Ian empezó a preguntar sobre qué es lo que había pasado antes de que el llegara así para que me dijera que era lo que yo no recordaba. Empezamos a hablar, le conté todo a detalle, desde que desperté pero la parte que el me había contado era casi imposible, porque yo estudio la anatomía y fisiología del cuerpo humano, después de haber perdido tanta sangre era imposible de que yo siguiera viva o que hiciera lo que Ian me dijo, creo que era más que obvio la confusión y el lo notó.
- Tal vez fue fuerza de voluntad o algo por el estilo, no crees en milagros?.- pregunta para que dejara de pensar en ello.
- Tal vez.- no dije nada más y sabía que no era un milagro pero no creo que ni el sepa lo que pasó o el porqué de lo de mi sanación. No queria darle más vueltas, estaba viva.
- Tienes hambre?.- me pregunta con una de sus sonrisas. Antes de contestar verbalmente mi cuerpo le contestó primero haciendo ruido.
- Si, tengo hambre.- dije avergonzada sólo estas cosas me pasan a mi y el sólo ríe, sentía cómo mi cara se ponía calida, lo cuál significaba que me estaba poniendo roja.
- No tengas vergüenza, vamos, yo te ayudo.- amablemente me ayudó a pararme y bajar las escaleras.
No necesitaba ayuda para levantarme, pero si para bajar las escaleras, cada que bajaba un escalón sentía como la piel de mi abdomen se estiraba, era una sensación muy rara y no tan cómoda, se podía sentir como mi herida trataba de abrise y luego cerrar y así por todo el camino hasta llegar al primer piso. Su casa era impresionante, era espaciosa, elegante y a mi gusto, era hermosa.
- Tus padres saben que tienes cautiva a una chica en tu cuarto?.- pregunté burlona.
- No saben por que vivo sólo.- me siguió el juego, pero no se porque vi algo de tristesa en sus ojos que decidí no seguir con el tema.
- Y que desayunaremos, comeremos o cenaremos?.- pregunté animada y dudosa por que no me había fijado si era de mañana , de tarde o noche. Giré mi cabeza y mire por las ventanas, había luz solar, así que no era de noche.
- Yo no tengo hambre, pero tu puedes comer lo que quieras, lo que se te antoje.- me le quedé mirando fijamente sorprendida.
- Lo que sea? Por ejemplo si digo que quiero carne podre comerlo?.- quería estar segura para poder pedir algo que pueda comer sin problemas.
- Carne será.- anuncia acercándose al refrigerador.- lo quieres con verduras?.- Pregunta amable, porque siempre es amable conmigo?.
- No es lo que quería, sólo era un ejemplo.- le dije nerviosa.
- Si no lo querías porque lo pondrias de ejemplo?.- gira para ver mi cara.- a parte estás sonrojada éso significa que sí lo quieres.- dice con una sonrisa pícara.
- Esta bien.- giré mi cabeza a otro lado.
Ian abre el refrigerador y había un recipiente sin marca, estaba a la mitad y era casi de un color rojo claro y algo traslúcido, no se si se dio cuenta pero cerró el refrigerador.
- Tienes jugo?.- lo miré mientras que hacía de comer.
- Tengo jugo de naranja natural, gustas?.- voltea a verme mientras qué prepara la carne.
- Es el único jugo que tienes?.- me calcomia la curiosidad sobre que era lo hay en el envase.
- Por el momento si.- prende la estufa.
- Esta bien, muchas gracias. - le sonreí, si no lo comentó es por qué algo oculta, pero por este momento lo dejaré.
- De nada, así qué.- pensaba en algo.- tú nombre es Scarlet Midnight, es tu nombre completo?.- pregunta lavando los vegetales.
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Knowing the Darkness
Romance*Esta historia está por terminar y muy pronto editada* Esta es la historia de una joven de 19 años llamada Scarlet Midnight, quién a vivido su vida como cualquier ser humano, o éso es lo que pensaba. Ella creía que los notorios problemas en la rela...