Born to die |Jenlisa|

Erótico

Jennie

Ya estábamos en la fiesta, me había dando cuenta que Jamie y Amelia estaban hablando hace bastante rato en el sofá. Lisa estaba afuera, Rosé y Jin habían llegado hoy entonces era un triple festejo.

Yo estaba ayudando a Jisoo a ponerle las rodajas de naranja al vino para que podamos celebrar, las niñas más jóvenes del aquelarre ya estaban acostadas, así que éramos adultos exclusivamente.

—Amor —Lisa me abrazo por la espalda mientras ponía las naranjas dentro del bowl— ¿Aún no está? —miró la mezcolanza de bebida.

—Además tu no puedes tomar mucho —hable seria y se separó de mi.

—¿Y cómo por qué? —cuestionó.

—Tu tienes mucho trabajo que hacer en la noche —sonreí y sus mejillas se tornaron de un color rosa.

—Eres tonta de verdad —me dio un beso rápido.

—A medida que sigan así, vamos a terminar mañana —bromeó Jisoo y ambas reímos.

—¿No necesitas que te ayude? —le preguntó Rosé a Jisoo, Lisa y yo nos miramos.

—Mira yo tengo que algo que hacer y tú me vas acompañar —tome de la mano a Lisa— ahí te dejo mi parte Rosé.

La lleve hasta la terraza y la senté en el mármol del balcón, puse mis manos en su glúteo para poder sostenerla y ella rodeó con su brazo mi cuello.

Con sus brazos me llevó hasta ella y me empezó a besar, el beso era lento, tenía un poco de electricidad por todo el cuerpo, apretó sus piernas por mi cintura y apreté sus glúteos.

—Esta fuerte la cosa en la terraza —hablo Jin y reí, me separe de Lisa y ambas miramos hacia abajo.

—Jennie creí que tenían una habitación aquí —le siguió Chan y ambas empezamos a reír.

—Idiotas —dije y Lisa se bajó.

—¿Para que miran arriba? —cuestionó Lisa bromeando.

—Tenía miedo que te caigas Lili —bromeó de nuevo Jin— agárrate mejor la próxima corazón.

Había música, ya era un poco tarde, la mayoría estaban ebrios, Lisa y yo habíamos tomando unos cuantos vasos pero seguíamos un poco lúcidas.

Estábamos solas de nuevo en la terraza pero estaba vez en el sofá que se encontraba ahí.

Paso de estar jugando con mis manos a sentarse a horcajadas sobre mi, su cuello quedó a la altura de mis labios, empecé besando su cuello y luego tomé con mis manos su cara para poder besarla.

La gire y la dejé abajo, besé de nuevo su cuello y levanté un poco su camisilla, tenía los pezones erectos.

Me levanté del sofá y la lleve de la mano hasta mi habitación, puse el seguro y cuando me gire ella ya estaba en ropa interior, me saque lo que pude de ropa hasta llegar a ella, me subí a la cama y quedé sobre ella.

Volví a besar sus labios y la dejé para poder bajar hasta sus senos, bese sus dos senos y uno de ellos lo lleve a mi boca, empecé a lamerlos lentamente para no lastimarla, con mi lengua hice un poco de círculos sobre su aréola y mordisque lo más despacio que pude su pezon, la escuché gemir y eso me motivo a seguir besando más abajo.

Bajé lentamente haciendo un camino por todo su abdomen y dando mordiscos en su cintura, le saque las bragas, estaba super mojada, levante sus piernas y las deje sobre mi hombro.

Pase mi lengua muy lento por sobre su clitoris y sus labios menores, y di un ligero chupón a su clitoris, solo podía escuchar sus gemidos, que afuera de la habitación eran apagados por la música.

Seguía lamiendo lentamente, sabía que se estaba por venir e introduje mis dedos y la envestí despacio, cuando sus gemidos se volvieron más seguidos y mis dedos cada vez estaban más apretados apure los movimientos, hasta que finalmente largo un ligero gemido y su agarre se soltó.

—Eres increíble —se giro de mi lado.

—Tú eres increíble —llevó el cabello hacia atrás y se abalanzó encima mío.

—Ni creas que estás exenta —murmuró sonriendo con malicia.

La noche sería eterna, no cabe duda.