Capítulo 46: Mis Planes Son Amarte

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"Nunca confesó abiertamente su amor , pero si es cierto que los ojos hablan, hasta un idiota se habría dado cuenta de que estaba locamente enamorada"

 Emily Brontë





POV: Piper Chapman

Alex quiere matarme, juega tanto con mis emociones que a veces quisiera ya no sentir. Me levanto enojada para largarme de aquí, me siento tan estúpida ante ella. Me sujeta de la mano con fuerza y trato de soltarme, no quiero verla.

— Piper, calmate estás haciendo el ridículo — dice entre dientes.

— No me importa, suéltame, te van a ver qué me estás tocando, es aún más ridículo — digo con ironía.

— Siéntate no me dejas hablar, Dios.

— No quiero hablar, Alex, suéltame que la gente está empezando a vernos.

Ella hace su típico gesto de incomodidad al ver que tenemos las miradas de varias personas. Suaviza el agarre de mi brazo y frunce el ceño.

— Suéltame de una vez, tengo que ir a comprar la comida de los perros de Katy. Quédate siendo una reprimida toda tu vida, yo no estoy dispuesta vivir así — trago saliva afectada por su actitud.

— ¡Cállate, no lo entiendes! ¿Quieres ser mi novia, rubia idiota? — pregunta en tono enojado y suelta mi mano.

Me detengo a verla fijamente, esto tiene que ser una broma, esta mujer está loca. Ella baja la mirada y respira agitada.

— ¿De qué se trata esto, Alex? ¿Por qué juegas así?

— ¡No estoy jugando! ¿Por qué siempre tienes que ser idiota? ¡Dios! Solo quería cenar contigo, que luego fuéramos a casa porque dejé preparando algo especial, iba a pedirte que fueras mi novia, pero lo arruinaste todo — susurra decepcionada.

— No te creo, solo estás haciendo esto para que no me vaya. Además, quieres ir a casa para que nadie te vea, como siempre — digo con recelo.

Alex se pasa las manos en el cabello y resopla muy furiosa — soy una persona muy ordenada... quería besarte hasta que... fueras mi novia — dice frotándose las manos — realmente estoy haciendo un esfuerzo muy grande, no tenía idea que ibas a aparecer hoy, lo planeé muy rápido, no sabía cómo iba a salir esto y fue peor de lo que lo pensé...

Aun tengo dudas de lo que está diciendo Alex, entonces sin decir nada me acerco mas a ella y tomo su mano. Tiene la mirada baja y la sube lentamente para verme.

— Es un restaurante de ambiente gay ¿no te das cuenta, Piper? ¿Estas ciega o qué? — susurra rodando los ojos.

Hasta que Alex lo menciona empiezo a analizar a las personas que están aquí, ¿será que ella estaba nerviosa por qué es la primera vez que está en un lugar así? ¡Mierda! ¿Y si de verdad arruiné su sorpresa?

— Alex... lo siento, no me había dado cuenta, solo te estaba viendo a ti, ¿para que voy a ver al resto del mundo si puedo verte a ti — susurro queriendo disculparme con ella, se nota tensa con lo que está pasando — si... yo pudiera hacer algo para remediar lo que hice, yo...

— Solo siéntate y deja de hacer el ridículo, por favor. Que eso si me da vergüenza, no amarte — me regaña mi directora sensual.

— Alex... es que no lo puedo creer... tú...

— Todo el tiempo que estuvimos separadas me la pasé pensando como sería contarte que ya me divorcié y... también planeé mucho como... te... ya sabes lo que te pregunté — titubea con mucha timidez, es muy raro verla de esa manera, es hasta lindo, no puedo creer lo que hice.

LA MUJER DE MI HERMANA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora