LA MUJER DE MI HERMANA

Capítulo 21: Elígeme

"He aprendido que no puedo exigir el amor de nadie. Yo sólo puedo dar buenas razones para ser querido...y tener paciencia para que la vida haga el resto"

William Shakespeare

POV: Alex Vause

Estoy enamorada de la mujer de mi hermana, nunca había dejado que esa frase se formara en mi mente, pero hoy estoy frente a una batalla perdida, indefensa, humillada viendo a mi hermana abrazada a la rubia idiota que no sale de mi mente y corazón ni un solo minuto, hasta dormida la pienso. Hacía tanto tiempo que no odiaba enamorarme, las veces que lo he hecho me he odiado a mí misma por elegir a la persona incorrecta. Odio sentir dolor ante la felicidad de mi gemela, quiero abrazarla, corroborar con ella contra mi cuerpo que está bien que no le hicieron nada malo. Pero tengo que esperar que le siga diciendo a la mujer de la que estoy enamorada que la ama, que se dejen de abrazar, de besar.

Quiero llorar por lo que siento, quiero ir a mi cama y encerrarme a llorar todo el día. ¿Por qué juega conmigo? ¿Por qué me hace el amor? ¿Por qué se apoderado de cada parte de mi ser si ama a mi hermana? ¿Por qué ella y no yo?

— Directora Vause Jackie me saca de mis pensamientos, me da más tristeza ver a esa pobre chica con los ojos brillantes — debo irme, nos vemos más tarde.

— Esta bien, Jackie — paso mi mano en el hombro de mi asistente y dejo que se vaya.

Cuando ella aborda su auto, Donna suelta a Piper y viene hacia mí, o más bien viene intrigada viendo que Jackie se va. La emoción me gana y salgo al encuentro de mi hermana y lloro abrazándola, feliz de saber que está bien, sana y salva, pero también porque me duele el alma que amemos a la misma mujer.

— ¿Cómo estás hermanita? ¿Te hicieron daño? — pregunto sin soltar el abrazo.

— Estoy bien, no me hicieron nada, gracias por lo que hiciste, Al me salvaste — mi hermana besa mi mejilla con mucho cariño — miro a Piper que está tras de nosotras y prefiero apartar la cara.

— Debemos ir a casa — nos dice.

Abordamos el auto y el camino a casa es muy corto mientras Donna me explica que pasó, todo es muy extraño, pero prefiero llegar a casa y enfrentar a mi madre. Inmediatamente me bajo del auto, no quiero esperar a verlas besarse de nuevo o algo así. Apenas nos ven mi mamá nos abraza primero a mí y luego a mi hermana, en realidad toda la familia se abalanza contra ella a abrazarla.

— Alex, ¿dónde vas? — me pregunta mi madre al ver que voy subiendo las gradas. Me volteo de mala gana, necesito llegar al baño y llorar mientras me ducho.

— Tengo que ir a trabajar, mamá — expreso con la voz apagada.

— De ninguna manera, hoy no sale nadie de casa — ordena.

— ¿Qué? Mamá tengo responsabilidades — rebato con ironía.

— Y yo también, que mi familia esté a salvo, ve a descansar un rato mejor — me contradice mi madre.

— No, me daré un baño nada más porque necesito que me expliques muchas cosas — le dijo y continúo mi camino.

Llego a mi habitación y me encuentro a Ben durmiendo tranquilamente mientras el resto estábamos tan estresados. Voy directo al baño y por fin puedo llorar a como quiero recordándola como me hizo el amor ayer, exactamente a la misma hora que secuestraban a Donna y hoy le dijo a ella que la ama, la besó, la abrazo con tanto amor, después de todo tengo que admitir que llevaban demasiado tiempo juntas y que ella y no somos nada.