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El sonido de las pisadas de caballos resonaban en todo el bosque, cubriendo sus sentidos, llenandolos de ansiedad, por querer descubrir al enemigo.

Cuando salieron del reino, de aquella área donde se sentían seguros, supieron que ya no había marcha atrás, era real.

Todo esto era su realidad.

-¡Rey Chael! ¡Se cree que estamos a 30 minutos del impacto con el ejército contrario!

Escuchó a uno de sus fieles soldados.

Él pertenecía a la tropa 01, la importancia de la eficacia de su labor era fundamental para intentar crear una posibilidad donde la victoria caiga en sus manos.

-¡Mike! ¡Dirige tu caballo hasta el Sur, retrocede alrededor de 100 kilómetros, ahí debería estar la tropa 05!- Empezó a dar órdenes.

-¡Señor!- Gritó su soldado en respuesta, para que el Rey sepa que está siendo escuchado.

-¡Informa sobre la ubicación del enemigo! ¡Ve, Ahora!- Volteó un poco su cabeza, para mirarlo de reojo, fue que le dio una sonrisa, tan pequeña como sus esperanzas de vida después de ésta guerra.- Suerte, querido soldado.

Le dijo, sólo para él, porque si Min era sincero, su misión era imposible de cumplir, y si lo fuese, para ello toda su tropa, incluido él, debía morir.

Y tan sólo esa idea era desoladora, perder injustamente a su pueblo, su hogar, que con tan recelo cuidó, hacía su corazón fallecer.

-¡Si, señor!

Con firmeza el Alfa cambió el rumbo, dándole la espalda a toda la tropa, haciendo que su caballo corra velozmente.

Todos sus compañeros vieron cómo se iba, se dieron el lujo de despistarse por segundos, para nuevamente fijar su vista al frente.

Nerviosos siguieron su rumbo, cada uno en su propio mundo, donde sus familias los abrazaban y agradecían por su arduo trabajo del día a día.

-¡Señor! ¡Deberíamos estar a 20 minutos para el impacto!- Avisó.

Al instante el Rey alzó su mano derecha, todos entendieron.

Era una orden silenciosa, que decía "Alto".

Obedecieron, nadie tenía el privilegio de ir contra su voluntad, ahora no.

-Escuchen, nuestra misión está casi completada. YoonGi ha recalcado que no debemos buscar la confrontación, que lo único que debemos hacer es informarle la ubicación del enemigo, pero... No lo creo así.- Dijo, mientras soltaba las cuerdas que manejaban al caballo- Yo puedo entender a mi hijo, sé que no es coincidencia que todos los presentes de la tropa de la que estoy a cargo sean soldados élites de los élites...

El Alfa vio los rostros de confusión, mordió sus labios un poco, era difícil pedirles a su gente que mueran en la batalla.

- Mi Rey... ¿A qué se refiere?...

Uno fue el valiente que se hizo al frente de la duda.

-Nuestra misión es informar, sí, pero no debo ser honesto para decir que es casi una afirmación que vamos a perder, no estamos luchando a iguales, soldados, en nuestras manos tenemos la fuerza para generar una oportunidad de que nuestras familias puedan disfrutar de la vida... Luchemos- Exclamó con determinación.

Silencio...

Silencio fue lo único que reinó entre esa tropa, fueron segundos que parecían horas.

- Sé que es difícil, me duele pedirles esto... Pero quiero que mueran para asegurar a la parte del pueblo que no está en guerra, a sus familias... Sus padres, parejas, hijos, amigos... Aquellos que quieren proteger y que no tengan como recuerdo a la sangre derramada de este día. Si no pueden, no pienso obligarles, tienen la oportunidad de irse... Sólo quiero decir, que las guerras no perdonan, ni siquiera a los niños. Aquí les pregunto, ¿Morirían por ellos?- Terminó de hablar, a pesar de que no podía bajar la cabeza ante nadie, lo hizo, en signo de respeto a sus soldados.

Todos dudaron, tenían miedo a algo tan irracional como es la muerte, pero aún así, ellos amaban y valoraban, a pesar que después de ésta decisión sólo sean un recuerdo para sus familias, preferían morir por ello.

- Al final voy a terminar muriendo, si el fin de mi existencia significa el perdurar de mi esposa, que así sea.-Uno de ellos asintió.

Los demás no se tardaron en aceptar la petición del Rey.

-Señor... ¿Qué debemos hacer?- Uno preguntó.

-Rey, estamos a 15 minutos para el impacto.- Informó un soldado mientras veía hacia su mapa.

-Bien, MinJae, informa a la tropa 05 sobre la ubicación y tiempo de impacto con el enemigo.- Empezó a hablar, mientras sus manos nuevamente tomaban las cuerdas de manejo para el caballo.

-¡Si, señor!- El Alfa no esperó para acatar la orden.

Con él, ya su trabajo asignado estaba completado, la información le llegaría a su hijo a tiempo.

-Ahora, todos los presentes, nuestra nueva misión es provocar desorden, hacer que sus líneas de ataque y defensa tengan que separarse, ellos son fuertes por su cantidad, nosotros somos fuertes como unidad.- Planteó y empezó a galopar- De esa manera, también ganaremos tiempo, ¿Entendido?

-¡Si!- Al unísono gritaron.

Su charla había durado 5 minutos, sólo contaban con 10 minutos.

10 minutos antes de morir.

A lo menos deseaban poder darle un último beso, un abrazo y un simple "Te amo" a su familia.

En su interior, lloraban, gritaban y padecían del miedo.

Por fuera, eran tan duros como una roca.

-Perdóname, Sully...

1/¿?


Lo siento por la tardanza, no me he sentido bien emocionalmente y en verdad que no quiero darles capítulos pobres y feos. :c

Espero no me hayan olvidado, bebés.

Y por cierto, voy a empezar una mini maratón de capítulos de NPUM. :3

Nacido Para Un Min |YM|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora