Esta historia estara protagonizada por la descendiente de Salazar Slytherin: Vanessa Isabelle Riddle, hija del Señor Tenebroso y heredera de Slytherin, quien por órdenes de su padre debe infiltrarse en Hogwarts, ganar la confianza de alumnos y maest...
Ese día logré, tal y como dijo Narcissa, controlar los 4 elementos: agua, fuego, tierra y aire, aunque no por completo, aún me falta mucho para poder controlarlos totalmente, por ejemplo; al agua sólo la pude controlar en su estado líquido, más no pude convertirla en hielo o nieve; el fuego solo pude crearlo desde mi mano pero no pude esparcirlo ni apagarlo, más que con agua; en el aire solo pude hacer que soplara un viento más fuerte y pude crear un pequeño remolino, pero no pude succionar el oxígeno del ambiente; y por último con la tierra no supe muy bien que cosas podía hacer, así que lo único que logré fue controlar las piedras y usarlas para atacar. Mis ojos se tornaban de un color diferente según el poder que usara: azules brillantes para el agua; naranjas para el fuego; verdes azulados para el aire y una mezcla de café y verde para la tierra. Sabía que debía seguir practicando, pero al menos ya sabía y podía usar los elementos en caso de que algo pasara, supongo que conforme pase el tiempo, los practique y sobre todo cuando los necesite, podré controlarlos en su totalidad.
Termine tan agotada después de controlar las piedras, que estuve a punto de desmayarme y caer al suelo, de no haber sido por Draco. -¡Nessa! -gritó corriendo hacia mí. Me tomó por la cintura, me alzó en vilo y me llevó hasta la banca- ¿Estás bien? -preguntó preocupado. -Si tranquilo, estoy bien -aseguré- solo algo agotada. -No debiste esforzarte tanto Nessa -me regaño -Lo sé... pero debía aprender aunque sea lo básico sobre estos poderes -me disculpe -Te entiendo -dijo acercándose a mi- pero ya fueron muchos experimentos por hoy, debes descansar un poco, ya es tarde -dijo tendiendome la mano- ¿puedes caminar?
Asentí. Tomé su manos y nos fuimos caminando tomados de la mano hasta la mansión. Al entrar Dobby nos recibió. -Hola Sr. Hola Srita. ¿Se les ofrece algo? -Una limonada Dobby, por favor -le pedí -Si señorita. ¿Usted quiere algo Sr.? -le preguntó a Draco -Lo mismo que ella Dobby asintió y se fue hacia la cocina. Draco y yo nos sentamos en la sala y comenzamos a platicar mientras Dobby regresaba.
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-De verdad eso fue asombroso Nessa, todo lo que hiciste -dijo sumamente sorprendido -Gracias Draco, aunque la verdad no se muy bien que fue lo que hice -Pues lo que haya sido, fue realmente asombroso. -Gracias, pero aún así debo seguir practicando y... no sé perfeccionado esto. Además de descubrir que otras cosas puedo hacer. -Ey, tomatelo con calma -dijo tomando una de mis manos- no quieras averiguarlo y controlarlo todo en un sólo día, recuerda lo que dijo mi madre, la mayoría se irán mostrando conforme los necesites -me recordó -Ya lo sé, pero no quiero esperar a necesitarlos para empezar a trabajar en ellos. -Siempre tan controladora Nessa -rió -Burlate todo lo que quieras pero no pretendo quedarme con los brazos cruzados a esperar otro ataque ó a que estés a punto de morir otra vez para comenzar a descubrir que otros poderes tengo -dije molesta -Esta bien, perdón. Te ayudaré en todo lo que pueda -dijo En ese momento, Dobby regresó con nuestras limonadas y algunas golosinas que dejó en la mesa de centro. -Gracias -dije -No es nada señorita ¿se les ofrece algo más? -Nop -le sonreí -Esta bien, estaré cerca si necesitan algo más -dijo Dobby y se fue.
-Entonces ¿que es lo que pretendes hacer? -preguntó tomando un sorbo de su limonada. Eso me recordó la sed que tenía, así que también le di un gran sorbo a la mía. -Pues creo que volver a practicar los elementos que son más útiles que son el agua y el fuego... y perfeccionar mi poder de sanación. -¡Ah no! No me volverás a cortar el pecho por la mitad -dijo alterado Reí ante su actitud. -Jajajaja que dramático eres Malfoy -dije entre risas- eso no era lo que tenía en mente, pero ya que lo mencionas... -dije acercándome a él -Ni se te ocurra -advirtió -Jajajajajaja era una broma Draco -reí- estaba pensando en una pequeña cortada en la mano o algo, sólo para saber como funciona exactamente Draco me miró con cara de pocos amigos. -¡Bien! Si no hay de otra -dijo fingiendo molestia -Graciaaas -dije con una mirada angelical. Draco rodó los ojos y volvió a tomar de su limonada, mientras yo reía ante su actitud y comía de las golosinas que había traído Dobby. Pasamos el resto de la tarde platicando y a la hora de la cena, su padre salió de su estudio para cenar, Cissy salió de la biblioteca y se sentó junto a su esposo. -La cena esta servida, vengan a comer -dijo Lucius de mala gana. Ambos nos levantamos y nos fuimos a cenar, se sentía algo de tensión en el ambiente pues los señores Malfoy seguían evidentemente molestos por haberlos obligado a hacer el Juramento Inquebrantable, intenté no darle importancia y comer en paz la deliciosa cena que los elfos habían preparado. Un rato más tarde Lucius terminó de cenar e inmediatamente se levantó, dio las buenas noches y se retiró. Así que sólo nos quedamos Narcissa, Draco y yo, en medio de un silencio incómodo. Me sentía culpable por haber tratado mal a Narcissa después de todo lo que había hecho por mí, pues ella había sido como mi madre desde que tengo memoria. -Narcissa... -comencé a decir- yo... lo lamento -¿Qué cosa Señorita Riddle? -dijo triste y seria -Cissy por favor... entiéndeme -rogué- lamento haberte tratado mal después de todo eres como mi madre -sonreí Narcissa dudó un momento pero al final terminó por sonreírme de vuelta y tomó mi mano sobre la mesa. -Y tú eres como mi hija, sabes que siempre te voy a adorar -dijo mirándome con ternura. Ambas sonreímos y terminamos de cenar. Al terminar Draco y yo nos levantamos, le dimos las buenas noches a Cissy y yo me acerqué a abrazarla. -Gracias por todo Cissy -le dije mientras la abrazaba -No hay de que mi niña -dijo dándome un tierno beso en la frente- ahora vayan a descansar y mañana me platican que tanto hicieron hoy -sonrió -Claro Cissy mañana te pondremos al tanto -le sonreí Tomé la mano que me ofrecía Draco y ambos subimos a nuestras habitaciones.
-Bueno... descansa princesita, mañana nos espera un largo día -dijo mientras nos parábamos frente a la puerta de mi habitación. -Descansa Draco y gracias por todo -dije dándole un beso en la mejilla -No hay de que Mi Lady -se despidió besándome la mano en medio de una reverencia. Ambos reímos y nos fuimos a nuestras habitaciones. Cerré la puerta, me puse la pijama, me lavé la cara y me fui directo a dormir. Estaba tan agotada por todos los esfuerzos que había echo que me fue ganando el sueño poco a poco, pero mientras me quedaba dormida comencé a recordar a Draco, el lindo día que habíamos pasado juntos entre bromas, burlas y pláticas y en todo lo que nos esperaba en Hogwarts...
