「1998」
Antes que el reloj diera la hora del inicio de las clases, Moody Spurgeon, vestido de una manera impecable, y con el bolsillo de su camisa repleto que avellanas, se acercaba a un aula repleta de los chicos más inteligentes que la escuela tenía, todos se veían agitados por terminar los deberes de gran parte de la población estudiantil.
Moody amaba el dinero.
Y vender tareas era uno de sus tantos negocios.
Luego, con dos chicos a sus espaldas, caminaba por el instituto, dejando carpetas en puntos clave, recibiendo dinero escondido y contandolo en el cubículo más alejado del baño de varones. Cada mañana, iba donde el portero, con quien había forjado una amistad, le ofrecía un par de avellanas y le decía las mismas palabras.
–Buenos días, ¿hay algo que deba saber?
Aquel día sí había algo importante. El portero señaló un punto con la mirada, Moody se fijó en ello: Era uno de «sus» muchachos haciéndole señas.
–¿Que pasa? –preguntó el chico Spurgeon.
–Estamos jodidos –respondió su amigo.
–¿Qué?
–El maldito Phillips nos descubrió.
Moody masticó uno de sus frutos y entró a la escuela.
Phillips era increíblemente temido, quienes lo veían cuando no estaban en clases, corrían. El sonido de sus pasos con el eco del pasillo lo hicieron aún más amenazante, pero sabían que no estaba buscando cualquier persona a la que destrozarle la vida, sino a alguien en específico.
Ese «alguien» lo enfrentó cara a cara cuando menos lo pensó.
–Moody... El maldito Moody... –dijo el hombre a un par de metros de distancia– Tienes un ejército de nerds. ¿No te da vergüenza vender los deberes? ¡Idiota!
–No, no, escuche, director –comenzó a defenderse– No es para tanto. Es por el bien de la comunidad. Todos ganamos con este negocio.
–¡Lárgate! –gritó con una mueca de desprecio.
Para el momento en el que Moody se encontraba en aprietos, Jerry Baynard –la estrella de baloncesto– estaba en un importante partido contra otra escuela aliada. De hecho, le estaba yendo de maravilla con eso, anotaba todos los puntos para su equipo, el público lo estaba alabando, todo hasta que hubo una falta por parte de otro chico y se la pusieron a él.
–¿Acaso no ves que fue por parte de él? –dijo un tanto molesto.
–Fuiste tú –insistió el árbitro–. No seas una nenita, sigue jugando.
Jerry no respondió, pero dejó que la ira se apoderara poco a poco a él, no lo aguantó, porque para cuando la gente quiso reaccionar, él ya había corrido y golpeado al individuo por el cual recientemente había sido ofendido. Lo siguiente que se supo fue que se le vio caminando solo por el pasillo del gimnasio, luego de haber sido expulsado del equipo, rompió una vitrina llena de trofeos con rabia y siguió su camino. Y, mientras eso ocurría, el señor Phillips bajaba por una de las escaleras, cuando de un salón que pensó que estaba completamente vacío escuchó una voz.
–Que guapo eres –dijo una voz femenina entre risas coquetas.–¿Sí? –respondió una voz masculina– Basta, alguien nos verá.
–Claro que no, todos están afuera.
–¿Tú lo dices?
Phillips abrió la puerta con rapidez.
–¡Profesor! –exclamó enfurecido, luego de ver como el educador estaba por besar a Diana Barry.
–¡Director! –dijo el hombre, tartamudeando– Estábamos...
–¡¿Qué?! –preguntó con furia– ¡Profesor Jones! ¡¿Qué hacían?!
–Señor, puedo expli...
–¿Que va a explicar, estúpido? ¡Tome sus cosas y largo de mi escuela!
En menos de media hora, el querido profesor Jones se había marchado de las instalaciones, no sin antes mirar hacia una ventana y lanzarle una mirada un poco ingenua a Diana, quien volcó los ojos y empezó a caminar por el lugar.
–Pobre de él –dijo Jane Andrews–. ¿Que tienes en la mano, Diana?
–El libertino me dio una carta de despedida ¡y en papel rosa! –respondió haciendo un avioncito de papel con la misma y lanzándola por la ventana– Bien, ¿qué haremos después de la escuela?
A varios kilómetros de distancia, en una banca de un parque poco visitado, un muchacho con el uniforme de la institución puesto despertaba luego de haber bebido cervezas toda la noche, miró la hora en el reloj que llevaba en su muñeca, suspiró, tomó su bolso y caminó por las calles desiertas de un pueblo en el que recién amanecía. Estaban en clase de filosofía cuando la puerta fue abierta por el mismo chico, todos se quedaron en silencio mientras él caminaba por el aula en dirección a su asiento.
–Esperaba que no llegaras. Que estuvieras muerto, o algo –dijo la maestra.
–Aún no, por desgracia –respondió sentándose junto a Anne Shirley-Cuthbert.
La profesora continuó con el tema.
–No hemos avanzado mucho, pero tomé notas –comenzó a decir Anne–. Gilbert, vi una película con mis padres anoche, es muy romántica, te la voy a contar toda.
–Por favor, no –dijo recostando su cabeza en su mochila.
–La protagoniza Alicia Silverstone. Es muy tierna. Es una chica rica que lo tiene todo, pero empieza a sentirse sola cuando su mejor amiga consigue novio, así que... –entonces se dio cuenta que el muchacho se había quedado dormido y giró su cabeza para poner atención a lo que la profesora estaba hablando.
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Actualizaciones seguidas.
Love;
~Cass.
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「𝐋 𝐎 𝐕 𝐄, 𝐩𝐭. 𝐈 ; 𝐀𝐧𝐧𝐞 𝐰𝐢𝐭𝐡 𝐚𝐧 𝐄」
FanfictionSí, son los peores del instituto. Rebeldes, indolentes, y probablemente, unos fracasados cuando les llegue la hora de crecer, pero hay algo que los une: El amor. Fecha de inicio: 03.11.2020. Fecha final: 06.03.2021.