Designio

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Lisa

—Entonces chicas —Jin se froto las manos— este será el plan.

Extendió un gran papel en el suelo y me pare de lado para ver lo que tenía preparado.

—Primero que nada tenemos que acoplarnos a ellos —asentí, era lo ideal— eso va tardar más o menos un mes, será lo de menos —Rosé me miro—  todo y cuando Irene no nos vea —dijo y asentimos— ella nos ve y estamos muertos.

—Oí que Chan le encantan las fiestas —Rosé se unió a la conversación— ya saben que si le gustan las fiestas adora a las mujeres, así que Lisa y yo podemos encargarnos de seducirlo —estaba de acuerdo con eso.

—Tendríamos que asistir al menos en tres a cuatro fiestas hasta que nos fichen —esta vez fui quien hablo.

—Es que ustedes son mis diosas— nos apretó del cachete y le di un manotazo.

—No me toques la cara Jin —hable enojada y ambos rieron, detestaba que me toquen la mejilla.

—Es que eres muy linda —me abrazo y rodé los ojos empujándolo fuerte.

—Bueno sigamos chicos —pidió Rosé.

—He trazado un mapa —extendió otro papel— debemos cazar algunos demonios, no creo que vayan a darnos la dirección a la puerta del inframundo —dijo Jin.

—Esa es la parte difícil —apunté una parte del mapa— solo ellos saben como llegar.

—Y... ¿Qué dicen de los vampiros? —preguntó Rosé y sonreí.

—También son una buena —respondí—pero necesitamos a los demonios —los vampiros son un juguete de Hades para molestar a Zeus— a través de ellos llegamos a Irene ya que Caym es parte de ellos y obviamente llegamos a Chan —continúe.

—Tendremos que mejorar esa parte —Jin borró algo y lo volvió a escribir.

—¿Saben? —ambos me miraron— tenemos que ir con cuidado así que la discreción tiene que ser todo —puse peso en la última palabra— a la primera que nos pillan no bastara de segundos para que Hades lo sepa —ambos a sintieron.

—Esta noche hay fiestas chicas —sonrió Jin— preparen sus cosas que iremos a fisgonear la fiesta de los infernales.

—Nos encontramos en la noche aquí —dijo Rosé y asentimos.

Estábamos en una casa en Santorini, la fiesta sería no muy lejos, volando llegaríamos en menos de dos horas.







—Por todos los cielos —Jin se tapo la boca cuando nos vio— más que ángeles son deidades —tomó de la mano a Rosé y la hizo girar.

—Espero que con esto caigan todos esos imbéciles —respondí.

—Yo también espero lo mismo —Rosé acomodó su ropa— tarde como dos horas en vestirme y maquillarme —reí.

—Igual si no tardabas tanto ibas a estar perfecta —me sonrió— eres perfecta cariño —palmeo mi mano —además mi querido y precioso Jin tampoco se ve nada mal, espero que no te tires a una vampira si no nos van a decapitar —besé su mejilla.

—A ver creo que es hora de que nos pongamos camino a la fiesta —Jin miró la luna— Así llegaremos a tiempo y podremos observar para analizar mejor nuestros movimientos.

Tomé mi bolso y guarde mi arma en la funda que se encontraba en mi muslo, traía un vestido negro largo con un corte al costado.





—Los vampiros trajeron mortales —hablé y derrame una de las copas que me habían regalado hace algunos instantes.

—Si —murmuró Rosé— están de cacería.

—Aquel tiene que ser el anfitrión de la fiesta o tiene que ser hijo Hades —Jin movió la cabeza en dirección a ese hombre— está rodeado por muchas personas.

—Solo observemos de lejos —sugerí— enseguida averiguaremos mejor.

—Miren allá —apuntó Rosé con la cabeza— malditos vampiros —dijo entre dientes.

—Vamos —dije tirándole del brazo a Rosé— van a exprimir a ese mortal ahí atrás.

—Que mierda le ponen las bebidas que caen semi muertos —preguntó Jin mirando la copa.

Caminé disimuladamente hasta donde se estaban llevando a los dos chicos, ninguno de los presentes se estaban dando cuenta de lo que pasaba. Bailaban como si fuese la última fiesta de sus vidas, cosa que así parece ser.

Rosé venía un poco más atrás y Jin atrás de ella. Trate de apresurar el paso para no perderlos de vista, ya había cruzado como tres telones detrás de ellos y aún no dejaban de caminar.

Tiraron a los dos chicos en un sofá, me dispuse a irrumpir el banquete pero choque con una mujer.

—Eres una idiota —me empujó y la miré con cara de pocos amigos.

Las tres chicas detrás suyo entraron y cerraron las puertas. Jin y Rosé iban a pasar pero ella nos detuvo.

—Lárguense —apuntó al camino por donde habíamos llegado— ¡Ya! —hablo enojada.

—Pero tú quien te crees —metí mi mano para sacar mi arma y Rosé me tiro del brazo hacia la salida.

Jin me jalo más fuerte y yo estaba que estallaba.

—¡LISA! —gritó Rosé enojada— ¿Qué te ocurre? —preguntó— no sabemos ni quienes eran y tu casi la matas.

—Está claro que no eran vampiros —habló Jin.

—¿Y tú como vas a saber eso? —cuestione enojada.

—No lo eran —repitió Rosé— deja de ser impulsiva.

—Vamos acercarnos allá para disimular que no estuvimos por ahí— dijo Jin y apuntó a la mesa del hombre rodeado de muchas personas.

Nos acercamos e hicimos como que estábamos bailando, copa que llegaba a mis manos copa que tiraba disimuladamente. Vi a la misma chica acercarse al hombre, codee a Rosé y a Jin, estaban hablando. 

Ella se sentó a  su lado y empezó a observar la fiesta de nuevo. Las chicas que estaban a su lado solo miraban a las personas, ni siquiera pestañeaban.

La chica con cabello de color azul le hizo una seña y todas se volvieron a levantar de la mesa. La seguí con la mirada pero no sabía exactamente a donde iban.

—Ni lo pienses, nos quedaremos aquí lo que resta de la noche —dijo Jin y asentí.

—Es mejor que nos quedemos aquí y disimulemos —habló Rosé.

Un grupo de chicas estaba hablando del hombre en cuestión así que presté más atención a eso.

—Sí, es el privilegiado de Hades —dijo uno de ellas.

—A ver Marishka, ¿por qué no vas a seducirlo? —bromeó una de ellas.

—Creo que las de su tipo son como Verona —contestó la pelirroja— además no es mi tipo.

—Hades es tu tipo —rieron las tres.

Confirme que ese chico era hijo de Hades, solo faltaba confirmar que era Chan.

Born to die |Jenlisa|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora