El día había terminado, tomamos distintos caminos, Leti que se dirigia a su casa. Segura. Yo me encontraba en la casa de Ian, discutíamos sobre lo de que ya no ocuparía su cuarto, el necesitaba descansar y yo prefería dormir en la sala.
-Ya te e dicho que dormiré en el sillón. - tendía las cobijas que me había bajado de su cuarto, porqué sabia que el no lo haría por cabezota.- Tienes que descansar, ya e usado tu habitación por mucho tiempo.- cuándo escuché que abría la boca para protestar tomé la almohada y se la tiré en la cara.- Basta, no es no.- me saqué los converse y me senté en el sillón.
Miré a mi alrededor, nunca me había fijado con atención la sala de estar, ni su casa, sólo conocía su habitación porqué ahí era dónde pasé un periodo de tiempo. Era cómodo.
-Que miras?.- me pregunta llevándose la almohada con el a la cocina.
-Tu casa, no la había visto con atención. - me levanté dejando el sillón atrás y seguí caminando a la ventanilla, se podía ver el patio trasero, un árbol, la luna, las estrellas, una piscina, era hermoso. Quise correr el ventanal y salir, pero al apenas quitarle el seguro recibo un golpe que fue algo suave pero tambien tuvo la potencia de hacer girar mi cabeza.Me retiro del ventanal tomando la almohada en mis manos.
-No salgas de noche, está fresco y te enfermeras. - vuelve a poner el seguro del ventanal y se recarga en ella.
-Porqué me has lanzado la almohada? .-pregunté un poco molesta.- Porqué no puedo salir?.- lo miraba la cara.
-Para evitar que salgas. Algo obvio. - sonríe.- porqué yo lo digo.- sigue sonriendo al contestar mi pregunta.
-Deja de sonreír de ése modo o te lo quitaré con la almohada. - le amenazo con una sonrisa y mostrandole la almohada. Se acerca un poco retandome, hacerca su rostro con esa sonrisa que me habia mostrado hoy antes de salir de la casa de Leti, estaba sentiendo nervios por lo que tome la almohada con fuersa y la estrelle contra su cara.-Eso te pasa por retarme, por lo que e notado que te gusta hacerlo.- sonrio.
Ian me mira de una forma juguetona, pero en un segundo le cambio el aspecto, me tomó de la mano y me llevó al sillón.- Siéntate, ya vuelvo.- me senté, estaba sintiendo un poco de calor, no tolero el calor en estos momentos, me quité la sudadera y la dejé a un lado del sillón, me sentía cansada, me solté la cola de caballo y frote un poco la cabeza. Miré mis brazos y manos, aún seguían marcados, sólo pocos sanaron, pero la mayoría aún seguían ahí.
Sentí caer algo sobre mi pierna, un líquido oscuro, me miraba los brazos para comprobar pero me di cuenta al saborear algo metálico, era de mi nariz, al levantarme y tratar de llamar a Ian sentía mareos, todo se movía, trate de caminar pero me había tropezado con algo.- Ian.- logré decirlo. Mis ojos pesaban.
-Sólo esperaré a que cambies, no falta mucho para que el venga a buscarte.
Escuché una voz, después de éso un sonido muy agudo y doloroso inunda mis oídos grito, grito y trato de cubrir mis oídos pero nada, aún podía escuchar el sonido, sentí algo tocarme, entré abrí los ojos y creo que era Ian, se me hacía difícil poder identificarlo, el sonido se intensificó aún más que ya no pude soportarlo.
[Ian].
Al mirar el rostro de Scarlet pude notar un poco de sudor en su frente y un color rojizo en sus mejillas.La tomé de la mano, y la senté en el sillón.- Siéntate, ya vuelvo. - le indiqué. Subí las escaleras y busqué un cambio de ropa para ella y algunas otras cosas que podría darle, medicamentos, parches fríos, etc.
Escuché un golpe, me apresuré pero dejé caer todo en cuanto escuché un grito, bajé lo más rápido posible y me puse a su lado, tenía sus ojos cerrados, las manos cubriendo sus oídos y su nariz sangraba, gritaba muy fuerte. Traté de tranquilizarla, al tocarla estaba muy tensa y hacía fuerza, llamaba su nombre pero parecía no escucharme, la sujete del brazo y espalda pero pareció haberse desplomado.
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Knowing the Darkness
Romance*Esta historia está por terminar y muy pronto editada* Esta es la historia de una joven de 19 años llamada Scarlet Midnight, quién a vivido su vida como cualquier ser humano, o éso es lo que pensaba. Ella creía que los notorios problemas en la rela...