La Princesa De Slytherin ||Draco Malfoy Y Tú ||

Capítulo 3

Escuchaba gritos lejanos a mi alrededor, voces que decían mi nombre una y otra vez y que repetían órdenes y frases a las que no lograba darles significado, convirtiéndose en una mezcla de palabras que carecían de sentido para mí.
Al mismo tiempo sentía como si estuviera flotando, tenía la cabeza apoyada sobre algo duro y suave a la vez, mientras que percibía como dos objetos largos, firmes y poderosos me envolvían, me mantenían en alto y me protegían de todo lo que pasaba a mi alrededor, al tiempo en que mi cuerpo avanzaba sin tocar el suelo y sin saber a dónde iba.
Por un segundo intenté volver a recobrar la conciencia, pero sentía como si todas las fuerzas y energías de mi cuerpo hubieran sido drenadas y mi cuerpo exigiera un merecido descanso después de tanto esfuerzo y emociones extremas. Después de eso me perdí completamente y ya no pude sentir ni escuchar nada hasta después de un rato.
Después de no se cuanto tiempo volví a escuchar fragmentos de conversaciones, pude reconocer algunas voces como la de mi padre que gritaba órdenes a diestra y siniestra, mientras maldecía a medio mundo. Sentí que aún me sujetaban esos dos objetos firmes, que aún me estaban protegiendo de todo lo que estaba pasando. Intentaba luchar contra la pesadez de mis párpados, pero no tuve éxito, ni siquiera logré mover el dedo meñique ni mucho menos articular ni una sola palabra.
Luego sentí como mi cuerpo parecía descender lentamente, hasta que se encontró fuera de esa protección que antes lo había rodeado, ahora estaba acomodada sobre algo mullido y terso, fue entonces cuando sentí un aire caliente contra mi rostro y un murmullo llegó hasta mis oídos: - Princesita, no se si me escuchas pero por favor despierta, aun debemos hacer muchas cosas juntos. No tienes permiso de dejarme. - dijo Draco susurrando tan bajo que solo fui capaz de oírlo por lo cerca que estaba de mi.
En ese momento la voz de mi padre hizo su triunfal aparición en mis oídos, exigiendo explicaciones sobre lo que había pasado. Comenzó a reclamarle a Draco por no haberme protegido, por ser tan estúpido por no haberse dado cuenta a tiempo de que algo andaba mal con Sawyer, etc.
No soporté que tratara mal a Draco, así que con todas las fuerzas que tenía intenté hablar, aunque solo salió de mi boca un gemido seguido de palabras incoherentes. Aunque no dije lo que hubiera querido, bastó para que mi padre dejara en paz a Draco y se acercara a mi.
—Hija ¿Estás bien? ¿Cómo te sientes? —comenzó a preguntar padre desesperadamente
Al mismo tiempo sentí que unas manos frías, delgadas y fuertes tomaban mi mano, comenzaban a acariciarla y apretarla de vez en cuando, identifiqué las manos de Draco inmediatamente.

Luché de nuevo contra la pesadez de mis párpados, esta vez tuve éxito ya que poco a poco mis ojos se fueron abriendo y lo primero que vi fue la cara preocupada de mi padre y detrás de él, la cara aliviada y feliz de Draco. Sonreí al verlos a ambos. Mi padre volvió a preguntar —¿Estás bien? ¿Cómo te sientes? ¿Quieres algo?—dijo mientras me acariciaba la mejilla.

Asentí y le dije: —Quiero que dejes de gritarle a Draco y culparlo por lo que paso —dije todavía algo débil

—¡¿Qué?! ¿Cómo quieres que no le grite y lo culpe, cuando todo esto fue su culpa?—espetó mi padre furioso

—Porque no fue solo su culpa papá —repliqué con más fuerza —no puedes culparlo sólo a él, yo tampoco me di cuenta de lo que estaba pasando

—¡Pero era su responsabilidad saberlo! —gritó señalando a Draco —juró protegerte con su vida y no lo hizo —miró furioso a Draco

—¡Papá, basta! —grité

—No, Nessa tu padre tiene razón, debí haberlo sabido o mínimo asegurarme de que escaparas de ahí sin ningún daño — interrumpió Draco mirándome triste— y si debo ser castigado por eso, lo acepto — concluyó bajando la mirada.

—¿Estás loco? ¡Yo tampoco me di cuenta de lo que estaba pasando! —grité con fuerza — y eres un idiota si crees que yo te hubiera dejado ahí —dije mirándolo firmemente — y ya basta, no es momento de buscar cuál de los dos fue el culpable — espeté con molestia — lo que debería importarnos ahora es encontrar al verdadero culpable de esto, que no es ni Draco ni yo —dije mirando con molestia a mi padre — es Sawyer —afirmé.