LA MUJER DE MI HERMANA

Capítulo 33: Contigo

"Esto no es un amor vulgar. Yo he estado enamorado, pero no como ahora. He luchado conmigo mismo y he comprendido que sin ella la vida me será imposible."

León Tolstoi

Querida Piper, esta vez te escribo porque ya no encuentro otra manera para hacerte entender que me siento vacía, rota, incompleta sin ti, los días pasan y el sol me es insignificante, las flores, los árboles, las aves todo lo que contigo era un precioso adorno para alegrar mi corazón enamorado. Pasan las noches y son una tortura para mí, contigo no quería que tuvieran fin para amarte sin parar, tocar mi piel es una agonía porque recuerdo como la tocabas tú y me duele, me duele cada poro de mi piel que no estés aquí conmigo. Tu castigo es lacerante, está acabando conmigo, te amo, te amo y no quiero que seas otro amor que tenga que guardar en lo profundo de mi pecho. Yo te quiero en mi vida muchos años, quiero que seas mi amor, mi rubia idiota, la persona que vea todos los días al despertar, quiero una familia contigo, nunca había estado tan segura de algo como de mi amor por ti.

Dirás que mis palabras son más promesas vacías, pero yo no me atrevo a confesar lo que siento solo porque si, lo hago porque es real. Lo único que quiero de ti es comprensión, apoyo, quiero sentir que puedo contar contigo; que mis piernas tiemblen de miedo y sostenerme de ti para no caerme, quiero poder llorar en tus brazos y saber que todo está bien porque estoy contigo, quiero que me digas al oído me amas y que puedo contar contigo. Quizás no comprendas que nunca he sentido que alguien realmente me apoya como yo quisiera, lo admito soy muy difícil de abrirme con los demás, pero es por lo mismo, estoy cansada de ser juzgada, estoy cansada de que me digan que hacer y que he hecho mal. Creí que eras la persona que me iba a comprender, solo contigo me he abierto como nunca lo he hecho, contigo he sacado de mi cuerpo y mi alma lo mejor de mí. ¿Quién diría que a mi me iban a gustar las mujeres? En realidad, no me gustan, a mi me gustas tú, eres tan especial para mi vida que me haces sentir algo que nadie más lo haría, mi corazón me dice que no te deje ir, eres la luz de mi vida, la sonrisa de mis días, un glorioso sueño hecho realidad...

No te puedo obligar a estar conmigo en mi situación, no quiero ser egoísta, pero si quieres tratar de comprenderme aquí estaré para ti mi amor. Solo quiero que sepas que aquí en mi corazón siempre tendrás un lugar que solo a ti te pertenece, eres una bendición para mi vida, "No puedo concretar la hora, ni el sitio, ni la mirada, ni las palabras que pusieron los cimientos de mi amor. Hace bastante tiempo. Estaba ya medio enamorada de ti antes de saber que te quería" y te quiero para siempre en mi vida, tu decides si irte o quedarte...

Te ama con locura, Alex Vause.

Alex guarda la carta que escribió en su bolso y bajó a desayunar. En la mesa solo está Valerie y Alexander. Ella va por un poco de jugo mientras espera que su hijo acabe de desayunar, Piper no está en la mesa y le parece extraño.

— Alex, te vemos esta tarde en el bar de Donna comenta su hermana mayor.

— ¿Qué? No ¿por qué? — frunce el rostro la pelinegra.

— Hermana, por favor solo hazlo — pide Donna que acaba de bajar vistiendo nada más un albornoz.

— ¿De qué se trata esto? — cuestiona la directora perdiendo la paciencia.

— Sino te hubieras salido del grupo familiar lo sabrías — recrimina Valerie.

— Relájense chicas — expresa sonriente Donna — miren que hermosa mañana hace hoy, aprovechen el día, no se amarguen — agrega jugando sensualmente con su cabello. Alex y Valerie se observan extrañadas.