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–¡Mi cumpleaños es en tres días! –dijo Anne a los chicos durante uno de los ensayos del acto cívico– Marilla ya empezó a planear mi fiesta.

–¿La planea por anticipado? –preguntó Diana.

Anne asintió.

–Que bueno –dijo Jerry.

Entonces Gilbert habló.

–Es gracioso que la gente se crea tan importante como para celebrar cada año que están en la tierra, como si hubieran logrado algo increíble.

La pelirroja lo miró con seriedad.

–No, solo quiero celebrar con mi familia. Después de todo, es importante para quienes me criaron celebrar el día en que nací, ¿no?

–Felicita a tu familia, entonces –respondió el chico.

Diana sabía que Gilbert la estaba cagando de nuevo.

–Oye, Blythe, ve a practicar por allá, no haces nada bien, de todas formas –él la miró con tristeza, Anne con confusión.

Mientras tanto, en el aula de deportes, la señorita Stacey entraba dando zancadas.

–¡Esto no va a funcionar! –dijo a Sebastian, entrando– Debemos trabajar juntos. Además, es ridículo huir el uno del otro. ¿Por qué no fuiste al ensayo?

Él levanto la mirada.

–¿En serio crees que eres tan importante? No tiene que ver contigo. Estuve ocupado. Mañana estaré ahí.

–Oye, no tienes que ser grosero. Yo no sabía. ¿Qué estabas haciendo?

–Si ya terminaste… –Bash señaló la puerta, ella salió. Otra vez le dolió mirarla.

Cuando Muriel cerró la puerta, la maestra Roberts se le acercó.

–¿De que hablaron? ¿Te dijo algo de mí? Oye, se que me confundí al principio. Creí que querías algo con él. Pero con tu compromiso y todo, ya entendí. Solo son amigos. Hay que ser solidarias y apoyarnos. Consígueme una cita con Sebastian.

–¿Qué quieres decir?, ¿Tú y el maestro Lacroix? –preguntó, algo ida.

Roberts asintió.

–Exactamente. Ya hemos tenido acercamientos, pero él es muy frío. Necesita decidirse. ¡Vamos! Háblale bien de mí.

La señorita Stacey sacudió su cabeza.

–Yo preferiría no involucrarme. Nosotros ni siquiera somos amigos, realmente. Estábamos hablando del acto cívico.

–Bien, Muriel. Yo me encargaré, las cosas se pondrán muy candentes entre él y yo. Ya verás –dijo cuando estuvo a punto de irse.

La mujer tomó aire y fingió estar bien.

「𝐋 𝐎 𝐕 𝐄, 𝐩𝐭. 𝐈 ; 𝐀𝐧𝐧𝐞 𝐰𝐢𝐭𝐡 𝐚𝐧 𝐄」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora