Frente al laboratorio destruido, el director Phillips botaba las primeras lágrimas de sus ojos, con las manos empuñadas. Odiaba a esos malditos muchachos. Con toda su alma. Estaba dispuesto a matarlos si la situación se presentaba.
La señorita Stacey caminaba por la escuela. Tenía todas las miradas sobre ella. El director la detuvo.
–Llega tarde. Se ha perdido de la salvajada de sus consentidos, esos a los que nos pidió darles otra oportunidad. ¡Arruinaron el nuevo laboratorio! También golpearon a otros chicos, ¡uno de ellos está en el hospital!
Muriel se quedó en silencio, retrocedió un paso.
–¿Qué quiere decir, director?
Él no le prestó atención y siguió hablando.
–Pero no se preocupe… el inspector Blum llamará al Ministerio de Educación, y ¿adivine que? –levantó la voz– ¡Ya no es necesario que en la junta directiva se alcancen los 12 votos! Vamos a expulsar a los sinvergüenzas con la mayoría de votos, simple –la tomó por el brazo, con bastante fuerza–. Vamos, la junta espera, ¡Vamos! Ya no nos detendrá con su voto.
Ella se fijó en Sebastian, quien estaba cerca de la sala de maestros hablando con una estudiante.
–Espere, director –le dijo la mujer–. Deme solo un segundo.
Ella se acercó rápidamente a Lacroix.
–Activa la alarma contra incendios –le dijo.
–¿Qué? –preguntó él.
–Solo hazlo, no me preguntes –y entró a junto a Phillips.
Con el ojo de todos los profesores sobre ella y el silencio incómodo reinando el lugar, el director decidió tomar la palabra.
–Creo que debemos expulsar a los cuatro y suspender a Anne. Votemos, de todos modos.
De pronto, la alarma contra incendios comenzó a sonar y todos los profesores salieron de ahí, menos Muriel.
Mientras tanto, en la sala de detención; Anne curaba la herida en la boca de Gilbert.
–¿Estás bien? –le preguntó.
–Pienso en ti. Me hace bien –respondió el muchacho– ¿Y tú?
Ella sonrió.
–Estoy bien, solo fue esto –señaló su brazo vendado.
Se fijó nuevamente en las heridas de Gilbert y siguió curándolo.
Jerry tenía la vista en el piso, Diana miraba por la ventana.
–Voy a matar a esos idiotas –dijo Baynard, con ira.
La chica Barry soltó una risa.
–Tranquilo Jerry, ya nos relajamos un poco. No es tan malo, ¿o sí?
Los dos rieron y se tomaron de las manos.
Moody, que jugaba con una avellana, se dirigió hacia ellos.
–¿Y entonces? ¿Nos expulsarán?
Diana se mordió el labio.
–Yo creo que sí, esta vez metimos la pata.
El chico Spurgeon se levantó de la silla, metió su mano en el bolsillo de su camisa y repartió avellanas a todos.
–Pensemos.
Anne se atrevió a preguntarle algo que llevaba rondando por su mente desde que se conocieron.
–Moody, ¿Por qué siempre comes avellanas?
Él miro a cada uno.
–Se me baja el azúcar –reconoció.
Jerry y Diana comenzaron a reír. Cuando volvieron a la seriedad, Gilbert habló.
–¿Qué piensan? ¿Creen que la señorita Stacey votará para salvarnos?
En ese instante, la alarma contra incendios fue activada.
–Genial –dijo Jerry–. La maldita escuela se quema.
–¡Salgan! ¡Vamos! –dijo Anne.
Mientras tanto, en el primer piso, la señorita Stacey caminaba a un lugar en el que sabría que estarían esos muchachos que tantos problemas le habían causado.
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「𝐋 𝐎 𝐕 𝐄, 𝐩𝐭. 𝐈 ; 𝐀𝐧𝐧𝐞 𝐰𝐢𝐭𝐡 𝐚𝐧 𝐄」
FanfictionSí, son los peores del instituto. Rebeldes, indolentes, y probablemente, unos fracasados cuando les llegue la hora de crecer, pero hay algo que los une: El amor. Fecha de inicio: 03.11.2020. Fecha final: 06.03.2021.