Esta historia estara protagonizada por la descendiente de Salazar Slytherin: Vanessa Isabelle Riddle, hija del Señor Tenebroso y heredera de Slytherin, quien por órdenes de su padre debe infiltrarse en Hogwarts, ganar la confianza de alumnos y maest...
Al siguiente día no pude mirar a los ojos a Draco después de lo que había escuchado en la Torre de Astronomía, me amaba y yo a él pero sabía que no era el momento adecuado para aceptarlo ni para estar juntos hasta saber que estaba planeando mi padre. Me moría de ganas de estar con Draco, confesarle que lo amaba y quedarnos juntos pasara lo que pasara, sin embargo algo me decía que mientras más me acercara a Draco, más riesgo correría el. Durante las clases procuré sentarme del otro lado del salón y reducir lo mínimo mi interacción con Draco. Sin embargo, pude ver que el de vez en cuando pretendía acercarse a mí y hablarme por lo que tuve que pedirle a Tom que se asegurara de mantenerlo alejado de mí. Al terminar las clases decidí esconderme el resto de la tarde en la biblioteca mientras hacía mi tarea y leía uno que otro libro que me gustaba sobre Astronomía recordando como Draco y yo pasábamos largas horas en la biblioteca de nuestras casas, él explicándome y enseñándome todo lo que sabía sobre Astronomía mientras yo me limitaba a escucharlo y preguntarle sobre las cosas que no entendía. Ya casi era la hora de que la biblioteca cerrara por lo que me dispuse a recoger mis cosas y después fui a colocar los libros en su lugar. Sin embargo me quede tan inmersa en mis pensamientos mientras caminaba por los pasillos de la biblioteca que no me di cuenta al dar la vuelta en uno de ellos que un chico estaba frente a mi, por lo que choqué con él haciéndolo tirar los libros que llevaba en la mano. —¡Oh por Merlin! Cuanto lo siento —me disculpe ayudándolo a recogerlos —No te preocupes, yo también estaba distraído —respondió amablemente —No en verdad, fue terrible —insistí— lo siento mucho Fue hasta que el chico se levantó y yo junto con el que lo pude ver bien a la cara, sus facciones eran delgadas y delicadas, su tez era blanca, su cabello castaño claro y sus hermosos ojos azules.
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—Me llamo Dominic —se presentó al ver que yo solo me lo había quedado viendo y no había dicho nada— Dominic Belmon —continuo extendiendo su mano —Amm... yo soy Vanessa —respondí reaccionando— Vanessa Black —estreche su mano —Si lo se, eres muy famosa —respondió— mucho gusto —¿Famosa? —Por lo del Torneo —agrego —Ahh claro, el Torneo —dije nerviosa— ¿no eres de Hogwarts, cierto? —No, soy estudiante de Durmstrang —Claro, con razón nunca te había visto En ese momento nos avisaron que ya debíamos salir pues la biblioteca ya iba a cerrar. Ambos recogimos nuestras cosas y salimos de ahí. —¿Eres de Slytherin cierto? —Si —¿Te puedo acompañar hasta tu sala común? —Ammm, no en verdad no es necesario —Por favor —pidió amablemente Termine aceptando y dejando que me acompañara hasta mi Sala Común, en el camino platicamos sobre cómo se había sentido estando en Hogwarts, si extrañaba su hogar, como le parecían las clases, y ese tipo de cosas. Me pareció un chico muy agradable pero algo no me terminaba de convencer, yo no creía en las coincidencias y la forma en que nos habíamos conocido había sido muy rara, sin mencionar su inmediata amabilidad. Cuando llegamos a mi Sala Común me despedí de él, le agradecí por haberme acompañado y espere a que se fuera para entrar. Cuando llegue a mi habitación vi a Tom recostado en mi cama leyendo un libro. —¿Que horas son estas de llegar? —me regañó —¿Que estas haciendo aquí? —Yo pregunte primero —objetó —Estuve toda la tarde en la biblioteca y perdí la noción del tiempo —Eso lo noté, ni siquiera llegaste a cenar —Si, lo siento... —¿Que pasó mientras venías hacia acá? Te noté nerviosa Claro, la conexión. ¿Cuando aprendería a no olvidarme de ella? —No lo se... lo qué pasa es que conocí a... —Cuéntame mientras comes lo que te traje del Gran Comedor, debes tener hambre Sonreí y lo abracé agradeciéndole el detalle. Ambos nos sentamos en mi cama y le conté lo que había pasado con Dominic en la biblioteca y de camino a la Sala Común mientras comía. —Pero no lo se... hay algo extraño en todo esto, algo que no me termina de gustar —Pues yo lo conocí desde que llegó, es gran amigo de Krum y a mí me parece un buen chico —comentó Tom —¿En serio? —Si, de hecho hemos salido todos juntos unas cuantas veces y lo he conocido un poco, no me parece que haya nada de extraño en el —Tal vez tengas razón y solo estoy exagerando —dije terminando de comer— es que con todo lo que ha pasado creo que ya me volví un poco paranoica —Tal vez si —se burló— y un poco más loca de lo que ya estabas —¡Oye! —le reclame mientras le lanzaba una de mis almohadas a la cabeza haciéndolo reír mientras me la devolvía lanzándomela a la cara —De todas formas voy a vigilarlo, nunca está de más —Gracias Tom —sonreí— no se que haría sin ti —Tener una vida miserable, eso es seguro —volvió a decir burlón En ese momento comenzamos a tener una guerra de almohadas hasta que ambos terminamos en el suelo, riéndonos y con falta de aire.
