-La luna se enamoró del Sol, el Sol se enamoró de la Luna, pero su amor no pudo darse, se amaban a pesar de que jamás podrán encontrarse, de que sus destellos no se pudieran mezclar, por eso la Luna bendició al clan Min, dándole la oportunidad de recuperar a su amada, oportunidad que ella jamás podría tener, con un amor tan recíproco, hermoso, un amor capaz, sin temores de por medio.
La Luna sigue amando, antes, ahora y después. Por siempre.
El chico dejó de leer, sentía las lágrimas desbordar de sus ojos.
-Ah.. Por la Luna, que sensible soy..
Dijo limpiando el rastro de llanto, cerrando el libro y sobreponiendolo por encima de la montaña de escritos. Aquella leyenda era una de sus favoritas, había demasiadas las cuales no alcanzó a leer, suspirando cuando le parecian aburridas, llorando cuando constaba de muertes, gritando por la impotencia, dando gritos de guerra cuando de lucha se trataba.
Agarró otro libro pero este parecía demasiado antiguo, con la portada manchada y rasgada, más parecía un diario, oh, si, es un diario.
Lo abrió por la intriga, pero nada, solo había hojas en blanco, hallando entre tantas un nombre.
"Min Know"
¿Qué hacía el diario de un Min en la biblioteca real de los Park?
Dandole otra ojeada más, frustrandose por no encontrar nada, lo dejó dentro de su mesa de noche, por si las dudas.
Se quedó leyendo, libro tras libro, suspirando por las bellas historias de amor de cada generación, por los mitos tan magníficos y a la vez irreales.
No se dió cuenta de la hora, se supone que hoy día vendrian los Min para otra visita en donde los prometidos se conocieran mejor.
Espera.. ¿Qué hora era?
6:34
Mierda, en exactamente 26 minutos entrarian, en aquellos 26 minutos tendria que bañarse, cambiarse y arreglarse tal como le enseñaron. Y si tan poco tiempo tenía ¿Porqué sigue hablandose a sí mismo?.
-¡Ah! -Botando los libros de sus mantas corrió hacia su ducha.
Sin duda iba a ser un día grandioso, pensó mientras refunfuñaba por tener que someterse a un agua tan fría en menos de 1 minuto.
....
-¡Joven JiMin! Sus padres están llamandolo para recibir a los reyes Min, apurese, por favor.
Escuchó, luchando con la corbata negra, era lo único que le faltaba a su gran atuendo.
Estaba hermoso, su cabello castaño brillando, su traje quedándole a la medida, su camisa perfectamente planchada, sin rastros de arrugas.
Bien, 30 minutos y estaba más que bien.
1 punto para Park JiMin.
Ahora con paso ágil salió, poniendose al lado de su madre, la cual vestía un traje rojo ceñido a su figura femenina tan escultural.
-Buenas, padre, madre -se reverenció.
Sus padres le sonrieron. Había llegado justo cuando la puerta fue abierta.
Los mayores de inmediato se adentraron al jardín del castillo, dejando solos a los menores.
Oh, se podía sentir la tensión e incomodidad por parte de ambos, cosa que molestaba al Omega, quien se comenzaba a acostumbrar.
-¿Podemos hablar? -Dijo por fin el Alfa.
-Claro.-respondió, guiandolo hasta un sofá marrón.
-Iré directo al punto, yo no quiero esto y creo que tu tampoco, no sé porqué me comprometieron contigo si sólo me falta 1 año para mis 22 -suspiró -¿Conoces la historia? La de Min Know.
Asintió, recordando todo lo leído.
-A los 22 sabré quién es mi Omega, mi alma destinada, la ley sobrepone a nuestro predestinado que un compromiso, por eso, hasta que ocurra, tendremos que actuar, y me gustaría que pongas de tu parte ¿Lo harías?
Actuar, nunca en su vida se sintío tan mal, mentirles a sus padres, pero en parte era su culpa, el nunca quizo esto, jamás.
-Bien, Min YoonGi.- sonó firme, pero en su interior lanzaba gritos de angustia.
Por fin el pelinegro sonrió, él correspondió.
-Pero para actuar necesito conocer el campo, así que, hablame de ti, JiMin.
Por fin.
-Bien, tengo 16 años, soy Omega de lobo, dentro de 1 mes aproximadamente cumpliré mis 17, uhm, ya no sé que más decirte.
-¿Qué cosas te gusta?
-Bailar, cuando mis padres se van es lo que mayormente hago, después sé cocinar muy bien, me gusta las fresas y el chocolate, pasear y sentirme libre.- decia con una nostalgía que ocasionaban un brillo en sus ojos- ¿Y a ti?
-Ah, me gusta tocar piano, se me da de componer canciones últimamente, aunque no me gusta pasear, si me encanta sentir la brisa de la mañana y el Sol cubrirme el rostro.
El omega se sorprendió, nunca había visto un espectáculo de piano en vivo, ansiaba tener la oportunidad de verlo.
-¿Podrías enseñarme a tocar el piano?
-¿Ah? Claro, no hay problema.
-Pediré a mis padres que compren uno, no tenemos.
-Yo sí tengo uno en mi casa.
-Ah, si, pero yo no podré ir a tu casa.
-¿No te dijeron tus padres? Desde hoy vivirás en mi castillo.
Y no pudo responder, mordiendo sus labios con un poco de tristeza, otra cosa que sus padres le imponieron, genial.
-Supongo que no lo sabías, pero bueno, ya te lo comunicarán cuando vuelvan.-el pelinegro volteó hacia donde ruidos se aproximaban -Mira, ya están viniendo.
Ambos se enderezaron y JiMin no se sentía completamente cuerdo, las voces se oían tan lejanas a él.
-Bien, eso es todo, Nora, cualquier día puedes visitarnos.
Dijo la señora Min ¿Cuánto tiempo había pasado? No lo supo, solo cayó en cuenta cuando ya estaba a kilómetros de su hogar, con completos extraños frente suyo en una limosina.
Sentía el comienzo de su tormenta, adiós calma, sarcástico pensó.

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Nacido Para Un Min |YM|
Fanfiction-Entonces es un trato, Park JiMin es de Min YoonGi. ¿Que pasaría cuando se enterara que desde la cuna tenía alfa? •Contenido homosexual. •No adaptaciones sin mi permiso. •Primera historia de su humilde escritora. •Omegaverse. •Todo comentario negat...