Esta historia estara protagonizada por la descendiente de Salazar Slytherin: Vanessa Isabelle Riddle, hija del Señor Tenebroso y heredera de Slytherin, quien por órdenes de su padre debe infiltrarse en Hogwarts, ganar la confianza de alumnos y maest...
-¿Emboscada? ¿De que estas hablando papá? -pregunte fingiendo confusión –Fingir demencia no te salvará esta vez– amenazó mientras los mortífagos nos rodeaban -Por favor, no me obligues a hacer algo que en verdad no quiero hacer –dije como si de verdad sintiera lo que estaba a punto de hacer –¿Me estás amenazando? –No, solo te estoy dando la oportunidad de que salgas con vida de aquí –dije mientras convocaba toda la energía dentro de mi cuerpo y la preparaba para atacar –Me temo que rechazaré tu tierna oferta –respondió con burla –Bien, pero que quede claro que quise mostrar misericordia... ¡Draco agáchate! –grité justo en el momento en que un sinfín de rayos en forma de flechas tomaban forma y salían disparados de mi cuerpo asesinando a los mortífagos más cercanos a mi e hiriendo a los más lejanos.
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Pude ver qué mi padre resultó herido en una pierna y en su costado derecho, por lo que se vio obligado a retroceder. Una vez que tuvimos el camino libre, Draco y yo corrimos hacia Hogwarts tan rápido como nuestras piernas nos lo permitían.
"-Todo se fue al carajo, adviérteles a todos -Que fue lo que pasó? -No se cómo pero descubrió nuestro plan, tenemos que pensar en un plan B -¿Qué es exactamente lo que quieres lograr? -Matarlos a todos"
Justo en ese momento logramos entrar a Hogwarts por la puerta principal donde ya nos estaban esperando el trio de oro, Blaise y Tom junto con el profesor Dumbledore, McGonagall, Snape y otros compañeros de Gryffindor y Slytherin. –No tenemos mucho tiempo, tenemos que asegurar el castillo mientras planeamos nuestro ataque –dije algo sofocada por haber corrido tanto –Es mejor planear una defensa y esperar su ataque –propuso un chico de Gryffindor –NO –respondí inmediatamente– el que ataca primero controla al enemigo, no me sentaré a esperar su ataque arriesgando la vida de todos dentro del castillo –¿Entonces cuál es el plan? –preguntó McGonagall –Lo primero es asegurar todas las entradas lo antes posible, además de colocar una protección mágica alrededor de todo el castillo –Yo me encargo de eso, buscaré a otros profesores para pedirles su ayuda–respondió la profesora y antes de poder agregar algo más se fue a toda prisa –Tenemos que repartir a todos los compañeros de todas las casas en lugares estratégicos para que defiendan las partes más importantes o vulnerables del castillo –Cuente con eso –respondió Snape y sin agregar nada más también se marchó llevándose consigo a los compañeros que se encontraban ahí –Profesor Dumbledore, necesitaré su ayuda para la otra parte de mi plan –Por supuesto –respondió- ¿Que tiene en mente? -¿Recuerda a Drogo? -¿Drogo? -cuestiono Harry- ¿No es tu dragon? ¿El del Torneo de los 3 Magos?
Mi cara debió demostrar mi gran confusion ante el hecho de que Harry supiera quién era Drogo, pues Draco intervino y me aclaró que él, Blaise y Tom les habían contado al trio de oro todo acerca de la profecía, mis poderes y mi conexión con Tom.
-Creimos que era lo mejor -concluyo Draco con un tono que parecía de disculpa -Y lo es, en este momento es mucho mejor que ellos lo sepan, así no perdemos tiempo en explicaciones y a lo mejor pueden darnos buenas ideas -¿Entonces que es lo que planeas hacer con Drogo, querida? -pregunto Dumbledore Sonreí. -Espero que ninguno de ustedes les tengan miedo a los dragones, los centauros, las acromantulas... -¿¡Acromantulas!? -pregunto Ron con terror -Si Ron, Acromantulas -confirme -Pero no te preocupes Weasley, no te harán ningún daño -aseguro Draco -¿Y cómo estás tan seguro? Draco me miró con complicidad. -Por qué ellas solo obedecen a la Princesa de Slytherin Sonreí ante su afirmación.
Debido a los acontecimientos recientes no había tenido tiempo para investigar más sobre la profecía, sin embargo, gracias a la bocaza de Blaise, la incesante curiosidad de Hermione y el conocimiento y ayuda de Dumbledore, en mi ausencia mis amigos lograron encontrar información que ahora tal vez podría ser la respuesta para salvar la vida de todos en el mundo mágico.
-Eso es lo único que pude encontrar sobre la manera de convocar a las criaturas oscuras -explico Hermione mientras caminaba junto a ella en dirección al patio principal -No son "criaturas oscuras" Hermione, son simplemente criaturas incomprendidos por la mayoría de los lagos y brujas -aclaré -Claro, lo que tu digas Nessa, solo manten a las acromantulas alejadas de mi por lo que más quieras -pidio Ron con desesperación -Tranquilos, nada les pasará -asegure
Hermione había encontrado algo así como un ritual que debía seguir para reclamar todo mi poder y así convocar a todas las criaturas que, según la profecía, obedecían a la legítima heredera de Slytherin. Según lo que decía el ritual, debía estar consciente de que invocar todo lo poder y a ese tipo de criaturas implicaba convocar una gran cantidad de magia, y que "la magia siempre viene con un precio". Al leer tal advertencia, sentí un nudo en el estómago, sin embargo, sabía que era necesario pues la vida de todos en el mundo mágico dependía de mí. Así que ignore mi malestar y leí con atención las instrucciones para el ritual. Debía recitar un antiguo cantico en latín, mientras me concentraba en ir convocando todo mi poder, y según esto, mientras sufría una transformación a causa de la magia. Agradecí a mis amigos por su investigación pero les pedi que me dejaran sola en el patio, pues no sabía las repercusiones que el ritual podría provocar. Mientras tanto les di instrucciones a cada uno sobre lo que necesitaba de ellos, el único en oponerse fue Draco, pues se negó a dejarme sola por lo que accedi a que se quedara detrás de la puerta resguardado mientras ocurría la transformación.
Una vez que todos se fueron, que Draco se quedó detrás de las puertas y que yo me quedé sola en el patio, cerre los ojos y mientras me concentraba para invocar mis poderes, comencé a sentir un ligero hormigueo en mis brazos y piernas, el cual se fue haciendo cada vez más fuerte hasta sentir que me elevaba del suelo. Quise abrir los ojos, pero sabía que no podía perder la concentración, así que seguí recitando el cantico una y otra vez.
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Cuando termino todo, volví a tocar el suelo y aunque crei que me sentiría débil por haber convocado tanto poder, en realidad sentí todo lo contrario. Me sentía más poderosa y fuerte que nunca, tanto que hasta me preguntaba como es que antes pensaba que tenía poder. En verdad me sentía muy diferente, todos mis sentidos se desarrollaron al 2000%, podía escuchar a grandes distancias, podía ver hasta la mini partículas que componían las cosas, e incluso podía sentir la energía vital de todos aquellos seres vivos que me rodeaban, ya sea que fueran humanos o criaturas mágicas.
Fue en ese momento en el que recordé el porque había hecho el ritual, debía invocar a todas las criaturas mágicas que me obedecían para que de reunieran a luchar con nosotros. Sabía que ellas serían la diferencia entre la victoria y la derrota, además de que nos proporcionarían una gran ventaja: el factor sorpresa. Mi padre jamás se imaginaria y estaba segura de que no sabía sobre mi dominio sobre dichas criaturas, pues el creía que todas ellas o al menos la mayoría, le obedecían.
Sin darme cuenta, Draco ya se encontraba detrás de mi mirándome como nunca nadie me había mirado antes. Su mirada era una combinación entre orgullo, admiración y lealtad. Antes de que yo pudiera decir algo, Draco se arrodilló frente a mí, tomo mi mano derecho y se la llevó a su frente. -Ante los dioses te ofrezco mi vida y mi magia, mi lealtad siempre será tuya sin importar nada, caido o de pie jamás me iré de tu lado y te protegeré con mi vida de ser necesario. Te amo y siempre lo haré. Larga vida a la Princesa de Slytherin.
