IV

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   Es de mañana, poco a poco abro los ojos, bostezo y me estiro, después me quedo viendo el techo por un rato y siento un poco de dolor en la cabeza, com mi mano derecha me toco la frente y me dije a mi misma "Tranquila, relájate todo estará bien." Y el dolor se fue. Me sorprendió lo rápido que sé fue el dolor ya que éso no erá normal, me senté en la cama recargandome en la pared y me quede un momento así, después de un rato me levanté.

   Me quite la blusa quedando en brasier deportivo y me volví a recojer el cabello en una cola de caballo mirandome en el espejo de mi tocador, me puse a pensar si mi madre había despertado y se subió a su habitación en la noche.

   Mientras bajaba las escaleras no se escuchaba ni un sonido, seguí bajando para ir a la cocina y tomar jugo de naranja, llegué a la sala y miré hacia el sofá y ahí estaba mi madre dormiendo.

-Mamá ya despierta, es de mañana. -Le dije susurrandole al oído y agitandola levemente. Hizo un sonido de puchero cómo una niña.

- No quiero.- se volteó y vuelve dormir.

-Mujer, no tienes remedio.-Dije mientras me la subia a la espalda.

Tenia a Karen dormida sobre mí espalda mientras que subía  las escaleras con su peso en mi era difícil, no por el peso sino porqué no dejaba de moverse y de quejarse dormida. Ya estando frente a su puerta me quedé pensando como abrirla ya que mis manos estaban ocupadas sosteniendo las piernas de Karen y si dejaba de sostener una pierna de ella iba a caer. Después de pensarlo por un momento decidí hacerlo.

- Acepto el reto.- dije para mi misma mentras que sonreía mentalmente, me preparé y solté rápidamente su pierna y abrí la puerta al terminar volví a sugetar su pierna.-Sorprendente, lo hice.- Con mi pierna derecha golpee la puerta y entré. Acomodé la cama para poderla acostar y la cubrí con las sabanas.-Listo no fue tan difícil.-Dije victoriosa mientras salía de la habitación

Estiraba mis brazos y espalda mientras que bajaba por las escaleras pero al estar en los últimos escalones tengo el presentimiento de que alguien me está mirando, miré a mis alrededores atentamente y no miraba nada fuera de lo normal así que seguí bajando las escaleras y caminé a la cocina, abrí el refrigerador saqué el jugo de naranja y del gabinete saqué un vaso de vidrio para sevirme un poco de jugo, volví a abrir el refrigerador, metí el jugo y me subí a mi habitación con mi vaso de jugo.

Abrí mi puerta tomando jugo y miré al espejo de reojo, me empecé a ahogar con el jugo, se me había olvidado que estaba en bra deportivo. Dejé el vaso en mi escritorio y me metí al baño para ducharme para arreglarme e ir al instituto.

Salí del baño con una toalla amarrada a mi pecho, camino al ropero y saco mi ropa interior, del armario saco mi uniforme y empece a cambiarme, seque mi cabello los más que pude con la toalla, preparo mi mochila con las cosas que necesitaré para mis clases y por último me pongo mis medias negras largas sobre la rodilla y mis converse rojos, trato de buscar mi ipod pero desde ayer no lo pude encontrar.

- Me di cuenta cuándo estaba en la azotea.- los recuerdos de ese momento hizo que empezara a sentir calida mi cara pero sólo golpee un poco mis mejillas al tocarme la cara con ambas manos, sacudo la cabeza y salgo de mi habitación.

   No hice ruido alguno ya que mi madre estaba dormida y no tenia caso decirle algo, no lo iba a recordar. Bajé las escaleras muy rápido dando saltos y corriendo tipo parkour (free running) sin hacer ruido, abrí la puerta y salí como si nada, había parado en seco lo que estaba haciendo. Me encantaba ir al instituto caminando, puedo ver el paisaje, el cielo, si habían cosas distintas en los lugares. El día de hoy el clima era perfecto, había un poco de viento que con ellas llevaban las hojas del bosque, me preguntaba que hora era, miré mi celular y aún tenía dos horas libres, me quedé por un momento parada mirando el cielo recibiendo algunos rayos solares que tocaban mi rostro para luego cubrirme con mi mano derecha.

   En ese rato decidí ir al bosque a pasar el tiempo ya sea corriendo, caminando u otra cosa se me ocurra hacer pero lo que más me gustaba hacer era acostarme en el suelo y ver el cielo entre las ramas y hojas de los árboles del bosque, sintiendo la poca luz que entraba en mi cara, no era ostigosa la luz ya que las hojas y las ramas creaban sombra. Salí corriendo adentrandome al bosque, saltando rocas, ramas y desniveles del suelo, corría cómo nunca, me encantaba el bosque, seguí corriendo hasta que busqué el lugar perfecto para estar, paré, reí y dejé caer mi mochila y me tumbé al suelo, todo era perfecto, el sonido del bosque el lo mejor, los pájaros, las ardillas y otras criaturas del bosque, no pude evitar cerrar los ojos y descansar. Estaba levemente dormida porqué escuché algo romperse cerca de mi, abrí los ojos pensando que tal vez era una animal, pero el sonido seguía y se acercaba aun más de dónde yo estaba. Me levanté tomando mi mochila y me puse detrás de un árbol a esperar y ver que era lo que provocaba los sonidos. Esperé por unos segundos y se escuchó unos gritos, eran de hombre se escuchaba molesto de algo.

- Ya cállate!.- grita.- ya casi llegamos, nos vamos divertir mucho.- Ríe al final el hombre después de decir con voz áspera lo que gritó.

   Al poco tiempo se escucha cómo un llanto de una chica, el ruido se acercaba cada vez más y por fin pude ver al hombre tirando de la chica por su pie, la chica tiene el cabello lacio, corto y café, tenía puesto unos jeans y una camisa de manga corta y descalza, estaba toda sucia y asustada, tenia la boca cubierta de cinta adhesiva gris, sus manos atadas y con golpes en la cara.

 


Knowing the DarknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora