Desperté por culpa de un repentino mareo que sentía, me senté en la cama y miré el reloj, eran las dos y media de la madrugada. Traté de respirar on do y relajarme pero me tuve qie levantar de inmediato a correr al baño y vomitar, no sabía la causa de limpié la boca y me senté recargada a la pared por que aun tenía ganas de vomitar, respiré y traté de relajarme para dejar de vomitar, no pude, me sentía fatal y no tardé de vomitar de nuevo, me cuerpo se sentía mal por las arcadas y hacer el esfuerzo para que todo saliera. Jale de la cadena del inodoro y me paré para encender la luz del baño, agarré mi cepillo de dientes y la pasta para poderme lavar los dientes, me miré al espejo y tenía un mal aspecto, piel amarillenta, los golpes aún no se quitaban por completo estaban en la fase final de sanación, terminé de lavarme los dientes y de pasada lave mi cara.
Salí del baño y miré la hora, eran las tres de la madrugada, mis ganas de seguir durmiendo se esfumaron, caminé a dónde estaba mi puerta de cristal, le quite el seguro y la deslicé para abrirlo y pude sentir la fresca brisa, se sentía genial en estos que me siento del horror, el frío me ayuda mucho; volví a entrar y me puse la sudadera de Ian y salí a sentarme en un sillón/silla que tenía en el balcón. La noche era perfecta, tranquila y hermosa, la brisa movía las hojas de los árboles creando leves sonidos y se podía escuchar uno que otro búho, todo era relajante; las estrellas brillaban y para finalizar la perfección, era lo suficientemente oscuro para que se pudieran ver las luciérnagas en mi patio y bosque. Mi vista estaba fijada en el paisaje hasta que toda la paz fue interrumpida por el sonido de un auto, me puse de pie y entré a mi habitación, cómo tenía unos shorts cortos me los cambié por una pantalonera para dormir, paré en seco cuándo escuché que alguien levantaba la voz; pude saber que es lo que iba a suceder cuándo bajara por un vaso de jugo. Salí de la habitación y bajé las escaleras con el propósito de sólo llegar a la cocina, tomar mi jugo y subir, sin parar, estaba a la mitad de las escaleras y me miró.
- Mira a quien tenemos aquí.- estaba ebrio, apestaba a licor.- Ni un "hola papi"?.- seguí bajando las escaleras y caminé a la cocina cómo si el no estuviera hablando me.- Qué, no puedes hablar?.- tomé una baso del estante.- Porque si no puedes hablar te puedo meter a una clase de sordos o eres retrasada?.- abrí el refrigerador y vertí jugo en el baso y cerré el refrigerador, lo último que comentó casi hacía que rompiera el vaso, estaba molesta.
Bebí el jugo de un sólo sorbo y al saborearlo lo tragué todo muy rápido, sabía horrendo, el me sujetó de la muñeca volteandome para verlo.
- Qué quieres?.- pregunté lo mas seca que pude con el ceño fruncido.
- Te supo bien?.- Tenía una sonrisa en su rostros pero me daba una mala sensación yo sólo lo miré confundida.- Te gustó?.- Cómo es que el podría saber éso? En este momento estaba muy confundida.
- De qué estás hablando?.- trato de hacer que el diga algo más al respecto sin yo decir nada sobre lo que me pasa.- Y sueltame que estás ebrio.- traté de quitarme su mano de encima con un movimiento de brazopero no pude. Escucho cómo alguien bajaba por las escaleras, entró apresurada a la cocina y me quitó la mano de John de encima poniéndose frente a mi.
- Déjala en paz qué estas ebrio, no piensas bien y no sabes lo que estás diciendo.- mi madre le alzaba la voz y hablaba con firmeza, es la primera vez que veo a mi madre de ésta manera contra John.
- Buen.- respondió molesto, caminaba en dirección a uno de los cuartos de invitados sin antes girar la cabeza para vernos y sonreir. Ésto no me estaba gustando para nada, es la primera vez qué el muestra demasiado interés en algo en mi desde hace mucho tiempo.
- No sabe nada, todo saldrá bien.- ahora era mi madre, cómo es que ambos saben por lo que estoy pasando sin que yo comentara algo.
- Sólo vine a tomar jugo, éso es todo.- no quería seguir con ésto en éste preciso momento.
ESTÁS LEYENDO
Knowing the Darkness
Romance*Esta historia está por terminar y muy pronto editada* Esta es la historia de una joven de 19 años llamada Scarlet Midnight, quién a vivido su vida como cualquier ser humano, o éso es lo que pensaba. Ella creía que los notorios problemas en la rela...