Nacido Para Un Min |YM|

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Habían pasado 2 semanas desde la presentación de la futura pareja, los rumores no se hicieron esperar, ambos pueblos iniciaban sus especulaciones, causandole nervios al Omega.

Estaba caminando tranquilo por las pacificas calles del mercado central, sonriendole a todas las personas que se reverenciaban.

- ¡Hola, Jae! -caminó con una sonrisa hasta el panadero, abrazandolo, entrando al humilde local -¿Tienes pan integral? Necesito 5 kilos. -dijo sentandose mientras doblaba su camisa- ¿Te ayudo a amazar? Sabes que amo la repostería.

El otro asintió, dandole espacio en su cocina.

-Oh, JiMinie, ¿Son verdad los rumores? ¿Estás comprometido con el principe Min?- Dijo alzando las cejas, picaro.

-¿Qué?¿Cómo lo sabes? -Lo miró buscando respuestas.

-Los rumores corren como el viento JiMinie, ahora dime, ¿Es cierto?

-Si, muy cierto y desearía que fuera mentira ¿Sabes? No le digas a nadie que te dije esto pero es un grosero de primera, o a lo menos parece así, de las 3 veces que nos vimos solo compartimos un tremendo aura de incomodidad, es tan frustrante -Jae lo miraba cómico -¿Qué?

-Se nota que no te cae, podria jurar que esa masa está gritando auxilio.

Fue cuando cayó en cuenta como sus manos estaban rojas, de tanto amasar.

-Ah, perdona Jae.- vió la hora- Oh mi diosa, se me hizo tarde, necesito los panes.

-Claro, toma Minnie, espero vengas pronto.

-Ah cierto, Jae, ¿Como te va con BamBam?

-¿Qué? Ah, JiMinie tu siempre siendo un chismoso, vamos bien, aceptó mi cortejo hace poco.

-¡Qué bien! ¡Adiós, Jae!~

Sonriendo JiMin se despidió, saliendo de la panadería familiar de su amigo.

....

-Buenos días, señorito, sus padres salieron a pasear y escuchar al pueblo.-lo recibió como siempre su nana.

-Oh, está bien -Sus ojitos se iluminaron- ¿Hacemos tortitas?

-Hace tiempo que no cocinabamos juntos, me trae hermosos recuerdos -sonrió la beta con nostalgia.

-Entonces vamos, no perdamos tiempo valioso.

-Si, si.

Ambos fueron hacia la cocina, convenciendo al cocinero que los dejara hacer de las suyas, jugando con la harina, manchando narices.

Ya habían puesto las tortitas en la mesa, comiendo con calma mientras untaban la crema encima, entre conversaciones tranquilas.

-Terminé Suri, dejo esto en el lavabo y me retiro, dile a los reyes que ya he cenado ¿Si?

-Claro jovencito, déjeme a sus padres a mí.

Abrazando a Suri cumplió lo que dijo y caminó hasta su alcoba.

-Woah, me había olvidado de ustedes.- dijo observando los libros- Bueno, me cambio y los ataco.

Sonriendo, fue hasta su ropero y sacó unos shorts junto a un polo negro manga larga.

-Bien, al ataque.- se sentó cual indio y agarró el primer libro que se haya topado con su vista.

"Rutina de un Alfa Min"

En estos casos el celo empieza cuando reconozcan a su pareja destinada, siendo prácticamente una obligación biológica consumar sexualmente, no es recomendable los supresores puesto que la parte animal pensará que está siendo rechazada, entrando a un estado de parálisis.

-Oh por la Luna, si fue una bendicion para Min Know, siento que no dicen lo mismo su descendencia.

Demasiadas reglas, recién habia leído 5 libros.

-Bien, suficiente con esto de los destinados, me estoy perdiendo.- dio leves palmadas en sus mejillas.

Tomó un nuevo libro, éste explicaba el origen del clan Min, su recorrido hasta formar su propio reinado y las leyes que se formaron conforme el paso del tiempo descubrían conflictos.

Y si se habia mareado por tanta información antes, ahora estaba perdido absolutamente.

Leer tanto le daba sueño, por eso, abrazado a un libro fue como cayó en el mundo onírico.

Culminando un día agotador, sin duda esto era como la calma antes de la tormenta, ya que se acercaba su cumpleaños llevando de la mano a su celo, algo del cual temía sin dudar.