Ceñido

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Jennie



Estos días han estado muy pesados, el ambiente no era muy agradable y además los mortales han estado saliendo todas las noches a recorrer el bosque.

Todas las noches buscan a Lisa, es lo que creo, fue la única que escapo.

Hemos unido toda la fuerza que tenemos en el aquelarre para poder hacer un conjuro y proteger el lugar juntamos todo lo que teníamos y hechizamos un radio de un kilómetro alrededor del aquelarre.

—¿Qué dices si me lo hago aquí? —apuntó el lado izquierdo de su nariz.

—Sexy —respondí y reímos.

—Bueno, iré a pedirle a Bea que me lo perfore —se levantó Nimue y se fue.

—Jennie —escuché a Jisoo llamarme, su tono era preocupante.

Salí rápido para ver que pasaba y ella estaba aquí, ¿Qué rayos hacía aquí?

Miré a las niñas y una de ellas dijo algo pero de toda la sangre que tenía acumulada en la cabeza no pude escuchar, me acerqué a Lisa y la tiré del brazo para llevarla hasta mi habitación.

Podían hacer cualquier cosa pero no iba a permitir que irrumpan en mi aquelarre.

Cuando llegamos a mi puerta, la empuje adentro.

—¿Qué mierda haces en mi aquelarre? —pregunté estaba enfadada he hecho todos mis esfuerzos para proteger este lugar y una entrada así me hace entender que mis esfuerzos no están ayudando.

Creo que esta era una de las peores épocas no solo de las brujas sino de las mujeres, somos quemadas o decapitadas por las creencias de que somos asesinas cuando en realidad son los vampiros los que se están llevando a los niños, que sacrificio ni que nada.

—Es solo una visita —respondió sonriendo— ¿No te agrada mi presencia? 

—¿Me tienes que orillar a que te mate querida? —pregunté, era un ángel y estaba aquí por algo.

—Hace unos días me estabas coqueteando y hoy me quieres matar —largo un suspiró—  si que los brujos tienen cambios repentinos —se burló.

—No que no traicionabas a los tuyos? —cuestioné interesada.

—Como lo dijiste, contigo puedo hacer la excepción —me agrada la idea y la oferta, Lisa es muy linda.

—Si de pecar se trata.. —respondí con picardía.

Ella estaba sumida en sus pensamientos, pase mi mano frente a su cara.

—¿Estas bien? —cuestioné y me miró confundida, se drogaba o cual era su problema.

—Si —respondió y me reí— ¿De que te reís? —cuestionó.

—Te ves muy bonita así despistada —coquetee hay que sacar provecho.

—Bueno... —se acomodó el flequillo— solo vine a conocer uno de los tantos lugares donde se esconden mis enemigos —finalizó y se giró en dirección a la puerta.

Este era mi momento, aa tomé de la mano e hice que  gire de nuevo para que quede frente a mi.

—Tu y yo podemos no ser enemigas —retruque— es más podemos ser más que amigas —acorte por completo la distancia.

Estaba tan cerca, un poco más y alcanzaba sus labios... Pero alguien golpeó la puerta.

—Pasa —respondí y entro Jisoo— ¿Qué pasó Jisoo? —cuestioné.

—Solo venia a ver que estaba pasando —cerró la puerta. Y no amiga, no paso nada porque llegaste.

—Todo controlado, no te preocupes —caminé a la puerta— es más Lisa ya se va ¿o no? —le pregunté a la rubia.

—Si, ya es tarde —caminó fuera de la habitación y miré sus piernas.

Camine atrás de ella para acompañarla hasta la entrada.

—Nos vemos en la fiesta —se despidió.

—Nos vemos Lalisa —dije y cerré la puerta.

Entré de nuevo a la casa y fui directo a mi habitación, estaba entre joderme con el ángel o contárselo a mi padre.

Pero... ¿Qué sería más divertido?

Además si estaba buscando matar brujas ya lo hubiera hecho hace rato y papá tampoco me garantiza ayuda, el protege a los vampiros.

Jisoo entro esta vez sin golpear y me miró entrecerrando los ojos.

—¿Qué? —me recosté en la cama.

—¿Qué de que? —cuestionó ella y rio— ¿Ya me dirás exactamente que pasa entre esa chica y tú?

—No pasa nada —la miré— y si así es, tú serás la primera en saberlo —bromee.

—Más te vale Jen —me amenazo— más te vale —me apuntó con el dedo índice.

—Por cierto esta noche tenemos un trabajo —le informé— pero es a escondidas de todas las demás —susurre y se sentó a mi lado.

—¿Qué paso? —preguntó.

—Le pedí a Alurcad que envíe a sus vampiros lejos de este pueblo pero me desafío —se tapo la boca— el maldito me desafío, está noche cortaré su cabeza y tú vas acompañarme —pedí.

—Estoy más adentro que afuera —bromeo Jisoo, era una de las primeras en estar de acuerdo conmigo cuando quería hacer alguna estupidez.






Sabía que Alucard estaba con alguna mujer en su cuarto, ¿Qué habría de esperarse? Subí las escaleras y me fijé que nadie note mi presencia.

Esperé a Jisoo arriba y cuando logró subir me pasó el cuchillo de oro. Patee la maldita puerta y entre a la habitación, la mujer que estaba ahí saltó de la cama y salió corriendo de la habitación.

El se sentó y me sonrió, me daba tanto asco.

—¿Tú de nuevo? —cuestionó en menos de un segundo ya lo tenía atrás mío.

Olvidaba que son rápidos, eso podía hacer que escape de mis manos.

—Quería volver a ofrecerte la apuesta —me giré y levanté la cabeza para observarlo.

—¿No te cansas niña? —cuestionó.

—Si hablamos de edad querido —pensé— creo que te puedo llegar a ganar por unos cuantos siglos —me burlé.

Lo empujé un poco más y logré que se siente en el sillón grande que tenía en la habitación, me senté sobre él y sonreí. Acaricié su pecho y luego levante su mentón para que me miré.

Saqué el cuchillo con la otra mano y aproveche que estaba entretenido para cortarle la cabeza, la cual cayó a un costado.

Me incorporé rápidamente y empecé a tirar el cuerpo hasta el baño, salí y metí su cabeza en mi bolso. Caminé hasta afuera y estaban ahí todos los vampiros, saqué la cabeza de su estúpido líder y se abrieron.

—Respeten los territorios —los amenace— lárguense de Grindelwald si no quieren terminar como Alucard —finalicé y salí de la casa.

—No sabes cuanto me costó retener a la chica ahí arriba —dijo Jisoo y reí— de verdad, casi me mata de la rabia, a veces se me agota la paciencia.

—¿Tienes paciencia? —cuestioné burlándome.

—Eres estúpida Jennie —respondió y reímos las dos.

—Te lo regalo —le pase la mochila.

—Buen trofeo —hablo viendo la bolsa— lo colgare en el comedor —finalizó.

Born to die |Jenlisa|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora