La Princesa De Slytherin ||Draco Malfoy Y Tú ||

Capitulo 45

Desperté muy cansada y adolorida sintiendo los ojos sumamente hinchados por el llanto, cuando mis ojos se acostumbraron a la luz pude ver que probablemente ya era casi medio día. Intente incorporarme lentamente pero el dolor y el extremo cansancio de mis brazos no me lo permitió.
-Que bueno que ya despertaste querida -saludo Madame Pomfrey llegando a mi lado con lo que parecía una especie de poción- anda, toma esto y te sentirás mejor
Dudaba que una simple poción me hiciera sentir mejor pero aun así no discutí y acepte de buena gana la poción que me tendía. Sabía sumamente ácida lo que me hizo casi escupirla, pero logre tragármela toda.
-Gracias -sonreí débilmente mientras me ponía de pie
En ese instante llego hasta mi él ruido de unos gritos y empujones contra la puerta de la enfermería, mire con preocupación a Madame Pomfrey quien me explico que era lo que estaba pasando.
-No te alteres querida -comenzó a decir- pero el señor Malfoy y el señor Zabini estan tratando de calmar a los que quieren entrar
-¿Como que calmar? ¿Por que quieren entrar?
Madame Pomfrey me miro con algo de lastima pero después de uno segundos respondió.
-Se ha revelado tu verdadera identidad -confeso en un murmullo- te culpan por la muerte de tu amigo...
Sentí como si la temperatura hubiera descendido a 10 grados bajo cero, me costaba trabajo respirar y sentí que las piernas me fallaban. Madame Pomfrey me ayudo a regresar a sentarme a la cama antes de que terminara de cara en el suelo, comencé a hiperventilar mientras trataba de pensar en que carajos pasaría ahora. Momentos después los gritos se acallaron y después vi entrar al profesor Dumbledore seguido por Draco, Blaise y mi hermano.
-Madame Pomfrey, ¿nos daría un momento por favor? -pidió amablemente Dumbledore
Ella se despidió y salió de la enfermería dejándome sola con ellos.
-Supongo que ya esta al tanto de lo sucedido -pregunto Dumbledore
-Si -respondí con un dejo de voz
-Trate de protegerla lo mas que pude pero con la captura de Barty Crouch Jr. el simple rumor alboroto a todo Hogwarts y aunque Harry intento negarlo y protegerla, fue en vano
-¿Dijo Barty Crouch Jr.? -pregunte con la sangre hirviendo de rabia
-Si -confirmó Dumbledore- el se hizo pasar por el profesor Moody, introdujo su nombre y el de Harry al Cáliz, ademas de planear todo para que usted y sus amigos terminaran en manos de Voldemort
-Ese malnacido... -maldije en voz baja recordando rápidamente todas las conductas extrañas que había notado en él pero que había decidido ignorar- ¿lo llevaran a Azkaban?
-Si, ya debe estar en camino
Maldije de nuevo, pues esperaba poder hablar con el y sacarle información aunque fuera a punta de Crucios.
-¿Y ahora que pasara?
-No puedo prometerle nada, todos están sumamente consternados y alterados y no dudo de que mas de uno quiera atacarla...
-Como si fuéramos a permitir que eso pasara -replico Draco mirándome
-De cualquier forma no me quedare
Todos voltearon a verme confusos.
-¿Recuerdan que si para el día de mi cumpleaños, que es mañana, no vuelvo a su lado... vendrá y los asesinara a todos? -les recordé con un nudo en la garganta
-No puede aceptar, señorita Riddle -dijo Dumbledore evidentemente preocupado
-¿Y que otra opción tengo profesor? -pregunte sarcásticamente- aunque le agradezco todo el apoyo que nos dio estos meses... lo cierto es que usted no puede protegernos a todos -dije con lagrimas en los ojos- y me niego a tener mas muertes en mis manos
Me puse de pie y me dirigí a la salida, pero al recordar mi ultima petición me volví hacia Dumbledore.
-Solo pido una ultima cosa -dije con lagrimas resbalando por mis mejillas- quiero estar presente en el funeral de Cedric
Dumbledore me miro con compasión y empatía mientras asentía con la cabeza concediéndome mi ultimo deseo. Salí a toda prisa de la enfermería tratando de pasar desapercibida y utilizar los pasillos secretos y menos concurridos para llegar a mi Sala Común, podía sentir a los chicos detrás de mi pero no pude siquiera mirarlos a los ojos. Cuando entre a la Sala Común, aproveche que milagrosamente no había nadie ahí y corrí directamente a mi habitación dejando atrás a los chicos, me encerré en mi habitación y no deje que nadie entrara aunque los chicos se quedaron afuera de mi puerta tocando e intentando que los dejara pasar. Quería estar sola y pensar en que era lo que iba a hacer a partir de ahora, el plan era regresar con mi padre fingiendo serle de nuevo fiel pero con lo ocurrido el día anterior no creí que eso fuera a resultar, de hecho ni siquiera sabia si su amenaza seguía en pie pero al no haberme contactado ni nada por el estilo supuse que seguía queriendo que volviera a su lado.
Lo único que me quedaba ahora era convencerlo de que lo que había ocurrido en el cementerio había sido una confusión, un error y que de verdad no había querido hacerlo, aunque dudaba mucho que me creyera pero no se me ocurría nada mas.
"Deja de bloquear la conexión", me regaño Tom una vez que desbloquee la conexión debido a que requería mucha concentración y me estaba agotando demasiado
"Lo lamento", fue lo único que pude decir
"El funeral de Cedric será a las 6, te veo afuera de tu habitación en media hora"
Mis ojos volvieron a inundarse de lagrimas, me tire a mi cama y grite todo lo que pude contra las almohadas hasta casi quedarme sin voz, después de un rato tome todas las fuerzas que me quedaban y me levante de la cama para cambiarme y ponerme una blusa de seda negra, unos pantalones negros de vinilo y unas botas negras de tacón a la rodilla. Cuando faltaban 5 minutos para que Tom viniera me miraba al espejo cuando recordé el hermoso collar que Cedric me había regalado el día que me pidió que fuera su novia, así que lo saque de su caja y me lo puse sin poder evitar recordar de nuevo esa noche y prácticamente todo lo que habíamos vivido juntos. Me senté a la orilla de la cama esperando a Tom, mientras mis pensamientos viajaron hasta el día en que conocí a Cedric, nuestra primera cita, la pelea que tuvimos cuando se hicieron pasar por el, la primera canción que me canto, las demás citas que tuvimos, los partidos en los que apoye, sus prácticas... absolutamente todos y cada uno de los momentos que viví con el se arremolinaron en mi mente haciendo que de nuevo las lagrimas salieran sin compasión hasta provocar un inmenso dolor en mi pecho. En ese instante Draco, Blaise, Tom y Dominic entraron a mi habitación y sin decir una sola palabra me rodearon y me abrazaron entre todos.
Después de unos minutos logre controlarme un poco y todos salimos de mi habitación camino al funeral de Cedric, Draco me ofreció su brazo el cual acepte porque no creí poder sostenerme, a mi otro lado estaba mi hermano dándome la mano, mientras Blaise y Dominic iban atrás de nosotros custodiándonos. En el camino no pudimos evitar las miradas de odio y rencor, así como los comentarios acusadores de los chicos y chicas de otras casas, que me llamaban "asesina", sin embargo nadie se atrevió a acercarse a nosotros.
Dumbledore nos había reservado lugares en la primera fila apartados de los demás, sin embargo antes de llegar ahí Harry se acerco a nosotros e ignorando a los 4 chicos que me custodiaban me abrazo fuertemente provocando los susurros entre todos los presentes.
-Harry -dije aliviada correspondiéndole el abrazo
-¿Estas bien? -pregunto preocupado
Lo mire con lagrimas en los ojos y negué con la cabeza, lo que provoco que me volviera a abrazar y arrancándome de en medio de los chicos me guió hasta los asientos que Dumbledore nos había asignado y se sentó a mi lado sin soltar mi mano. La ceremonia comenzó y luego Dumbledore dio un discurso al que no le pude poner atención al 100%.
-Hay mucho que me gustaría decirles a todos esta noche -dijo con evidente tristeza- pero primero debo reconocer la perdida de una persona muy buena que debería estar sentada aquí -dijo señalando la mesa de los Hufflepuff- disfrutando de nuestro banquete junto a nosotros
No pude evitar que las lagrimas volvieran a salir mientras me aferraba al brazo de Harry tratando de no desarmarme ahí mismo
-Me gustaría que todos, por favor, se pusieran de pie y levantaran sus copas por la memoria de Cedric Diggory -concluyó levantando el mismo su copa e incitando a que todos los demás tanto profesores como alumnos hicieran lo mismo