquella habitación mientras que las dos mujeres se encargaban de limpiar y vestir con ropa seca a la rubia, en un momento Gryffin volteó encontrandose con su tío aún allí.

— John que haces aquí? — Polly lo vio con una ceja elevada al verlo allí de brazos cruzados y apoyado en el marco de la puerta —. Lárgate.

Thomas apareció de pronto tomando a su hermano del brazo para sacarlo de allí, cerrando la puerta detrás suyo para que no pudiese ingresar y así dejar que las otras dos vistieran con tranquilidad a la chica.
En ese momento Raksha se hizo presente recostandose en las piernas de su dueña, la pelirroja lo acaricio y prometió que Samantha estaría mejor ahora en adelante.

— Es mejor que la dejemos descansar...— Gryffin interrumpió a su tía.

— Me quedaré con ella, estoy segura que mi padre me llevará mañana nuevamente a Hogwarts y quiero permanecer con ella al menos el tiempo que me queda hasta irme — La mujer vio a su sobrina con cierta ternura y asintió.

— Bien, cualquier cosa estaré abajo, por cierto si viene tu tío John...— Gryffin rio.

— Lo sé, lo sacaré.

Cuando Polly abandono la habitación un silencio invadió aquel lugar, Gryffin con cuidado se recostó junto a Samantha y la abrazo como si la estuviese protegiendo o como si intentara trasmitirle aquel amor que su amiga necesitaba en esos momentos.