Mi respiración era débil pero gracias a ello pude disfrutar del esquicito aroma de Ian, en éste momento sólo me concentro en ello, respirar profundamente su olor. Lo había tomado por el cuello de su camisa acercandolo más a mi, pude sentir cómo sus manos bajar de mi espalda a mi cintura, lo tenia cada vez más cerca a mi, al punto de rozar mis labios con los suyos, tenía un impulso de morder y sentí la garganta seca acompañado con un golpe de dolor haciendo que cierre los ojos y llevar una mano a mi cabeza. Mi cuerpo estaba reaccionando por si mismo.
Fueron segundos el tiempo qué duró la ola de dolor, cuándo abrí mis ojos solté a Ian, retrocedí a una distancia que evitara que lo ataque sin antes pensar.
- Lo siento, no puedo estar cerca de ti.- me abracé a mi misma. Me sentía muy culpable, triste, sola, casi hacia algo de lo que me iba a arrepentir después.- algo está ocurriendo en mi cuerpo y casi te ataco. Mi cuerpo está actuando por si mismo y se que es muy tonto al escucharlo pero es cierto.- levanto mi rostro seria y con una postura derecha.- Por tu seguridad es mejor que tengas una distancia hacia mi.- caminé con paso seguro hacía la puerta, pasando por su lado, tenia la mano en la perillade la puerta y la había abierto un poco pero su mano la vuelve a cerrar.
- Crees que eres la única que trata de controlar sus impulsos?.- me acorrola contra la puerta girando mi cuerpo para verme a la cara.- Es casi siempre que me tengo que controlar para no morder tu cuello, brazo, pierna, lo que sea de ti. Trato de no perder el control y enfocarme mejor en tu seguridad y salud.- reposa su cabeza sobre mi hombro poniendo su cuello frente a mi labios. Mis labios rozaban la piel de su cuello provocando otro de mis impulsos.
Cerré mis ojos por el dolor, mordí mi labio inferior para no perder el control. Al hacerlo brota un poco de sangre que cae hasta mi barbilla, no había sentido lo fuerte que mordí mi propio labio. Todo ésto es culpa suya, porque me hace esto?. Al parecer olió la sangre porque había levantado la cabeza para mirar atentamente mi labio, acercaba su rostro al mío, cerré los ojos, no supe por que pero los cerré, pude sentir algo húmedo y tibio sobre mi labio haciendo que abriera de golpe los ojos. Habia pasado su lengua sobre mi labio manchado de sangre. Me quedé tiesa, no me lo esperaba para nada, sentía cómo la cara se me ponía caliente.
- Tú también deberías mantener tú distancia y cuidado conmigo.- y ahí estaba el Ian que había conocido aquél día en la azotea del instituto. Tenía una sonrisa con una mirada tan sexy y sensual, abrió la puerta y salió por mi lado cerrando la puerta a su espalda.
--Que diablos había pasado?--
Me quedé parada en el baño por unos segundos sin haberme movido, tenía en blanco la mente hasta que de golpe me llegó de nuevo lo que había pasado, me puse de cunclillas y cubrí mi cara con las manos. El palpitar de mi corazón resonaba por todo mi cuerpo. Porqué no hice algo al respecto?. No lo podía creer, sentí cómo se me ponía una leve sonrisa en los labios, el hizo éso, la sonrisa se hizo más grande. Agite la cabeza y me puse de pie.
- No fue nada.- Dije para mi misma mientras me miraba al espejo.- No creo que fue algo en serio.- me sentí un poco mal aún que yo fui quien lo dijo.
Me enjuague la cara con agua fría y me seque con una toalla. Mi cara no estaba tan roja ahora por lo que decidí salir del baño. Caminaba por el pasillo cuándo miré a Leti caminar con el plato y taza vacíos a la cocina, me sonríe haciendo que le devolviera el gesto y continuó su camino. Estaba por entrar a la area de la sala en dónde miro a Ian sentado en el sofá mirando la televisión pero pareció notar mi presencia que mi mira y sonríe haciendo que yo desvie la mirada a la televisión.
- Bien, nos vamos?.- Pregunta animada mi amiga poniéndose a mi lado. No me había dado cuenta cuando regresó Leti por lo nerviosa que estaba.
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Knowing the Darkness
Romance*Esta historia está por terminar y muy pronto editada* Esta es la historia de una joven de 19 años llamada Scarlet Midnight, quién a vivido su vida como cualquier ser humano, o éso es lo que pensaba. Ella creía que los notorios problemas en la rela...