Capítulo 41: Lo siento

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"Estábamos haciendo nuestros planes, pero olvidamos que el destino también tiene planes"

Fiódor Dostoiévski




POV: Piper Chapman

No puedo confiar en Alex, desde que estamos juntas siempre ha actuado igual, nunca ha luchado por nosotras, siempre he sido yo la que busca la forma de poder estar juntas. Sería capaz de todo por ella, porque vivamos una vida juntas. Nuestro amor ha sido; su odio hacia mí, su miedo a admitir que siente algo por mí, su miedo a que su familia sepa lo que tiene conmigo, su negativa a dejar al enano imbécil ¿cómo voy a creer que de pronto, por ante de magia ha decidido que si se va a divorciar?

Yo he tomado una decisión individual, porque ya no estamos juntas, ya no puedo contar con ella y llamarla mi mujer. Una vez leí por ahí que los amores eternos son los más breves, voy conduciendo de regreso a Point Place, la miro con el rabillo del ojo y trago saliva afectada al saber que la voy a extrañar, la voy a amar cada día de mi vida. No importa si llega otra persona a mi vida o la suya, mi corazón no me pertenece es de ella. Su cabello negro tan precioso se hondea con el viento, se ha quedado dormida, los últimos rayos del sol pegan sutilmente en su rostro tan bonito, a veces no entiendo como puede ser tan perfecta y tan dañina a la vez. En realidad, las dos nos hemos hecho mucho daño, nos hemos amado de la manera equivocada, todo lo hemos hecho mal, por falta de valentía o tal vez es el destino. ¿Me pregunto si algún día nos volveremos a encontrar cuando mi vida me pertenezca, si es que algún día llega a pertenecerme, tal vez cuando ella ya no tenga miedo de amar.

- Pipes... - susurra Alex despertándose. Yo la veo a la espera de que diga algo más - no digamos en casa que nos robaron.

- Más secretos, Alex - digo decepcionada.

Ella suspira y compone su cabello. Se queda unos segundos pensativa.

- Tienes razón, Pipes... ya no más secretos.

No le contesto nada y sigo conduciendo. Siento que pone su mano en mi pierna y la miro a los ojos.

- Hoy mismo hablaré con Ben - asegura decidida.

- Dijiste muchas veces que lo harías, pero cuando estás con él actúas diferente - digo pesimista.

- No esta vez, esa maldita rubia del infierno dijo que te había sugerido que te buscaras a otra - me río recordando eso - no es gracioso, no quiero que estés con nadie más, te quiero para mi, solo para mí.

- ¿Y yo tengo que aprender a compartirte? - contesto con ironía.

- No, por eso me voy a divorciar, quizás... se me vendrán... situaciones un poco complicadas y espero contar con tu ayuda - veo tanta sinceridad en su mirada que no sé qué pensar.

- Siempre has tenido mi apoyo, el de tu familia, de tus amigas con todo y sus groserías, pero te apoyan muchísimo, a pesar de que has sido una perra con ellas alejándose por ese imbécil - confieso enojada.

- Lo sé Pipes, tienes toda la razón de todo lo que quieres culparme, admito todas mis culpas, pero tú eres diferente - me mira tan bonito que tengo que tragar saliva para mantenerme firme - tú eres la mujer que amo, mi compañera en los mejores y los peores momentos, no quiero perderte, no quiero verte triste, no quiero que estemos separadas, ya no más.

- Alex... yo me iré.

- No, no te puedes ir, yo te necesito ¿qué voy a hacer sin ti, Pipes? - me asusta mucho cuando dice que no sabe que hará sin mi.

- No lo sé, Alex, quizás... puedes aclarar lo que quieres para tu vida - intento ser fuerte, lo más que puedo.

- Piper, eres todo lo que quiero. Mi amor si quieres puedes estar en mi conversación con Ben, ¿que dices?

LA MUJER DE MI HERMANA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora