La Princesa De Slytherin ||Draco Malfoy Y Tú ||

Capítulo 32

Estuve sumergida en mis pensamientos la mayor parte del día durante clases, por un lado intentando descifrar la razón por la que Draco estaba enojado y, por el otro preocupada por las consecuencias de mi enfrentamiento con mi padre la noche anterior y la manera en que podía o bien arreglarlo o planear un contraataque en caso de que mi padre decidiera vengarse.
Sin embargo cuando las clases terminaron, salí al patio con Harry y Hermione a pasar el rato y distraerme
—Oigan, ¿en donde está Ron? —pregunté, pues se me hacia demasiado raro no verlo con ellos
Ambos intercambiaron miradas y bajaron la cabeza
—¿Que pasa?
—Es que... —comenzó a decir Hermione
—Es que ya no pudo aguantarse más las ganas de recriminarme lo qué pasó con el Cáliz —respondió Harry
—Ay no —dije en voz baja— ¿Que te dijo?
—Estupideces. Que debimos decirle lo que planeábamos por ser nuestro mejor amigo, que éramos mentirosos, tramposos y que se arrepentía de ser nuestro amigo
Sentí como si me hubieran dado un golpe en el estómago, no podía creer que Ron hubiera dicho eso sobre nosotros, creí que nos apoyaría y que creería en nosotros.
—Yo... lo siento chicos
—No tienes porque, no es tu culpa que Ron sea un idiota —respondió Harry sumamente molesto
Nos quedamos en silencio por un rato hasta que Hermione habló.
—¿Oye, que ha pasado con Malfoy? —me sobresalte ante la pregunta
—¿Qué? ¿De qué hablas?
—Vamos Nessa, todos lo notamos... —continuó Hermione
—Yo en verdad no se de qué hablas, todo está bien —mentí
—Vanessa Isabelle Black... algo anda mal entre ustedes, se siente la tensión en el aire —Hermione soltó una risita
Intenté cambiar de tema pero ambos me escrutaron con la mirada e hicieron que terminará contándoles todo... bueno no todo, altere un poco la historia de como fue que los 3 estábamos juntos en la noche y la parte de que Tom estuvo en la enfermería, y sólo me centré en los comentarios mordaces, las miradas furiosas y el berrinche infantil de Draco al no querer abrirme la puerta. Así como también cambié el momento en el que Blaise me dijo lo que Draco había hecho y dicho, sobre Tom y yo.
—Ohh... ya entiendo... —habló Harry por fin
—¿Enserio? Pues explicámelo, porque yo no entiendo nada
Ambos intercambiaron miradas como si fuera demasiado obvio.
—¿Qué? —insisti
—Es que... la verdad es que últimamente has estado demasiado pegada a Tom... hacen todo juntos desayunan, comen y cenan juntos, se sientan juntos en clase y la mayor parte de la tarde te la pasas con él... nosotros también íbamos a preguntarte si había algo entre tú y él...
Me quedé helada ante la percepción que todos tenían de mi relación con Tom; no había caído en cuenta de que lo que para mi era normal hacer con Tom al ser mi hermano, los demás lo veían como algo más...
—¿Qué? Eso no es cierto, también desayuno, como y ceno con Draco, Blaise y todos los demás —me defendí— y en clases también me siento con otras personas... y no solo paso tiempo con él, también estoy con ustedes ¿acaso no estoy aquí?
—Pues... —comenzó a decir Hermione— de hecho es la primera vez como en 2 semanas que estas con nosotros después de clases...
—Eso no es... —me calle al hacer cuentas y darme cuenta que Hermione tenía razón— no es lo que piensan —aseguré
—¿Entonces? —preguntó Harry
—De verdad quisiera explicárselos pero... —me debati si debía decirles, a fin de cuentas eran mis amigos y confiaba en ellos, pero no sabía como reaccionarían si les dijera que Tom era mi hermano, pues no sólo era decirles eso sino también confesarles que había estado engañado a todos sobre mi verdadera identidad y que yo era hija de quien no debía ser nombrado— yo no puedo, lo siento —me disculpé
Los dos me miraron dolidos, y justo cuando la cara de tristeza de Hermione estuvo a punto de convencerme de decirles todo, Tom apareció y sin siquiera mirar a mis amigos llegó hasta mí, me tomó del brazo y me hizo levantarme.
—Tienes que venir —dijo apresurado
—Pero yo... —apenas pude agarrar mis cosas y despedirme rápidamente de mis amigos cuando Tom me arrastró dentro del castillo y me guió hacia nuestra sala común.
—¿Se puede saber que fue eso? ¿A dónde me llevas? —dije mientras caminábamos a toda prisa
—Necesitamos tu ayuda —se limitó a decir
—¿Y se puede saber para qué?
—Tu noviecito esta vuelto loco y nadie logra calmarlo
—¿Draco? —pregunté
Tom se paro bruscamente haciéndome chocar contra su espalda.
—¿Así que cuando digo "noviecito" sabes exactamente a quién me refiero?
Me puse nerviosa y trague saliva, desviando la mirada.
—No... yo sólo...
—No importa —rodo los ojos y siguió caminando— vamos