"Amor mío, no te quiero por vos ni por mí ni por los dos juntos, no te quiero porque la sangre me llame a quererte, te quiero porque no sos mía, porque estás del otro lado, ahí donde me invitás a saltar y no puedo dar el salto"
Julio Cortázar
POV: Piper Chapman
Debemos darnos un tiempo, esa frase de Donna retumba como un eco tormentoso en mi cabeza. Estoy paralizada mirando al vacío, tengo a la que ha sido mi novia por 7 años frente a mí, de brazos cruzados a la espera que diga algo. No puedo hablar, no puedo verla, en mi ensimismamiento solo puedo sentir, sentir como que me oprimen el pecho de una manera aterradora, como si tuviese las manos libres y no puedo salvarme de mi misma, de lo que he hecho. Ella ha sido todo lo que tengo desde que la conocí, no ha hecho nada más que darme amor incondicional. Nadie me ha dado tanto amor en mi vida como Donna, es mi amiga, mi compañera, mi amante, la más brillante de todas, hubo tantas veces en las que me imaginé llegando a la vejez con ella, pero hoy simplemente todo se derrumbó.
— Pipes...
— ¿Por qué Donna? ¿Solo dime por qué?
— Porque... es muy complicado para mí, sé que te amo y créeme que me duele horriblemente esta decisión, pero no puedo pretender amar a alguien más, si en este momento de mi vida no me siento bien ni conmigo misma — me dice con mucha sinceridad, la conozco.
— ¿Es por Jackie? — consulto con los dientes apretados.
— No, Pipes, ni por ella ni por ti. Es por mí, prefiero alejarme antes de causar daño.
— Huir no es una solución, Donna.
— No estoy huyendo, estoy eligiendo amarme a mí, Piper mi hijo se ha alejado de mi, se desapareció en Navidad, prefirió irse con su novia, tal vez no soy la madre que Eric merece — traga saliva con tristeza — ni la mujer que tú mereces, la hermana o la hija que merecen las mujeres que amo, quiero reflexionar sobre mi vida, quiero ser madre otra vez, lo anhelo demasiado y si tengo que hacer todo esto sola, lo haré — expresa con valentía.
— ¿Todo esto es por el tema del embarazo, Donna?
— No es sólo por eso, es paz, necesito paz y quiero felicidad para todas las personas que amo.
Me quedo pensativa de nuevo limpiando mis lágrimas, para mí no es fácil, nada fácil separarme de ella. Siento que Donna es parte de mi, sé que le he fallado, sé que su hermana se ha metido en mi cabeza y mi alma de una manera poderosa, pero mi mente insiste en situar a Donna como todo lo que tengo en mi vida. Ella me da la estabilidad que nunca he tenido, la necesito en mi vida, de estar con ella dependen muchas cosas para mí, no la puedo soltar.
— Donna, pensemos bien las cosas no me dejes — le imploro.
— Piper, mi decisión está tomada — responde con suavidad.
— ¡Eres egoísta!
— No es egoísmo, te había dicho que prefiero que duela la verdad antes que estar contigo y no darte lo que mereces. Pipes, yo quiero que seas feliz y yo lo seré si estás con alguien que te dé todo lo que mereces — susurra tomando una de mis manos.
— ¿Serías capaz o eres capaz de estarme lanzando a los brazos de alguien más? — pregunto incrédula.
— Te estoy dando libertad, tú elige con quién deseas disfrutarla.
— ¿Y que voy a hacer sin ti? — cuestiono besando su mano con tristeza.
— Tú eres brillante, yo no voy a dejar de apoyarte en lo que sea necesario, puedes pedirme lo que quieras, eso no tiene porque cambiar entre nosotras. Pero repito esto se trata de libertad, no puedo retenerte, eso sí sería egoísmo, Pipes tú decides que hacer y con quién estar, yo creo en ti y respetaré cualquier decisión que tomes.
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LA MUJER DE MI HERMANA
أدب الهواةAlex es la firme directora de un colegio que aparenta llevar una vida perfecta, Donna un alma libre que vive como si fuese el último día de su vida. Hermanas idénticas que lo único que tienen en común es el físico y enamorarse de la misma mujer.