Capítulo 49: Para Siempre

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"Si te caes te levanto y si no me acuesto contigo. Y contigo... al fin del mundo o donde la vida nos lleve"

Julio Cortázar




Alex, Piper y Alexander están lejos de New York aprendiendo a ser una familia. Entonces, Diane en una cena con Donna y sus nietos, los dejó perplejos a todos al decir con mucha sutileza "al fin puedo estar en paz porque todas están con sus familias" no había más que decir, está todo claro. A decir verdad, todos se alegraron de que la más temperamental de la familia por fin tenga motivos para estar feliz el resto de sus días.

- Tía Donna, cuando el bebé pelirrojo nazca sería genial una boda de gemelas - propone emocionada Nicky.

- Estaría genial - la apoya Eric - mamá, yo te llevaría al altar y Alexander a tía Alex - menciona cariñoso frotando el vientre de su madre.

- Debo admitir que cuando mis pequeñas pelirrojas eran bebés también las imaginaba casándose juntas - confiesa emocionada Diane.

- ¡Mamá, qué imaginación! Apenas estábamos empezando en este mundo convulso ¿y tú ya nos pensabas casándonos? - pregunta entre risas la pelirroja.

- Entonces ¿tú nunca has fantaseado con casarte, Donna? - cuestiona con seriedad Jackie.

La pelirroja se sonroja al escuchar el tono serio de su novia - bueno, eh... es una decisión de dos, amor, nunca he sido de pensar por los demás - traga saliva preocupada.

- Tía Donna, no sé, tú respuesta no me convence, tú nunca titubeas, que raro - Nicky le echa más leña al fuego.

- Nicky, un enorme bebé está pateándome y estoy nerviosa de saber que nacerá en tres meses, ya no recuerdo cómo es esto, no pienso con claridad - se acerca a Jackie y le besa la mejilla - hablamos lo que tú quieras cuando tengamos a nuestro bebé con nosotras ¿sí?

- Comprendo mi amor, cuento los días para conocer a nuestra bebé - la chica se conmociona de inmediato con los ojos llenos de lágrimas. Es muy joven, aún es una universitaria, pero ha demostrado tener la suficiente madurez para enfrentarse a una vida en pareja al lado de la pelirroja...

Otra de las embarazadas del grupo llega de muy buen humor al apartamento de Katy en busca de Piper para darle una muy buena noticia.

- Hola guapa, que bella te ves hoy - la profesora de baile halaga Katy mirándola de pies a cabeza.

- Hola, qué bueno verte, te ves radiante, hermosa - expresa muy amable la chica tocándole su vientre.

- Oh, le gustas a mis bebés - toma la mano de Katy y la lleva donde se están moviendo.

- ¡Wow, que maravilla! Me muero por conocerlos, adoro a los bebés- expresa la hermana de Piper.

- Pues dile a tu hermana que ponga a trabajar esos dedos, estoy segura que será muy fácil hacerle unos gemelos a la directora - bromea la rubia - ve a llamarla, quiero decírselo yo misma - pide entusiasmada.

- Mi hermana, eh... ¿no sé despidió de ti y de las otras chicas?

- ¿Qué? ¿Se fue? ¿Por qué? - pregunta desilusionada - ¡oh, por Dios! ¿Es lo que estoy pensando? - la mujer toma su celular para avisarle de inmediato a sus otras amigas.

- Espera, espera, no se lo digas a las otras, ya sabes cómo es mi cuñadita, mejor habla primero con mi hermana, te lo estoy contando en confianza - dice con sinceridad la hermana de Piper.

- Bien, entiendo - sonríe maliciosa la profesora de baile - estoy muy contenta por ellas, solo son unas vacaciones ¿no?

- Eso creo - expresa Katy.

LA MUJER DE MI HERMANA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora