La Princesa De Slytherin ||Draco Malfoy Y Tú ||

Capítulo 25

Nos quedamos hablando buena parte de la tarde con Dumbledore, nos explicó lo que él sabía acerca de este tipo de conexiones, nos dijo que era sumamente raro, aunque no le sorprendía mucho debido a nuestro linaje.
Lo que nos explicó fue lo siguiente:
La razón por la que mi cuerpo no presentó todos los golpes que tenía Tom era porque en esto de la conexión había distintos "niveles". Nosotros podíamos controlar que grado o nivel de conexión queríamos tener en determinados momentos, pues por ejemplo en caso de que a alguno de nosotros nos estuvieran haciendo daño ese podía controlar la conexión y hacer que el otro no sintiera absolutamente nada, aunque nos advirtió que contener o restringir completamente la conexión era sumamente complicado y en caso de hacerlo mientras nos estuvieran haciendo daño haría que se triplicara el dolor que estuviéramos sintiendo.
-Espero que nunca tengan que hacer eso -dijo Dumbledore

Además también nos explicó el porqué hasta ahora se había presentado la conexión.
-Toda su vida estuvieron separados y sin conocerse, es por eso que la conexión nunca se presentó. Sin embargo ahora que viven prácticamente bajo el mismo techo, que comparten más momentos juntos, entre otras cosas; esa energía dentro de ustedes poco a poco se fue uniendo hasta consolidar totalmente su conexión.

Les platiqué a ambos sobre mis poderes, el como se habían manifestado por primera vez y la poca práctica que había tenido. El profesor Dumbledore me dio unos cuantos consejos para controlarlos e irlos practicando poco a poco.
También nos dijo que era sumamente útil nuestra conexión en caso de que estuviéramos en peligro o en un duelo; pues la conexión funcionaba como un GPS, podíamos comunicarnos sin decir ni una sola palabra, etc. Nos siguió explicando más cosas y se ofreció a ayudarnos a prácticar lo más complicado de esto de la conexión una vez a la semana, pero tambien nosotros debíamos practicar por nuestra cuenta las cosas más simples como la telepatía o el controlar que el otro sintiera nuestras sensaciones y emociones. Además nos recomendó que no le dijéramos a nadie sobre nuestra relación ni mucho menos sobre la conexión.
-Es por su propio bien -nos dijo con seriedad- no sabemos que podría hacer su padre si se entera que ustedes ya saben que son hermanos
-Pierda cuidado profesor -dijo Tom- no diremos nada
Se levantó del sillón donde habíamos estado sentados y me tendió una mano para ayudar a pararme. Yo aún no me sentía muy bien, había sido demasiada información y emociones que procesar.
-Gracias profesor -dije
-No hay porque señorita Riddle -dijo cariñoso- ya saben que si necesitan algo no duden en acudir a mí

Le dediqué una última sonrisa antes de salir de su oficina. Tom y yo íbamos caminando juntos, yo iba tomada de su brazo.

-¿Estás bien? -preguntó
-Sí... -dije no muy convencida
-¿Sabes que ahora puedo sentirte, cierto? -dijo deteniéndose y mirándome a los ojos- dime la verdad -exigió
Lo miré con los ojos empañados de lágrimas.
-¿Cómo quieres que este Tom? Mi padre me ocultó toda mi vida que tenía un hermano gemelo, nos separó pocos días después de nacer, toda mi vida siempre me sentí sola y como si algo me faltara... -las lágrimas comenzaron a resbalar por mis mejillas- y ahora se que eras tú, ahora se que no estoy sola...
-Yo me sentí igual toda mi vida, viví con personas que me odiaban y que sólo me tenían viviendo bajo su techo sólo por obligación... - contó
-Pero a partir de ahora tu jamás estarás sola-dijo limpiandome las lágrimas con el pulgar.
Me abrazó y yo lo sujete con todas mis fuerzas.
-Prometo que tu tampoco volverás a estar solo -le dije- prometo que siempre estaremos juntos, pase lo que pase -sonreí

Tom se alejó de mi y se limpió rápidamente una pequeña lagrima que le había salido. Era muy orgulloso.

-Ok, ya basta de sentimentalismos -dijo intentando hacer parecer que no le había afectado la noticia.
Pero él tenía razón, ahora yo también lo sentía... Era algo extraño y difícil de explicar, era complicado separar mis emociones de las suyas, supongo que con el tiempo lo lograríamos. Él también estaba emocionado y confundido pero alegre por saber que éramos hermanos.
-Aguarda -dije deteniendolo
-¿Qué pas...
Lo interrumpí mientras ponía mi mano delicadamente sobre sus heridas en la cara y me concentraba en sanarlas. Minutos después los golpes en su cara habían desaparecido junto con los hematomas en su abdomen haciendo que también desaparecieran del mío.
-Eso fue...
-Lo sé -lo interrumpí
-Gracias