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Un adolescente corría mientras esbozaba una risa, siendo perseguido por su primo SeokJin.

-¡Te atrapé! -escuchó y poco después sintió ser abrazado por su primo favorito.

-Joo, no vale Hyung.-dijo haciendo leves pucheros.

-Perdiste, ahora me debes pasar el número de tu amigo NamJoon.

-¿Tanto así te gusta? Espera busco su número.- sacó su celular y entre todos sus contactos se detuvo en uno- Bien, toma, es aquel.- Le tendió el aparato mientras el otro lo agendaba.

-Gracias, sé que él es mi alfa, solo falta que me conozca.

-¿Porqué no le hablas Jinnie?

-Tengo miedo, demasiado ¿Y si me ignora? ¿Si no le gusto? -tantas preguntas tan negativas pasaron por su mente.

-Ya, Jinnie Hyung, no se ponga triste, mejor vamos a comer, mis padres me tienen que decir algo muy importante y estoy ansioso.

-Oh, cierto, me pidieron que te pongas traje y maquilles un poco.

-¿Que? ¿Porqué? -Frunció su ceño, pareciendo más que enojado, tierno.

-No sé, eres el príncipe JiMin, seguro ya te han emparejado con algún heredero.

-¿Lo crees? Bueno, no es que me tome de sorpresa, siempre me educaron para ser un buen Omega, aunque siempre me hubiese gustado...

Calló sus propias palabras, "Me hubiese gustado una historia de amor", sabía que no la tendría, si era verdad y estaba comprometido con algún Alfa desconocido, no habría amor de por medio, sonriendo con ironía negó a sus posibilidades de escenas románticas, de que alguien lo ame.

-¿JiMin? ¿Que pasó? De la nada te callaste.- lo tomó por los hombro y preocupado tocó su frente -No tienes fiebre.

-Nada Hyung, vamos por unos pasteles.- sonrió nuevamente despejando su mente.

-Vamos.


....


Sus padres lo miraban de pies a cabeza, buscando algún detalle incorrecto, nada, todo en él estaba perfecto.

-¿Padres? Me están asustando, ¿Quién vendrá?

Los señores que lo analizaban se enderezaron.

-Oh, bebé, ya lo verás.-dijo su madre nuevamente animada.

Y justo cuando iba a preguntar más, la gran puerta del castillo fue tocada, anunciando la llegada de sus invitados.

-Ya están aquí -Dijo su madre ahogando un chillido, automáticamente se puso nervioso, tanta intriga lo mantenía ansioso.

La ama de llaves abrió la puerta y dejó pasar a los señores Min, posó su mirada en ellos para poder ver una cabellera negra atrás de los reyes.

-¡Sully! De tiempos -Las Omegas se abrazaron, los Alfas repitiendo el acto finalizando con unas palmadas.

Él no entendía aún ¿Porqué estaban aquí?

-Bueno.-carraspeó su padre, él al instante lo miró, buscando respuestas- Los reyes Min vienen a nuestra humilde morada por que necesitas, JiMin, conocer a tu prometido.

Prometido, aquella palabra llegó como bomba a su cerebro, no lo quería aceptar, pero al final algo dentro de sí lo asumía, sus padres elijieron por él a su compañero de vida, algo que pensó, era sólo su opción.

-Vamos, hijo, presentate- su madre le hizo avanzar un paso, más cerca de los Min.

-Buenas tardes reyes Min, príncipe Min, mi nombre es Park JiMin, príncipe de los reinos Park- pronunció, después de haber aclarado su garganta, mordiendo sus labios.

-Buenas tardes, querido Jimin, saluda tu igual hijo.

Y lo hizo, una voz ronca se presentó, Min YoonGi así se llamaba su prometido por obligación.

-Los dejaremos para que se conozcan, tratalo bien JiMin.

Se quedó como piedra durante segundos largos, solo reaccionó cuando sus padres y los señores ya no estaban, dejandolo solo junto al joven que lo miraba sin expresión alguna.

-Bu-Buenas, yo..

-No tienes que presentarte más, con todo el respeto, no me interesa, con sólo saber tu nombre me basta y si mi madre pregunta, hablamos sin parar.

Lo interrumpió, bufando solo lo vió sentarse en el mueble y sacar su celular.

Muy bien, la palabra amor la empezaré sacando de mi diccionario, Pensó JiMin.

La luna después de tanto tiempo los miró, sin negar nada, nunca se equivocaba, aquellos iban a mirarse con amor algún dia.

Sólo que no dijo cuando.

Nacido Para Un Min |YM|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora