Arder

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Jennie



Me salte muchas partes de la historia pero principalmente la de de contarle a Lisa que mi padre era Hades.

Estábamos camino al inframundo y la traje conmigo sabía que no quería venir, pero esa fiesta es probable que sea un caos.

—Después de dirás como es eso de que quieren matar a mi hermano —susurré.

—Son misiones —se encogió de hombros y me relamí los labios.

—Mi misión era matarte desde el día que te pille, ¿lo hice? —cuestioné— no.

—Tú padre podrá ser muy el Dios del inframundo pero no conoces la furia de Zeus —susurró— ambos son la misma mierda con la ligera diferencia que Zeus quiere proteger a los mortales y a la tierra —admito que en eso tenía razón.

Llegamos y se abrieron las puertas del lugar donde usualmente se  encontraba mi padre, Lisa se iba a quedar afuera pero la tomé de la mano y tiré de ella hasta adentro.

—Ya sabíamos que estaban por aquí —hablaba con Baal— van a mover todo y los traerán aquí —golpeó su sillón.

—Señor los traeremos antes que salga la nueva luna —Aquiel bajó la cabeza.

—Hijos —se giró para hablarnos— me alegro que estén aquí —vio a Lisa y se puso de pie— ¿y está escultural niña? —cuestionó.

—Es novia de Jennie —respondió Chan y reí, este imbécil mentía de la peor manera.

Novia quedé.

—Un placer conocerlo —Lisa extendió su mano y mi padre sonrió de lado.

—El placer es mío —tomó su mano y la besó— bueno, ya saben Arioc me ha contado que los ángeles están aquí y además vienen por Chan —se sentó de nuevo.

—Sí —asentí—  mataron a Irene —le informe, sentí la tensión de Lisa traspasar mi aura.

—Era algo inevitable, mi hermano es muy vengativo —sonrió— me divierte ver como se obsesiona conmigo hasta el punto de matar a su sangre.

—Chan es quien tiene que cuidarse —respondí— según las runas es él quien está en peligro.

—Tiene razón —Chan hablo— Madison semanas atrás estaba con las runas y me lo había dicho.

—Por mientras Chan se quedará aquí —mi padre negó con la cabeza— y supongo que tú también deberías de quedarte —negué de inmediato con la cabeza— si no llegan a él, querrán tomarte para chantajearnos —siguió Hades y rodé los ojos— no lo hagas —sabía que no estaba de acuerdo.

—El aquelarre está protegido —Lisa sonrió y me dieron ganas de apretar sus manos— haremos más hechizos para que nadie pueda entrar —seguí.

—Mandaré a Pazuzu y a Abaddon —levantó su mano— les harás lugar en el aquelarre para que puedan vigilar —hablo Hades y asentí.

—Al menos mi hermanita se divertirá —sondeo Chan y le di una palmada en la cabeza para que cerrará la boca.

—¿Eso es todo Hades? —cuestioné y asintió— Entonces me voy —me despedí, se puso de pie y me abrazo. 

—Después dices que no eres la favorita —volvió a bromear Chan y rodé los ojos.

—Un gusto que hayas venido... —le volvió a pasar la mano a Lisa.

—Lisa, señor —respondió ella.

—Lisa —finalizó.

—Un gusto también —se despidió y la saque del inframundo.





—Creo que tienen que retirarse —sugerí entrando a mi habitación— y le dices a mi querido tío que si quiere la cabeza de mi hermano que baje él —fui tajante con Lisa.

Saqué la cabeza de Irene y se la entregue, le había pedido a Jisoo que la rescate de la habitación.

—¿Cómo lo hiciste? —preguntó sorprendida.

—Vamos yo te acompaño hasta dónde están tus amigos —recogí mi arma— es hora que se vayan —me pare en medio de la habitación.

—No podemos subir hasta tener las dos cabezas en nuestras manos —se detuvo— ¿Qué piensas? Entrar al Olimpo es una odisea si tienes misiones —comentó.

—Entonces quédate aquí —insinúe palmeando mi cama, enarco una ceja.

—Casi matamos a tu hermano y tú me estás insinuando tener sexo —hablo con un poco de enfado.

—No —negué riendo— Insinúe que te quedarás pero lo otro tampoco suena mal —mordí mi labio inferior.

Me acerqué a ella, tomé su mano y la eché en la cama, me senté sobre ella.

—Oh no —suspiro— no lo harás —volvió a decir poniendo sus manos en mi cadera.

—¿El qué? —me recosté sobre ella y quedé a menos de diez centímetros de su rostro.

—Yo no puedo hacerlo —llevo sus manos a mi hombro.

Miré sus labios y tome sus manos, las puse detrás de su cabeza y la besé, tenía que hacerlo antes que vuelva al Olimpo.

Sus labios eran dulces típico de un celestial, pensé que no iba a seguir el beso pero lo hizo y eso hizo que la besé con más ganas. Finalmente se soltó de mi agarre y sus manos quedaron en mi mejilla.

El beso seguía y a medida que seguía aumentaba la temperatura del ambiente, íbamos a quemarnos pero no importaba eso en este momento.

Me separé un poco de ella y sonreí, amaba hacer caer a los ángeles de Zeus pero nunca había hecho que caigan a mi cama.

 Y mucho menos que sean enteramente de mi atracción, Lisa era bastante hermosa.

Born to die |Jenlisa|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora