Esta historia estara protagonizada por la descendiente de Salazar Slytherin: Vanessa Isabelle Riddle, hija del Señor Tenebroso y heredera de Slytherin, quien por órdenes de su padre debe infiltrarse en Hogwarts, ganar la confianza de alumnos y maest...
—Definitivamente te vestiste para impresionar Sentí como me ardian las mejillas. —Gracias —esperaba que mi voz no se hubiera escuchado tan temblorosa como la sentía. Llegamos a la Torre de Astronomía donde había una pequeña mesa elegantemente decorada con velas al centro, dos sillas aguardando por nosotros y toda una cena digna de los reyes servida para ambos. Me quedé unos segundos admirando toda la decoración y más que nada... el detalle. —¿Te gusta? —pregunto interrumpiendo mis pensamientos Me giré hacia él y tomé su cara entre mis manos. —Me encanta Cedric, gracias —dije dándole un tierno beso —Me alegra que te guste, no sabia como hacer esto —respondió algo nervioso —¿De qué hablas? Cedric rebusco algo en el bolsillo de su saco y sacó una pequeña cajita color negro. No podía creerlo ¿De verdad iba a... —Vanessa Black... desde el primer momento en que te vi supe que serias alguien especial para mí, que te seguiría a donde fueras y sobre todo... —abrió la caja y dentro de ella reposaba un hermoso collar plateado en forma de serpiente que envolvía y custodiaba una preciosa piedra rectangular— que te amaria y te daría todo de mí hasta mi último día de vida. Te amo, ¿quieras formalizar lo nuestro? ¿Me darías el honor de ser mi novia? Se empezaron a acumular lágrimas en mis ojos, no podía creer que alguien sintiera eso por mí... nunca nadie me había dicho algo así. —Cedric... tu eres una de las personas más especiales e importantes para mí y prometo también darte todo de mí hasta que muera, te amo y no tienes idea cuanto... ¡Si! —acepté Sus labios encontraron los míos y ambos nos sumergimos en un cálido y apasionado beso, del cual nos separamos hasta que necesitamos aire. Cuando nos separamos un poco para poder respirar, nos miramos a los ojos y pude ver un pequeño rastro de lágrimas en los suyos. Ambos sonreímos. —¿Te lo pongo? Asentí, me di la vuelta y me recogí el pelo hacia un lado para que Cedric pudiera ponerme el collar.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Listo —dijo dándome un beso por encima de mi hombro —Gracias Ced, es precioso —Para mi serpiente favorita —bromeó Nos sentamos y comenzamos a cenar lo que Ced había preparado, como siempre la comida estaba deliciosa, conversamos durante toda la cena y después ambos contemplamos un rato las estrellas y la luna que estaba más brillante que nunca. Eran casi las 10 de la noche cuando dimos por terminada la velada y decidimos ir a dormir, me acompañó hasta mi sala común y nos despedimos con un beso. —Gracias Ced, por todo lo de esta noche, en verdad fue especial —Gracias a ti por hacerme el hombre más feliz de todo el mundo al tener a la novia más maravillosa de todas —dijo acercándose a mí y tomándome por la cintura.
Al otro día todo Hogwarts sabía que oficialmente eramos novios y por donde pasaramos las personas nos señalaban y hablaban de nosotros no precisamente muy discretos... Pero a mi no me importo y creo que a Cedric tampoco, yo estaba muy feliz y muy emocionada como para preocuparme por estupideces. El siguiente mes fue maravilloso, mi relación con Cedric era especial prácticamente hacíamos todo juntos, nuestras muestras de cariño en público claramente molestaban a sus admiradoras y sobre todo a Cho con quien tuve un par de discusiones a causa de sus celos. Pero como siempre, logré dejarla callada, sin nada más que decir y... tal vez un poco en ridículo frente a los demás, pero eso se buscaba por querer arruinar mi relación con Cedric, la verdad no entendía porque Cho seguía detrás de Cedric como perrito cuando él ya le había dejado claro muchas veces que no quería nada con ella. Fuera de las discusiones con Cho todo fue genial, mi amistad con el trío de oro se fortaleció aún más... me sentía algo extraña, nunca había tenido verdaderos amigos en toda mi vida a excepción de Draco, pero nunca antes había... conectado tan bien con alguien, Hermione era prácticamente como la hermana que nunca tuve, era mi mayor confidente, a la que le contaba todo lo que me pasaba con Cedric, quien me apoyaba para enfrentar a Cho y para “marcar mi territorio“ (sus palabras no mías), con quien estudiaba casi todos los días, etc. Ron también era un fiel amigo, de vez en cuando nos poníamos de acuerdo para bajar de noche a la cocina y robar un poco de comida (esta bien... bastante comida) quien me cuidaba cuando me pasaba de copas en las fiestas y quien me cubría la espalda cuando necesitaba tiempo a solas con Cedric o cuando simplemente yo quería estar sola e irme de vez en cuando al lago o a Hogsmeade. Y Harry... él era mi mayor conflicto, nunca pude imaginar que tendríamos tanto en común, nunca pude imaginar que congeniariamos tanto y que nos llevaríamos tan bien. Era algo extraño, él al parecer se sentía en confianza conmigo pues me contó muchas veces él como se sentía, el peso que cargaba en su espalda y la sensación de asfixia que sentía cuando le repetían constantemente que el futuro del mundo mágico estaba en sus manos, que todo lo que el hiciera repercutiria sobre todos y cada uno de nosotros y la misión que tenía y en la que no podía fallar: asesinar a mi padre. Él no lo sabía pero lo entendía más que nadie, yo también constantemente sentía que todo se me venía encima, que mi mundo se desmoronaba poco a poco, el peso sobre mis hombros de ser una digna hija de señor tenebroso, y al igual que él, tenía una misión: matarlo o entregarlo a mi padre. Lo que nadie sabia era que la mayoría de las noches tenía pesadillas con mi padre, con la misión, y sobre todo imágenes de mis amigos muertos... se supone que eso no debería afectarme tanto pero lo hacía, desde que descubrí que tenía un hermano del que mi padre me había separado al nacer y a quien había enviado lejos con una familia que lo trataba mal y que sólo lo tenían bajo su techo por obligación y el como poco a poco me había dado cuenta de que no todo lo que mi padre decia era verdad ... algo dentro de mi había cambiado, algo se había encendido dentro de mi, algo que me decía constantemente que todo lo que mi padre me había enseñado, y todo lo que me había obligado a hacer... no era para mí. Si, estaba consciente que siempre sería una Riddle, que mi carácter y temperamento jamás cambiaría, que muchas cosas que me habían enseñado nunca las olvidaría, pero el convivir con Cedric, el trío de oro, los gemelos, Ginny, Luna y sobre todo con Tom... me hacía querer cambiar mi vida, tomar otro rumbo por mi bien y el de ellos... pero aún había una parte de mi que se resistia a cambiar, que se negaba a aceptar que tal vez y solo tal vez estaba empezando a sentir algo más fuerte que el odio o la venganza: AMOR Ese tiempo se me pasó volando, entre mis citas con Cedric, el ir a verlo a los partidos y sus prácticas, los festejos después de ganar; mis salidas a Hogsmeade con el trío de oro y las chicas; y uno que otro altercado con algunos idiotas que molestaban a Luna y a Neville; también pase tiempo con el en el invernadero escuchándolo hablar sobre sus plantas, el porqué le gustaban, etc. Me reuní con Oliver un par de veces más para "prácticar" para las audiciones del equipo de Slytherin. Los gemelos y yo hicimos unas cuantas bromas inofensivas... Incluso mi relación con Draco se había tranquilizado, ya podíamos convivir y estar ambos en una misma habitación sin matarnos. Tom y yo logramos dominar y controlar casi por completo nuestra conexión, ya éramos capaces de controlar y decidir cuando y qué emociones, sentimientos o sensaciones queríamos que el otro sintiera, nuestra telepatía estaba mas que dominada, ya podíamos saber exactamente en donde estaba el otro, etc. Además de que con ayuda de Tom y del profesor Dumbledore descubri unos cuantos poderes más y ya tenía completo control sobre todos y cada uno de ellos. Mi padre constantemente me preguntaba sobre mis avances con Harry a través de cartas, a las cuales yo contestaba con la mayor ambigüedad posible, trataba de no darle muchos detalles pero diciéndole justo las cosas que él deseaba oír; sin embargo fuera de eso todo fue genial hasta ese día...
