Jennie
—Ellas son las nuevas —las presente— ya saben donde acomodarlas —me dirigí a las chicas— sean bienvenidas aquí —sonreí.
Rescatamos cinco brujas hoy, me ponía feliz hacerlo. Las educaba, orientaba y después las ubicaba en otros aquelarres en donde pueden desenvolverse mejor. Estaba feliz de saber que ellas estaban a salvo.
—Yo ya iré subiendo y sabes que ya tenemos la total autorización para ir —hablo Jamie y asentí— solo que espera a que esos dos imbéciles se dispersen de aquí —se refería a los secuaces estúpidos que mi papá puso detrás mío, asentí y me acomodé.
Se acercó a mí, me besó en la frente y se retiró del aquelarre. Le hice un gesto a Jisoo para que pudiera ayudarme en este escape fugaz hacía el Olimpo.
Todas las demás estaban ayudando, salían a cada rato con sus túnicas. Una de ellas se puso mi túnica y fueron al centro del bosque, sabían que podían seguirme pero no estar en el lugar de los rituales.
La túnica cubría absolutamente todo del cuerpo y las caperuzas me cubrían la cabeza por completo.
—Esos dos las han seguido —me aviso Jisoo y asentí.
Salí rápidamente del aquelarre ya que volverían en cinco minutos, era todo un teatro. Estaba feliz porque al fin podía salir de esta lugar sin tener personas atrás.
Llegué al Olimpo, ni siquiera pedí permiso, solo entré, saben quien soy y tampoco me interesaba pedirlo.
Cuando iba a cruzar la puerta miré a los lejos y vi a Lisa, mi sonrisa se desvaneció como si nada y mis ojos se llenaron de furia.
¿Cuál era el atrevimiento de aquella chica de tocar así a mi novia? Solo la observé hasta que se dio cuenta.
Cuando finalmente sucedió eso, esperé unos segundos más y caminé hasta la reunión de Jamie y Zeus.
—Hasta que al fin llegas... —hablo Zeus y sonreí a medias.
No estaba para aguantar sus chistecitos y menos ahora que me que estaba hirviendo en celos, ¿Quién era esa mujer?.
—Como te decía... —volvió Jamie a lo suyo y miré por la puerta para ver si no la veía cerca.
Sabía que estaban hablando pero no presté mucha atención, mi vista continuaba perdida en aquel lugar, verla así tan lejos no era suficiente.
—¿Tu que opinas? —me hablo Zeus y quedé pasmada.
—¿De qué? —cuestioné, no estaba adentrada a la conversación.
—Y de todo esto —juro que no sabía de que hablaba.
—Estoy de acuerdo —respondí y Jamie me miró con cara de retráctate— estoy de acuerdo en que una vez en toda tu existencia hagas algo bueno y dejes en paz a esas dos chicas.
Jamie empezó a reír y Zeus rodó los ojos.
—Conste que no lo hago por un bien —admitió— si no por satisfacción personal —no entendí.
—Yo te explico después los pautas y normas luego —Jamie se dirigió a mi.
—Si eso es todo, pueden retirarse cuando quieran —miró la salida.
Mi cerebro entró en corto porque por un lado dejará a Lisa en paz, pero solo por satisfacción personal, ¿entonces había que agradecer o no?
—Gracias —solté y salí de ahí velozmente.
Al salir de ahí, vi a Lisa de espaldas y me acerque sigilosamente a ella. No podía creer que después de tanto tiempo la tenía de frente.
Rosé la miró y ella se giró, estaba totalmente pálida en ese momento pero era tan hermosa que no podía concentrarme en absolutamente nada.
Miraba cada parte de su rostro solo para recordar lo hermosa que era, corrí su cabello por detrás de la oreja, tenía que cortar esta tensión con algo, me acerque un poquito a su oreja.
—No sabes, ni tienes idea de cuanto extrañe tenerte así de cerca, mi amor —susurré a su oído, oía mis latidos retumbar en mi oído.
La tomé de la cintura y la acerqué lentamente a mi, miré durante un segundo sus labios, la miré de nuevo a los ojos y la besé. No me importaba morir después de este beso, ya iba hacerlo feliz.
Besé sus dulces labios y el nirvana en ese momento quedaba chiquito frente al choque de sensaciones que sus labios producían en mi cuerpo.
—Amándote... —se separó un poco y sonreí.
—Amándote más —respondí sonriendo y volví a darle un beso.
—Todo muy hermoso —Jamie puso su mano sobre mi hombro— pero tu y yo debemos volver y hablar —asentí— y tú —apuntó a Lisa— mañana tienes que hablar con Zeus.
Le di un último beso antes de salir y le di una esquelita pequeña antes de salir.
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Born to die |Jenlisa|
Ciencia FicciónLisa Manoban había pasado toda su larga vida en el Olimpo alrededor de los dioses más grandes, era una de las ángeles más eficientes de ese lugar y cómo no? Si gracias a ella mucho tiempo reino la paz en el mundo. Ella, Jin y Rosé acaparaban todas l...