Capitulo 43

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-No exactamente... -sonreí coqueta
Mientras me perdía en sus perfectos ojos grises en los que pude ver esperanza. Justamente lo mismo que yo sentía, esperanza de poder arreglar las cosas y tal vez... Poder reconocer nuestros sentimientos.
-¿Me dejarás afuera toda la noche? -se burló
-Amm... no, claro que no —sonreí nerviosa haciéndome a un lado para dejarlo pasar
Tuve que obligarme a mi misma a tranquilizarme y respirar, pero en verdad resultaba muy difícil hacerlo teniendo a Draco en mi habitación a solas.
Caminó hasta mi cama y se sentó en la orilla, sosteniendo la cajita del anillo entre sus manos.
Teníamos muchas cosas de las que hablar, sería una noche bastante larga... Tome asiento junto a el mientras soltaba un suspiro y tomaba fuerzas y valor para contarle todo.
-Bien, ¿Por dónde empezamos? -pregunto
-Tal vez sería conveniente empezar desde el principio ¿No? -pregunte burlona
-Excelente idea -sonrio
-Planeaba darte ese anillo como regalo una vez que volvieras de la misión con tu familia y los Black -comence a explicar- pero... bueno, las cosas se salieron de control y tuvimos que escapar de mi casa antes de venir aquí.
"Cuando llegamos a tu casa me concentre tanto en lo de la profecía y los poderes que olvide hacerlo. El día que mi padre fue a despedirse de mi y yo... -se me llenaron los ojos de lágrimas- dije esas cosas terribles para mantenerlo contento, quería dártelo para disculparme..."
Draco se levantó y comenzó a caminar por la habitación.
-Pero nunca lo hiciste -reclamo
Suspire.
-Cuando iba a hacerlo, esa misma noche después de la cena subí a tu habitación pero... algo me detuvo
Draco volteo a verme con el ceño fruncido.
-Me acerque a tu habitación y pude escuchar todo lo que estabas diciendo
Se quedó helado ante mi confesión, parpadeo nerviosamente y trago con fuerza.
-Nessa... -comenzo a decir- yo... en verdad lo siento, estaba muy molesto por lo que habías dicho -explicó- creí que toda nuestra amistad había sido una mentira, que siempre solo me habías visto como un seguidor más y...
-¿Cómo puedes ser tan brillante y tan estúpido a la vez? -pregunte repitiendo las palabras que alguna vez me había dicho
Me miró confundido. Me levanté y camine hacia el tomándolo de las manos.
-¿Que parte de que eres una de las dos personas más importantes en mi vida, sin las que no puedo vivir, no entiendes?
Draco se quedó perplejo mirándome sin poder hablar.
-Eso es lo que eres para mí Draco, entre muchas otras cosas... eres la persona que más me conoce en todo el mundo, la que siempre ha estado para mí cuando lo he necesitado, la que me ha visto en mis mejores y peores momentos, la que me ha ayudado a no volverme loca con todo esto de los poderes y la profecía... La única persona por la que sigo luchando

El Todopoderoso Draco, que jamás se quebraba ante nada ni ante nadie, tenía los ojos cubiertos de lágrimas y unas cuantas consiguiendo escapar y resbalar por su mejilla.
-Nessa... -dijo acercándose más a mi mientras una sonrisa se dibujaba en su bello rostro- jamás crei que mi deseo de cumpleaños de fuera a cumplir
Ambos sonreímos, y aunque ambos necesitábamos sentir nuestros labios, solo nos limitamos a abrazarnos fuertemente durante un buen rato.

Durante otro par de horas continuamos hablando y aclarando todos y cada uno de nuestros problemas y malentendidos hasta que llegamos al día del Baile de Navidad.
-En verdad no creí que fueras a recordar la melodía
-Si te soy sincera yo tampoco sabía que la recordaba, simplemente lo recordé en el momento... fue muy extraño
Ambos estábamos sentados en la cama, muy agusto. En verdad extrañaba esto con Draco. Yo estaba recargada en la cabecera de mi cama y Draco estaba recargado frente a mi en uno de los postes inferiores a los pies de la cama.
Pero aún así el ambiente se sentía muy tenso, no por que estuviéramos enojados ni nada, sino por la necesidad que ambos teníamos de reconocer que... tal vez, queremos estar juntos
-Lamento no habértelo dicho antes
-¿Que cosa? -pregunte queriendo molestarlo y obligarlo a que esas palabras salieran primero de su boca.
-Amm... -se revolvió en su asiento- pues eso... que... -se aclaro la garganta- ya sabes
Sonreí ante su nerviosismo.
-No, en verdad no lo sé -continue molestandolo
-¿En serio Vanessa? -pregunto amenazantemente
-Si... En verdad no sé de lo que estás hablando
Draco volvió a tomar control de sí mismo y en su rostro apareció una de esas mortales sonrisas de lado que me hacían temblar. Lentamente se quitó de dónde estaba recargado y poco a poco comenzó a acercarse hacia mi hasta que en pocos segundos lo tenía a centímetros de mi cara.
Mi respiración se acelero más de la cuenta al tenerlo tan cerca de mi sintiendo su aliento y su calidez.
Draco no apartaba su vista de mi ojos para pasar a mis labios y de regreso a mi ojos. Al igual que yo no podía dejar de mirar esos labios que tanto deseaba probar.
-Si te beso... -dijo con la respiración entrecortada y la voz ronca- no seré capaz de alejarme de ti nunca más...
Mi corazón dió un vuelco y en verdad empezaba a sentir que me desmayaba.
-¿Es una promesa? -pregunte sonriendo
Draco sonrió igualmente y por fin, después de tanto tiempo termino con el espacio que nos separaba. Su beso era desesperado y aferrado pero sobre todo apasionado, una de sus manos me sostenían la cabeza por la nuca mientras que la otra viajaba a través de mi cuerpo desde mi pierna hasta la parte baja de mi espalda. Mientras que una de mis manos se enredaba en su cabello pegándolo lo más posible a mi, y la otra acariciaba su cuello y parte de su pecho.
-Nessa -jadeo entre besos
Su lengua se abrió paso entre mis labios y comenzó a jugar con la mia enredándose y liberandola después, solté un gemido cuando mordió mi labio inferior.
-Draco -gemi entre sus labios

La Princesa De Slytherin ||Draco Malfoy Y Tú ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora