Lisa
Llegué en el jardín del aquelarre, al ver la cara de Jin casi palidecí, él estaba igual de pálido cuando vi a Rosé fue el momento en el cual mi corazón se hundió en mi pecho.
No sabía que estaba pasando, cual era el panorama pero mi cuerpo ya me lo estaba diciendo que nada estaba bien.
—Solo di que paso... —me dirigí a mi amigo y me crucé de brazos.
—Por dónde empiezo... —pensó durante un segundo, llevó sus manos a su cabeza— Chan tomó represalias en contra de Zeus —lleve mi mano a mi boca— entonces subió con otros demonios al Olimpo —era nuestro fin— Zeus lo vio y casi se matan, si no fuese por los demás dioses que desterraron al hijo de Hades... —miré a Rosé— en fin tenemos un enorme problema.
—Me resta decirte que Zeus nos ha mandado a buscar —hablo Rosé y Jin asintió.
—Tenemos dos opciones, subir nosotros o que nos vengan a buscar —respiré hondo— pero si bajan pueden que se enteren que hemos estado tratando con gente del inframundo —respondió.
Era oficial, es mi fin ¿en qué lío me metí?
—Vamos —no lo pensé mucho, tenemos que solucionar esto antes que se vuelva más grande e involucremos a más gente.
Pero que mierda le entró en la cabeza a Chan para subir allá, maldito imbécil, pensé. ¿Hades no podía detener a su hijo?
Subimos, respiré hondo y al llegar a la entrada pude notar que había más gente que en la tierra.
Me dieron el pase y fui directo al trono, Zeus y los demás dioses estaban sentados ahí, se rasco la barbilla y me miró fijamente.
—Sabes todo el aprecio que te tengo, ¿no? —cuestionó mirándome y asentí— es por esa razón que no te asesino ahora mismo —baje la cabeza, otorgándole el poder— lo estuve pensando durante un buen rato y lo analicé —se puso de pie— yo creo que de verdad te conozco y sé que jamás harías algo que atente en contra de nuestro hogar —siguió, quería ahogarme y desaparecer, se paró frente a mi— sinceramente no sé si de castigo matarlos a ellos dos —miré a mis amigos— o matarte a ti —volví a bajar la cabeza— pusiste en riesgo mi existencia y la de la humanidad, seguro que aún no lo sabes pero lo has hecho —seguía hablando— pero creo que no te puedo hacer más daño que con ellos dos.
Vi a los guardias tomar a Jin y a Rosé, estaba por caerme de rodillas, los pusieron boca abajo y casi me desvivo en ese momento.
—Y quien más que tú... —me pasó la katana, estaba paralizada— para asesinarlos —sonrió y yo tenia náuseas, no iba matar a mis colegas, hermanos y mejores amigos— solo con eso podré perdonarte.
—Primeramente... —hablé, necesitaba hacerlo— quiero decir que ellos no han tenido nada que ver en todo esto —sabía que esto no traería solución al problema— son inocentes.
—A ver... —pensó durante un segundo— si puedes convencerme puedo perdonarlo —se cruzo de brazos y fijo su mirada sobre la mía— adelante —ladeo la cabeza.
—La verdad es que ya sabían que estábamos ahí para matar a Chan —había verdades que tendría que revelar— y... —miré a mis amigos— entonces nos dieron la opción de morir o hacer un acuerdo con las brujas —Zeus acercó su rostro al mío— yo los obligue a que aceptarán.
—¿Hicieron un acuerdo con las brujas? —cuestionó resoplando y asentí, por su cara creo que la estaba empeorando.
—¿A qué costo? —cuestionó Atenea desde su asiento.
—No pidieron nada —mentí, no estaba completamente segura de revelar eso.
—Imposible —dijo Hera— las brujas nunca harán algo por gusto propio —se puso de pie— son malvadas.
—Pues a la que me encontré no —respondí sin darme cuenta, pero cuando finalmente caí en lo que dije miré a Zeus.
—¿Qué?— Atenea casi se cae de su silla.
—¿Saben por qué los mandamos por la cabeza de Chan? —negamos los tres— Hades no lo protege porque sí, Chan es un semidiós y es un hechicero —camino alrededor mío— tiene el doble de poder que Hades pero aún no está listo para luchar en contra de las demás deidades, es por eso que no nos ha exterminado —dijo Zeus.
—Además Hades no ha tenido tiempo de prepararlo —esta vez hablo Ares— Chan no está interesado en tener el trono del inframundo.
—Dinos quién fue la bruja que te dio la cabeza —ordenó Zeus y resople, era mejor que me asesine, de verdad.
—Fui yo —escuché su voz, mis ojos casi salen de su órbita, me gire rápidamente— ¿Qué pasó Zeus, sorprendido? —cuestionó Jennie, retirando su caperuza de color negro.
—Pero si es mi sobrina favorita —se acercó a ella— no podía esperar menos de tu madre, saliste mucho más hermosa que ella —Jennie escupió en su cara, los demás ángeles se acercaron para ayudarlo pero él levantó la mano, se limpió y sonrió.
—Ni se atrevan —Jennie miro a todos los que estaban alrededor— pueden decapitar a Chan y puedo asegurarles que Hades no va hacer nada —se cruzo de brazos— pero me hacen algo a mi y por Cronos, juro que todos los que están aquí presentes van a pudrirse en el infierno con Lucifer —terminó de decir, estaba sorprendida, no la había visto así de enojada.
—No hay duda que tienes el mismo carácter que ella —volvió a hablar Zeus— es una verdadera lástima que eligió al imbécil de Hades —siguió con su discurso.
—Solo vine porque Hades me ha mandado a decirte que dejes de buscar la cabeza de Chan —me miró— si tú la quieres puedes bajar tú mismo —sonrió— ya se divirtió lo suficiente contigo, así que deja las cosas como están o habrá un gran problema entre los dos reinos.
—Dile a mi hermano que estamos en paz de ambos lados —fue Atenea quien hablo— pronto debe de subir porque los vampiros están fuera de control y lo tiene que arreglar.
—Eso se lo pueden decir ustedes —iba a retirarse pero volvió a girar— por cierto... —entrecerró los ojos— tus ángeles son inocentes y estúpidos —sonrió— pude usarlos a mi antojo —miró directamente a Zeus— deberías de mejorar, pronto te van a pisar la cabeza —finalizó y se retiró.
Zeus tiro una de las copas por la puerta y nos miró a los tres, la furia en sus ojos era notable.
—Ustedes tres... —sentía la rabia en su voz— en especial tú —me apuntó— verás las consecuencias de tus actos.
—Acepto esa culpa —respondí bajando de nuevo la cabeza.
—Una de esas consecuencias es que exilie a tus padres de esta galaxia —abrí la boca, no era necesario— tienes prohibido por el resto de la eternidad acercarte a las brujas, a los humanos y al inframundo —volvió a su asiento.
—Él te ama cariño —se compadeció de mi Artemisa— te protege por sobre todas las cosas por eso te ha perdonado la vida, solo sigue las reglas —finalizó.
¿Amar? Zeus no sabe nada acerca del amor, su vida entera se ha basado en sus propias necesidades. Por su ego estaba donde estaba, no podría ir más allá, cuando no podía conseguir lo que quería todos pagábamos en este lugar.
Creía que no iba a poder salir de aquí porque mi cuerpo no respondía con ayuda de Rosé y Jin pude llegar al jardín, me ayudaron a sentarme y los miré, no sabía que decir.
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Born to die |Jenlisa|
Ciencia FicciónLisa Manoban había pasado toda su larga vida en el Olimpo alrededor de los dioses más grandes, era una de las ángeles más eficientes de ese lugar y cómo no? Si gracias a ella mucho tiempo reino la paz en el mundo. Ella, Jin y Rosé acaparaban todas l...