「𝐋 𝐎 𝐕 𝐄, 𝐩𝐭. 𝐈 ; 𝐀𝐧𝐧𝐞 𝐰𝐢𝐭𝐡 𝐚𝐧 𝐄」

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Cuando todos se fueron a sus casas, Gilbert se quedó sentado en ese lugar tras la escuela. Jugaba con el encendedor, tenía la mirada perdida. Sebastian Lacroix se sentó a su lado, sacó un paquete de cigarrillos del bolsillo de su pantalón y le pidió fuego.

–Dime, ¿Qué pasó hoy? –le preguntó al muchacho– ¿Por qué tuve que activar la alarma contra incendios? Terminé atrasando el asunto de su expulsión, ¿Qué sucede?

Gilbert giró su cabeza, mantenía una expresión neutra, lo vio a los ojos.

–¿Por qué? ¿Acaso ya te importamos?

–Cuéntame –fumó un poco.

–Muriel –admitió el chico–, «tu» Muriel –Bash se giró a él con sorpresa, pero disimuló–. No quiere que nos expulsen. Ella tiene sus razones… está peleando. Y tú quieres ayudarla. Cumpliste algo de lo que te pidió, ¿no es así? –Sebastian volvió a girarse de la misma forma– Que tierno –el hombre mostró una pequeña sonrisa–. Solo porque ella te lo dijo, lo hiciste sin pensarlo. Que bien.

El hombre se levantó y se fue. Gilbert siguió jugando con su encendedor.

En el patio de la escuela, la señorita Stacey hablaba con dos estudiantes. Bash caminó a unos metros de ella.

Ambos se mostraron una sonrisa.