En la sala de profesores, Sebastian Lacroix leía el periódico mientras el café humeante a su lado se enfriaba. La maestra Roberts, vestida de rojo, entró al lugar, sonrió y se le acercó.
–Voy a ser directa –comenzó. El hombre giro su vista–. Tú y yo. Quiero que nos divirtamos. Es una invitación abierta.
Lacroix miró la hora en su reloj, entonces se levantó.
–Ya tengo que irme, tengo entrenamiento.
Ella hizo una mueca y lo vio salir.
Cuando la hora de almorzar llegó, Sebastian miró por la ventana como la señorita Stacey caminaba hacia la salida, un profesor le preguntó si quería salir con ellos a comer algo, a lo que él se negó para luego arrepentirse y llegar a aquel restaurante en el preciso momento en que la maestra Roberts le decía a Stacey lo mucho que ese apuesto profesor Lacroix le había coqueteado por la mañana. Muriel parecía confundida, evitó mostrarse celosa ante aquel comentario, pero cuando lo vio llegar no supo ni de que forma actuar para que la tensión e incomodidad entre ambos no se notase. Lástima que él se adelantó y rompió el hielo hablándole a la maestra Roberts.
–Tiene razón, deberíamos divertirnos, veamos hacia el futuro.
Roberts sonrió con coquetería y Muriel bajó la cabeza.
Minutos antes de todo aquello, los chicos entraban a su salón de clase. Anne le dijo a Diana que no se fuera cuando la campana de salida sonara, debido a que ese día se tomarían las fotos del anuario, la chica Barry pensó que era mala idea, ya que no sabía siquiera si se graduarían, pero la pelirroja mantuvo su insistencia con respecto a ese tema.
–El anuario es una forma de registrarte en la historia para hacerte creer que vales algo –dijo Gilbert Blythe sentándose junto a ella.
–Oye, acepta. No te pongas filosófico –dijo Moody que estaba sentado en la otra fila–. La conversación se alargará.
–¿Anne? –llamó Jerry desde lo último del aula. Ella se giró– Sí, cariño, iremos.
Ella sonrió, bastante alegre. De pronto se fijó en algo.
–Jerry, ¿Qué te pasó en la boca?, ¿te volviste a pelear?
Diana escuchó eso y fingió escribir en un cuaderno.
–Una gata me rasguño -respondió.
–¿Seguro de que no fue un tigre? –preguntó Moody.
Él golpeo con sus dedos el escritorio, Diana esquivó su mirada.
–Mas o menos –respondió el muchacho Baynard.
Justo después de pronunciar esas palabras, el maestro entró y les empezó a dar las indicaciones para el examen que estaban a punto de hacer, varios muchachos comenzaron a pasar las hojas a sus compañeros, Anne miró la parte del escritorio de Gilbert, fue cuando se dio cuenta que estaba vacío.
–¿Estudiaste? –le preguntó.
–No, ¿para que lo haría? –respondió el chico.
Ella lo miró con confusión.
–¿Que dices? Dio los temas, ¿no estudiaste el fin de semana?
–No me dieron ganas.
–¿Y que vas a hacer con el examen? –pregunto Anne bastante preocupada.
–Escribir mi nombre e irme, no es para tanto –dijo Gilbert de lo más relajado.
La pelirroja lo vio a los ojos, parecía enfurecida.
–¿Por qué siempre haces esto, Gilbert?
Durante el resto de tiempo de la prueba, el chico se la paso con la cabeza recostada en su escritorio, incluso el maestro le llamó la atención un par de veces; Anne, por su parte, estaba bastante concentrada en sus respuestas. Cuando term6ino, ella escribió el nombre «Gilbert Blythe» en el examen resuelto y «Anne Shirley-Cuthbert» en la hoja en blanco.
–¿Qué haces? –le preguntó éste al ver que estaba a punto de levantarse– ¿Anne? –la tomó del brazo, pero ella ya se había parado frente al docente– Anne.
–Anne, ¿Qué es esto? –preguntó el profesor– Esto es algo impropio de ti.
–Lo siento –se excusó–. No pude estudiar.
Y salió del aula.
En el almuerzo, Moody compró sándwiches para todos y Jerry carg6o una banca hasta un lugar en el que estaba prohibido pisar el césped. Diana dijo que no comería.
–¿Por qué nunca comes? –preguntó la pelirroja– Eso no te hace bien.
La chica Barry se sentó a su lado.
–Algunas cosas tienen su precio, linda.
–De lo que te pierdes –le dijo Moody dando un mordisco–. Están deliciosos.
Anne recordó lo del anuario.
–¿Se tomarán la fotografía después de la escuela?
–Muy bien, iremos –Moody volcó sus ojos–, pero deja el tema. ¿Qué haremos con Muriel y Sebastian?
–No lo sé, estamos jodidos –casi aseguró Jerry.
Diana hizo un movimiento con sus manos.
–Yo no lo veo de esa forma, es obvio que a Stacey le gusta Sebastian, pero no es muy intuitiva, quizá sintió vergüenza o se asustó de sus sentimientos –Jerry le puso atención a sus palabras–. Pero no diría que no hay esperanza.
–Así que dices que como huyo una vez no significa que huira para siempre, ¿no es asi? –dijo el chico Baynard viéndola a los ojos.
Ella entrecerró los ojos.
–Malinterpretaste todo lo que dije.
–Tal vez no te expresaste muy bien.
Moody miro a Anne.
–Ya yo me perdí –tenía la boca llena– ¿Hay algo entre ellos?
–«¿Hay algo?» –respondió la pelirroja–. Es la pregunta del amor. Uno se enamora del otro y luego tratan de descífralo todo.
Nuevamente Jerry miro a Diana.
-Entonces, «¿Hay algo?»
Pero algo los interrumpió cuando quisieron volver a hablar.
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「𝐋 𝐎 𝐕 𝐄, 𝐩𝐭. 𝐈 ; 𝐀𝐧𝐧𝐞 𝐰𝐢𝐭𝐡 𝐚𝐧 𝐄」
FanfictionSí, son los peores del instituto. Rebeldes, indolentes, y probablemente, unos fracasados cuando les llegue la hora de crecer, pero hay algo que los une: El amor. Fecha de inicio: 03.11.2020. Fecha final: 06.03.2021.