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-¿Qué deseaste JiMinnie?

-Eso no se dice, Yoonie, si te digo no se cumplirá.

-Jo, bueno ¿Me regalas otra pieza? -Se reverenció tendiendo una mano.

-Por supusto, príncipe -Sonrió, mirandolo a los ojos y notando la galaxia en ellos, se quedó embobado que no supo cuándo la canción dejó de tocar y sus cuerpos de bailar, sólo se veían con tantos sentimientos en sus mentes.

-¿Comemos? Quiero probar la delicia del cocinero real.

Dijó después de minutos en silencio y caminarón hasta tomar dos platos de aquel pastel de 3 pisos.

-Esta bueno.

Admitierón ambos y al terminar los padres de JiMin se acercarón.

-Feliz cumpleaños, bebé, tu padre y yo te compramos el libro de aquel autor que te gusta, ese JungKook.

El omega abrió los ojos lo más grande que pudo.

-¿Jeon JungKook? ¿El mismo Jeon JungKook? Pero solo pocas personas lo obtienen.

-Hijo... somos de la realeza ¿Porqué no tenerlo?

-Oh.. cierto, me había olvidado.

Los mayores negaron y tendieron una bolsa de regalo traslucida.

-Ten.

JiMin abrazó con fuerza a sus padres, tomando el regalo entre sus dedos y mirandolo con una adoración descomunal.

Era el libro que desde que supó de él soñó con tenerlo entre sus brazos.

-¿Cómo sabían que era lo que quería de regalo?

-Una palabra, Suri.

Entendió, sus padres no estaban enterados de la pasión que le tenía a los libros, solo su nana Suri lo tenía en cuenta.

-Gracias, muchas gracias.

-Todo por mi bebé.

Sonrió, llevó su vista a el libro titulado "Save Me" trataba de un abogado que conoció a un criminal alfa, algo en él le decía que aquel no era culpable, por lo que se volvió detective y descubrió la verdad, pero sólo se sabía eso por Google, más quería leer la tan profunda narración de un amor que con el tiempo se formó.

-Iremos a hablar con los padres de YoonGi, nos quedaremos a dormir.

Así los adultos mayores se alejarón de su vista.

El omega se sentía normal, pero no daba en cuenta que su olor incrementaba con el pasar de los minutos, su celo estaba rozando y no lo sabia.

-JiMinnie.. ¿Vamos a la casa?

Todo en el menor se tensó, era cierto, hoy era ese "Gran" día, mordió sus labios y asintió.

-Vamos.. -Susurró cuándo al instante su mano fue tomada y jalada levemente hasta la salida, huyendo sin excusa alguna, cuál película de un amor prohíbido.

Ambos entrarón al auto lujoso del alfa, el cuál fue manejado por el mayor.

-JiMin.. bebé, tienes que tranquilizarte, no pienso hacerte nada ¿Si? Confía en mí, mi niño.

En la luz roja del semáforo el mayor juntó sus manos y las acarició.

-Sólo dormiremos, no te tenses, bebé.

El omega se sonrojaba conforme más apodos nombraba.

-Bi-Bien.

Mientras el alfa conducía lo más rápido que las leyes permitían, la casa estaba más próxima y el omega más caliente.

YoonGi cargó a JiMin cual princesa y ambos se adentrarón.

-Bebé, espera un momento.

Le dió un beso en la frente y lo dejó en la cama, bajó corriendo a la cocina y abrió un cajón de la alacena empotrada.

-Supresores.. supresores...

Buscó con la mirada y los encontró.

Justo cuándo tomó el agua en un vaso entre sus manos unos brazos atraparón su cintura, sintió como una pequeña nariz olió con pasión la curvatura de su cuello.

-Alfa~

Ese era el omega de su menor, tuvó que luchar con su alfa que deseaba saciar a su pareja. Pero YoonGi no quería eso.

-Bebé, ten esto.

El alfa en un rápido movimiento sentó al menor en la mesa y con sus dedos abrió la boca del omega, metió 2 pastillas y le dió a beber el agua.

-Ya pasará..

Besó su frente y con la mayor delicadeza del mundo lo cargó y llevó hasta su cuarto, lo depositó en las sábanas y rodeó con sus brazos.

-Mi bebé.. no quiero que pienses jamás que me voy a aprovechar de ti ¿Si? Aún no estamos bien, necesitamos tiempo, sólo quiero que sepas que te amo tanto como tú me amas, que desde que te conocí por muy frío que era, nunca dejé de mirarte, mientras tu pensabas yo reflexionaba "¿Acaso este era mi omega?" Y lo eres, estoy seguro -Llevó sus dedos hasta los cabellos desordenados del menor, acomodandolos- Mi alfa se siente tan bien contigo y perdóname si viste algo que no debías, pensé que Yoona era para mí, pero no fue así, fue mi único amor antes de ti y sólo quiero hacer las cosas bien, quiero que sepas lo que es una historia de amor, lucharé por los pedazos que rompí cuándo la preferí a ella antes que a ti, déjame hacerte feliz.

Y en todo el transcurso del discurso del mayor JiMin soltó ligeras lágrimas.

-Si.. si quiero que me hagas feliz, Yoonie.

Sonrió y entre su burbuja de amor juntarón sus labios, mirandose a los ojos, transmitiendose todo y diciendo nada, en un roce íntimo pero casto y puro, demostrando la paciencia de ambos para que su amor florezca y sea maduro, sintiendo por primera vez que estaba bien, que lo que hacían era lo que debía ser, sellarón su amor sin palabras, con un gesto perfecto para ambos.

Sintierón como por fin una pieza encajaba sin forzar nada, siendo ellos y sus corazones latiendo por el otro.

Nacido Para Un Min |YM|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora