𝐀𝐕𝐀𝐃𝐀 𝐊𝐄𝐃𝐀𝐕𝐑𝐀 |𝐒𝐚𝐠𝐚 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫|

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Julia abrazaba a su sobrina y llenaba su rostro de besos antes de dejarla ir al expreso de Hogwarts. Tenía muchas emociones encontradas, entre ellas la preocupación y el temor, no quería culpar al pobre Harry Potter por los actos malévolos de Lord Voldemort y sus fieles seguidores pero sabía que la oscuridad los trataría de atrapar y más aún estando en el castillo. Y a su vez estaba feliz al saber que su linda niña viviría su cuarto año.

— Por favor, cualquier cosa, por más mínima que sea quiero que me lo digas — Dijo Julia abrazando por última vez a la pelinegra.

— Tranquila estaré bien, te quiero — Dijo Samantha viendo a su tía quien dejó que sus ojos se cristalizaran por un momento.

La leona tomo sus cosas y subió al expreso en busca de algún asiento disponible pero la mayoría de compartimientos ya estaban ocupados. Mientras seguía buscando en el pasillo se topo con el grupo de Marcus, el líder no dudo en pasar cerca de Samantha para chocar su hombro provocando que la chica lo fulminara con la mirada haciendo que esté comience a reír.

— No vale la pena, Sam — En ese momento Lee llego antes que Samantha hiciera algo al respecto.

El moreno la ayudo con sus cosas y la llevo con los demás quienes se alegraron en verla. Los gemelos estaban algo emocionados al saber que su hermanita y la última de la familia Weasley entraría a la escuela por primera vez, los otros tres sabían que sería una leona como toda su familia sería realmente extraño que no lo fuese.

— Iré por unos dulces, vienes conmigo Sam? — Pregunto Angelina con una sonrisa.

— Claro — Las dos chicas salieron del compartimiento para ir por unos dulces.

Debieron esperar un poco ya que había otros niños antes que ellas. Pero las dos chicas supieron entretenerse mientras esperaban, Angelina le hablaba sobre las nuevas pruebas que se harían en los equipos de Quidditch y le propuso que asistiera para probarse en algún puesto.

— Angie sabes que ni siquiera soy buena siendo aficionada — Dijo la pelinegra en tono de burla —. El año pasado lo intente pero falle siempre hubo algo que me lo impedía.

— Cariño el año pasado casi mueres y era realmente un inmenso obstáculo ahora este año será diferente — Dijo la morena animando a su amiga.

Al terminar de comprar el par regreso con su grupo pero Samantha se topo con una serpiente y este por alguna razón solo elevó su ceja y le enseño una sonrisa algo coqueta pero que no fue correspondía ya que la pelinegra siguió su camino algo confusa por el actuar de aquel muchacho.