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-Joven Min, Joven Park, sus padres los esperan para la hora del desayuno- Tocó una de las muchachas de la servidumbre, despertando al menor, quien talló sus ojitos.

-¡Ya bajamos! Gracias- Levantó la voz para que lo escucharan al otro lado de la puerta, aún acostumbrándose a la luz mientras miraba a todos lados.

Se suponía que por estar comprometidos no podían dormir juntos, pero vamos, la mamá de YoonGi no era una insensible, al ver como su hijo abrazaba al omega, le fue imposible alejarlos.

-Yoonie, vamos a desayunar amor.

-Unos minutos más bebé.

-YoonGi... Levantese ahora alfa- Reprochó el menor, mientras repartía besitos en la frente y nariz del mayor.

-Que bonita forma de despertarme bebé, a este paso me haré el dormido por unos piquitos tuyos- Susurró ronco, mientras su primera imagen en la mañana fue un pequeño príncipe sonrojado y haciendo un puchero.

-Bobo~

Ambos sonrieron y se dieron un beso corto, entrelazaron sus dedos y juntos salieron de la cama.

-Amor, iré a mi cuarto a cambiarme, nos vemos abajo- Se despidió JiMin y se apresuró en entrar a su habitación, se dio una ducha rápida y cambió sus prendas a unas mas cómodas.

Justo al salir se encontró con quién esperaba no ver, levantó su rostro y sonrió.

-Hola Príncipe Park.

-Hola, Yoona.

-Me alegra que haya vuelto, disculpe a esta servidora por no estar presente en su llegada.

-No me es molestia, tenlo por seguro, ni siquiera me percate.

Los dos omegas se miraron y Park fue el primero en romper contacto visual, pasando por su costado.

Mientras la omega sonreía y escapaba de sus belfos risas sarcásticas.

Que incómodo, pensó el príncipe, dando una última mirada a la sirvienta, escaneandola y al parecer ella también lo hacía a él, entrecerró sus ojos y antes de dar la vuelta ella le sonrió, sacándole una mueca.

Dejó ir pasar esos tratos, no se iba a dejar intimidar por una muchacha de la servidumbre.

No la menospreciaba, simplemente era Yoona, le caía mal.

En el camino a la sala de comedor halló a Jin junto a Nam.

-JiMinnie, veo que no somos los únicos tardones, es mejor bajar rápido.

-Si, yo me quedé dormido con YoonGi.

La charla entre sus mayores lo hicieron olvidar del momento junto a la omega.

-Veo que las parejitas se acordaron despertar tarde- Sonrió la reina mientras su esposo comía en silencio, como siempre, YoonGi ya estaba sentado esperando a su omega.

JiMin ocupó asiento al lado del pelinegro y al frente suyo se sentó Nam y Jin.

-Me alegra que cada vez desayunemos con más personas, antes el castillo era muy sombrío y ahora se siente cálido, creo que es por ti JiMinnie.

-¿Crees? Amor, fue totalmente JiMin quién cambió el ambiente- Por fin rompió su silencio el Rey.

Los comentarios hicieron abochornar al más joven.

-Gracias, suegritos.

-No es nada, hijo, estamos contentos que seas tu.

Justo después YoonGi en silencio entrelazó sus dedos, sonrió y siguió comiendo.

-Yo también pienso lo mismo, amor- Susurró en su oído.

-Y diganme, Jin, ¿Qué lugares piensan visitar hoy? Es el día libre de JiMin y YoonGi, porque como ya deben saber, tienen que seguir su ensayo para la boda- Les hizo recordar.

-Oh, es verdad, me había olvidado por completo.

-Y ya que NamJoon y Jin están aquí, pueden ensayar con ustedes, quizás para algún plan en el futuro- Levantó sus cejas.

-Mira que buena idea ¿Verdad NamJoon?- Dirigió su habla Jin, esperando que su novio entendiera.

-¿Eh?

-Ensayar, para un futuro...

-Ah, si, si- Dijo aún sin comprender, solo seguía la corriente.

JiMin aguantó la risa, su mayor siempre captaba las insinuaciones tarde.

-Nam, creo que se refiere a algo parecido a un anillo- Habló Min- O mejor dicho un anillo, no sé.

-¿Ah? Oh... ¡Oh!- Recién comprendió y giró para mirar directo a Jin.

-No pues se me quitaron las ganas- Indignado levantó su rostro.

-Vamos amor, todo a su tiempo- Habló solo para ellos dos- Jamás dije que no, solo espera y tu alfa sabrá como hacerlo.

-Esta bien Joonie, pero que sea lo más rápido que puedas.

-Tenlo por seguro.

La reina no podía dejar de sonreír, era muy lindo ver a dos parejitas que se aman, con un suspiro agarró la mano de su esposo y la acarició con su pulgar.

No había nada que interfiriera, no entre las paredes del castillo Min.

¿Verdad?


( ̄(エ) ̄)

-¿Ya están listos los soldados?

-Señor, están más que listos, sólo esperamos su orden.

-1 mes, demosle un mes más, luego vallan y destrocen su reino, muestrenle como es vivir entre la miseria y rogar por ayuda.

-Entendido.

Nacido Para Un Min |YM|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora