Born to die |Jenlisa|

Objetivo

Lisa

Me desperté y comencé alistando mis cosas, iba a tener misiones en la tierra y tenía que pasar desapercibida. Coloqué todo en un bolsón, al recibir la orden nos iban a dar el lugar donde nos íbamos a quedar.

Estaba muy concentrada y a la vez con un sentimiento en el pecho, tenía una ligera emoción por lo que iba a suceder en los siguientes meses.

Saludé a Rosé al llegar, Jin y ella se encontraban con los dioses pero me esperaban para darnos las misiones.

—Buenos días —saludé a los dioses e hice una reverencia, todos me devolvieron el saludo, caminé en dirección a mis compañeros.

Me quedé en el centro esperando a que Rosé y Jin se pongan a mi lado. Artemisa no se encontraba en su silla, seguro iban a esperar a que llegue.

A lo lejos vi divisé a Taylor estaba con cara de pocos amigos.

—Bueno —hablo Zeus— como saben hoy se les asignará a cada uno su misión —llevé los brazos atrás— Jin pasa al frente —este dio un paso al frente— saben que la traición se paga muy caro y se paga con la muerte.

Los tres asentimos, los demás dioses estaban callados y yo miraba fijamente a Zeus.

—Jin va tener que derrotar al hijo favorito de mi hermano —movía las manos— para eso va ir en conjunto con Rosé —la miró— ese muchacho es muy eficiente y uno de los mejores del inframundo —ambos asintieron— deben tener el triple de cuidado, ya lo saben.

Le entregó algunas cosas que seguro les serviría para derrotar al hijo de Hades, no lo conocía muy de cerca pero había escuchado mucho acerca de él.

—Lisa —se dirigió a mi— tú tienes algo especial y por eso te elegí esta misión —asentí dando un paso al frente— vas a traerme la cabeza de Irene —casi vomité al escuchar su nombre.

¿Cómo me iba a pedir que asesine a su nieta? ¿Qué le ocurría? Entendía plenamente la ausencia de Artemisa ¿Cómo podía permitir que su padre asesine a su hija?.

Deméter, Hestia y Hera estaban con la boca abierta, Poseidón ni siquiera había llegado.

—Ninguno de mis familiares, discípulos o ángeles pueden estar con los demonios –hablo muy enojado— son traidores como mi hermano, la ambición casi lo lleva a matar a todos sus hermanos —continúo— con tal de obtener el poder del mundo haría cualquier cosa, pero eso no va ocurrir —asentí— cualquiera que esté con Hades o sus pares será decapitado.

Vi a Taylor retirarse sin decir nada, no emitió una sola palabra.

Seguía increíblemente sorprendida, sabía que la traición era igual a ser decapitado pero pensé que Zeus había perdonó a Irene.

—Tiene mi palabra —respondí— tendrá la cabeza de Irene —me entregó la espada de alfanje— la recibo con honor su alteza —hice una reverencia y volví a mi lugar.

—Pueden retirarse, tómense el tiempo que necesiten pero estaré esperándolos —hizo un ademán con la mano para nos retiremos.

Los tres nos retiramos del lugar, fuimos hasta donde estaban nuestras cosas todo el trayecto fue silencioso.

—Creo que es mejor traer la cabeza de Chan que la de Irene —se encogió de hombros Rosé

—Es mi trabajo —respondí.

—Es nuestro trabajo —habló Jin— las veo en Santorini —colocó sus cosas en su hombro— ahí trazaremos el mapa para llegar al Inframundo —las dos asentimos.

Me despedí de Rosé e inmediatamente baje tras de Jin.