LA MUJER DE MI HERMANA

Capítulo 28: Diles

"Desde que te conocí, me he sentido abandonado sin tu cercanía; tu cercanía es todo lo que siempre he soñado, lo único"

Franz Kafka

POV: Alex Vause

Mi amada rubia idiota ha vuelto, la veo desde mi ventana, inmediatamente tomo mi bolso para estar preparada cuando entre, es extraño viene con Jackie ellas se llevan muy mal. Apenas abre la puerta le sonrío y me ve extrañada.

— Vámonos, mi amor — expreso eufórica apenas entra.

Ella se queda con la boca abierta sin saber que pensar. Sí, estoy enamorada de una idiota. Sonrío caminando hacia ella y beso sus labios.

— Vamos a pasar la tarde solas tú y yo, no quiero que tengamos sexo sobre mi escritorio o en el sillón de mi oficina, te amo y quiero amarte, Piper, vámonos — la tomo de la mano para que salgamos de mi oficina.

— Alex, pero... ¿tu almuerzo, tus responsabilidades? — pregunta confundida.

— Almorzaremos juntas, las responsabilidades pueden esperar — abro la puerta y viene tras de mi aun confundida — Jackie, querida, voy a salir ya no voy a regresar, si alguno de los idiotas necesita algo, que me esperen hasta mañana — ella asiente, sabe que me refiero a los profesores —  si los alumnos tienen problemas y puedes hacerlo resuélvelo, si es alguna pelea que se larguen a sus casas y que regresen mañana con sus padres —le explico detalladamente ella solo asiente a todo lo que digo y antes de irme le dedica una mirada a Piper que no comprendo — ¿pasa algo?

— Eh... no, es solo que... Piper, me traería unos documentos — contesta Jackie.

— Tranquila, querida, mañana. Puedes irte temprano a tu casa — digo con amabilidad y continúo mi camino.

Voy muy sonriente saludando a algunos alumnos hasta llegar al estacionamiento. Me doy la vuelta y extiendo mi mano para que mi rubia me de las llaves del auto.

— ¿Vas a conducir? — pregunta sorprendida.

— ¡Piper! — resoplo — me molesta que preguntes cosas obvias y que estés tan tensa ¿acaso no puedo pasar la tarde con la mujer que amo? — susurro irrita.

— Bien, ya, solo es muy raro en ti — se justifica y me da las llaves.

— Solo disfruta nuestra tarde juntas — le digo con suavidad.

Hacia meses que no conducía, de hecho, aquí en Point Place lo que hecho muy poco y me emociono mucho haciéndolo. Me quité mi saco, abro algunas botones de mi camisa, pongo un poco de música y acelero lo más que puedo asustando a Piper.

— ¡Alex, contrólate! ¿Qué te crees la reina Isabel conduciendo de esa manera? ¡Nos vamos a matar! — grita asustada — ¿y por qué estamos saliendo de Point Place? ¿Vas a matarme? — me pregunta mi idiota favorita más confundida que nunca.

— Si sigues hablando tonterías, sí, tendré que matarte — bromeo en tono serio — yo me muero por devorarte de placer y tú estás actuando muy raro, Piper — le hago ver lo extraña que está desde antes de irse por mi almuerzo.

— Donna estaba fumando con tu ex que también es tu ex y con los padres de la garrapata que al parecer serán sus suegros — me confiesa Piper, sabía que le pasaba algo.

— Oh, y... ¿dónde los viste? ¿Estás celosa? ¿Por qué? O ¿por quién? — le pregunto.

Ella se aprieta los cabellos y traga saliva evidenciando lo nerviosa que la puse con mis cuestionamientos. Siento que Piper aun no ha dejado atrás el tema de Eric, para mí ya es un ciclo cerrado y solo quiero llevarla a un lugar bonito donde estemos solas las dos, besarla, acariciarla, decirle cuanto la amo sin tener que escondernos en ese aburrido sótano. Lo que me acaba de decir me causa muchas dudas y miedo. Le envié esa carta a Eric porque creí que se iba a largar y no volvería jamás, sin embargo, se ha quedado y al parecer a revivir los hábitos ordinarios que tenía con su grupo de amigos, incluida mi hermana. ¿Por qué Donna cambió de humor rotundamente en cuanto a él? Hace unos días me reprochó haberlo aceptado en el colegio y ahora están juntos ¿y Jackie? ¿Qué pasa con ella y sus deseos de intentar algo? Piper ¿estará celosa por ella o por mí? Yo también tengo mis inseguridades en cuanto a sus sentimientos.