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Cuando Jerry se sentó en la mesa, su padre lo vio a los ojos de una manera…distinta.

–Hijo, quiero decirte que lo siento si te llegué a lastimar –el muchacho se sorprendió–, sé que a veces soy mas agresivo de lo que puedes soportar, pero es porque espero mucho de ti. No hay otra razón. Lo siento.

Jerry seguía en shock.

–Gracias –respondió.

–Tú también discúlpate –le dijo su madre–, mañana en la escuela. Mira, nosotros te vamos a acompañar.

–No es necesario –dijo el chico.

–Sí lo es –respondió su padre–. Necesitas apoyo. No mires a nadie, mírame a mí y termina con esto ¿Sí? No tiene tanta importancia como crees.

Diana estaba dibujando algo en su pierna cuando su madre entró a su habitación, le entregó la camisa del uniforme recién planchada.

–Tu papá y yo iremos contigo, y por favor, no empieces.

Ella suspiró.

–Mamá, ven, siéntate junto a mí –le mostró el dibujo–. ¿Qué te parece?

–Es hermoso, aunque un poco duro.

–Estaba pensando… Tal vez debería ser diseñadora gráfica. Estudiar diseño gráfico, ¿Qué te parece?

–Pues… no lo sé, ¿no crees que mereces más? Eres una chica con mucho potencial.

–¿De que clase de potencial hablas? ¿Qué clase de potencial me impide hacer lo que amo y para lo que soy buena?

–Diana, ¿te pasa algo? ¿Estás bien?

–Sí, sí –respondió.

La mujer salió de la habitación, Diana soltó un suspiro triste.

Mientras tanto, en la casa de los Cuthbert…

–Las reglas nos hacen sentir seguros, cariño –le decía Marilla a Anne–. No encajar, por otro lado, hace que la vida sea complicada. Además, no tiene nada de malo ser ordinario, por el contrario, hace que la vida sea cómoda. Vas por la vida sin problemas, jamás tropiezas. En este momento, tu lucha te parece importante, pero no lo es. ¿Sabes que es importante? Vivir la vida, en plenitud, sin sufrir daños. Lo entiendes, ¿verdad?

Anne asintió.

Esa misma noche, todos se encontraron en la casa de Gilbert. Moody fue el primero en hablar, sin verlos a los ojos.

–Entonces, ¿Qué pensaron?

–Dijimos que cada quien se las arreglaría –respondió Diana–, pero lo pensé bien. No deberíamos darle importancia, nadie está de nuestro lado. Estamos solos y solo nosotros podemos salvarnos.

–¿Todos haremos lo que sea necesario? –preguntó Jerry, se giro a verla– ¿Tú lo harás?

La muchacha asintió.

–También creo que es lo más inteligente por hacer –intervino Anne–. Hagámoslo.

–¿Gilbert? –preguntó Moody.

–Muy bien –respondió él–. Hagamos lo que sea necesario.

「𝐋 𝐎 𝐕 𝐄, 𝐩𝐭. 𝐈 ; 𝐀𝐧𝐧𝐞 𝐰𝐢𝐭𝐡 𝐚𝐧 𝐄」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora