Capítulo 28

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Yo aún estaba en shock por la noticia, por lo que sólo me quedé ahí parada medio escuchando los reclamos de Cedric sin poder ni siquiera responder.
Harry notó que no me sentía para nada bien como para discutir con Cedric, por lo que intervino.
—Ey Diggory, calmate —se interpuso entre Cedric y yo— ni ella ni yo metimos nuestros nombres en el Cáliz, lo último que queríamos era participar
—¿Ah si? ¿No me digas? ¿Ahora resulta que sus nombres se escribieron en un pergamino y se metieron al Cáliz por arte de magia? —grito Cedric cada vez más alterado
No lo soporte más, que Cedric me tachara de mentirosa y me reclamara y culpara por algo que no hice no ayudaba nada a mi estado de ánimo ni a mi creciente ansiedad.
—¡Ya basta! —grité haciendo que ambos guardarán silencio y voltearan a verme sorprendidos— Cedric, en verdad este no es el momento para que empieces con tus estupideces —Cedric iba a responderme pero lo interrumpí— ya te dijimos que ni Harry ni yo metimos nuestros nombres, y si no nos quieres creer por mi puedes irte al infierno
Inmediatamente salí a toda prisa de la habitación y mientras me dirigía a mi habitación no pude evitar escuchar los murmullos que nos culpaban a Harry y a mi de haber metido nuestros nombres en el Cáliz, nos acusaban de mentirosos, tramposos, etc. Cuando entre a mi sala común unos brazos tan familiares que extrañaba tanto me envolvieron fuertemente.
—¿Estás bien?
—Por fin alguien que no me odia —sonreí contra su hombro
Draco se separó un poco de mi, me miró a los ojos y frunció el ceño.
—¿Quién te odia? —preguntó molesto
Suspiré y caminé hasta uno de los sillones.
—Para este momento: todo Hogwarts —dije sin ánimos sentandome en el sillón.
Tomó asiento a mi lado y yo recargue mi cabeza contra su hombro.
—Los asesinare si me lo pides
Sonreí.
—Gracias
—¿Por qué?
—Por siempre apoyarme
—Sabes que estoy contigo hasta el final, pase lo que pase —aseguró entrelazando su mano con la mía.
La sala común estaba prácticamente vacía, a excepción de un par de chicos que se encontraban en una de las mesas del fondo cada uno sosteniendo un libro e ignorando todo lo que pasaba a su alrededor. Draco y yo nos quedamos sentados unos minutos más sin hablar y solo sintiendo como Draco apretaba mi mano de vez en cuando para luego relajarla al darse cuenta. Un rato después, Draco y yo comenzamos a escuchar gritos fuera de la sala común, intercambiamos miradas y rápidamente nos apresuramos a salir para ver que estaba pasando.
Cuando salimos pude ver a Cedric intentando entrar a la sala común, siendo retenido por un pequeño grupo de Slytherins de distintos grados, de quienes pude oir algunas frases como: “ni se te ocurra acercarte a ella”, “estamos nosotros para defenderla”, “un Hufflepuff como tú, no merece a una Slytherin como ella”, etc. Cuando Cedric me vio comenzó a gritar aún más, a forcejear con los chicos y a amenazarlos para que lo dejaran pasar; en medio de los forcejeos el codo de Cedric impactó en la nariz de un chico de 12 años haciendo que esta inmediatamente se llenara de sangre, ni Cedric ni los demás se dieron cuenta y siguieron forcejeando.
—¡Basta! —grité lo más fuerte que pude
Los chicos de Slytherin giraron a verme y Cedric intento aprovechar para entrar, pero Draco inmediatamente le cerró el paso parandose autoritariamente frente a él.
—Para atrás —ordenó Draco— no perteneces aquí
Los ignoré y rápidamente caminé hacia el chico de 12 años que echaba su cabeza para atrás intentando controlar la hemorragia, sin pensarlo dos veces me quité la sudadera negra que llevaba e inmediatamente la hice un torniquete para la nariz del chico. Mientras lo ayudaba me volví molesta hacia Cedric.
—¿Podrías dejar de comportarte como un idiota? —Cedric me miró sorprendido
—Ustedes —les hable mas amablemente a un par de los chicos que estaban ahí— llevenlo con Madame Pomfrey y asegúrense que este bien, por favor —les pedí
Ambos chicos obedecieron inmediatamente y se lo llevaron a la enfermería.
—Quítate Malfoy, no me das miedo
Draco rió.
—¿Seguro? —dijo con voz amenazante y una mirada que pondría a temblar a cualquiera.
Cedric trago saliva nervioso.
—Ya basta —dije rodando los ojos— Cedric deja de ser un idiota
—Ja, como si eso fuera posible —se burló Draco
Lo fulmine con la mirada.
—Draco, dame un minuto
Se noto su indecisión, pero al final suspiró, rodó los ojos y volvió a entrar a la sala común.
—Ustedes también, por favor —les pedí a los demás chicos que seguían viendo a Cedric con ganas de arrancarle la cabeza.
—Cualquier cosa que necesites, estamos dentro. —dijo uno
—Si, con gusto lo echamos a patadas
Los demás rieron y entraron a la sala común.
Cuando todos se fueron Cedric habló.
—Yo...
—Antes de que digas cualquier estupidez, si veniste a reclamarme, a llamarme mentirosa, tramposa y que solo quiero llamar la atención; ya puedes irte, creeme que ya escuché suficiente de eso —lo interrumpí molesta.
—Yo... —vaciló— no, lo siento. Fui un imbecil, me dejé llevar por lo que todos decían y...
—Y no creíste en mí —completé su frase
—Bueno, yo...
—No, no... no te lo pregunté
—Vanessa, por favor —pidió— si hubieras estado en mi lugar, en medio del caos y la confusión, tú...
—Habría creído en ti, por sobre todos los demás —lo interrumpí de nuevo— te habría apoyado y habría estado junto a ti defendiendote de todos y no uniéndome a ellos.
Cedric desvío la mirada y se quedó en silencio.
—Si eso es todo lo que veniste a decir, ya puedes irte. Fue un día muy largo y necesito descansar.
Se limitó a asentir.
—¿Podemos hablar después?
—No lo sé, supongo que estaremos muy ocupados con las fotos, las entrevistas y preparándonos para la 1ra prueba, solo Merlín sabe que cosas enfrentaremos.
Cedric iba a hablar pero en ese momento Draco volvió a salir.
—Nessa ¿vienes? Quieren hablar contigo.
Frunci el ceño, no sabía a que ni a quienes se refería pero en ese momento tan incómodo lo único que quería era irme, y Draco me dio la escusa perfecta.
—Debo irme, buenas noches Diggory
No espere repuesta y entre rápidamente a mi sala común y caminé rápidamente hacia mi habitación, sólo podía sentir la presencia de Draco detrás de mí. Entre a mi habitación y me lancé directamente a mi cama. Escuché como Draco cerraba la puerta y caminaba dándole la vuelta a mi cama para subir por el otro lado.
—No lo soporto —dijo por fin
—¿Qué cosa? —dije con la voz un poco distorsionada debido a que estaba acostada boca abajo y mi cara estaba escondida entre la almohada y un par de cojines.
—La actitud del idiota de Cedric —dijo evidentemente molesto —yo podría hacerte más feliz —anunció. O al menos eso creo que dijo porque no pude escucharlo claramente debido a que prácticamente balbuceo esa última frase.
—¿Qué? —dije levantando mi cara de la almohada
—¿Qué? No dije nada —contestó indiferente
Decidí creerle, no estaba de humor para sonsacarle información a Draco, asi que me acomodé en la cama, cerré los ojos y poco a poco las lágrimas comenzaron a salir silenciosamente.
Cuando Draco se dio cuenta, inmediatamente se acercó a mi y me puso sobre su pecho mientras lentamente me acariciaba el cabello y la espalda. Sin darme cuenta me quedé dormida sobre su pecho sin moverme toda la noche
Al otro día desperté a eso de las 10 am sin saber dónde estaba por un momento hasta que poco a poco mis ojos se fueron habituando e identificaron el pecho de Draco subiendo y bajando a un ritmo acompasado. Lenta y cuidadosamente me intenté levantar poco a poco, sin embargo un brazo se aferró a mi cintura impidiendome levantarme.
—No irás a ningún lado —me dijo con voz ronca
Me giré a verlo, aún estaba con los ojos cerrados y tenía su otro brazo por debajo de su cabeza usándolo como almohada.
—Buenos días
—Buenos días, princesita. ¿Dormiste bien? —preguntó por fin abriendo los ojos
—Algo así —dije sentandome en la cama
—Tranquila, todo saldrá bien —anunció también sentandose a mi lado en la cama— de una vez te aviso, que durante todo lo que dure el torneo no me separare de ti en ningún momento
—Pero...
—No era pregunta y no esta a tu consideración —dijo con un tono que no daba cabida a discusión
Suspiré.
—Gracias —sonreí girandome a verlo
—No hay porque princesita. ¿Que harás con Diggory?
—No lo sé y no quiero hablar de eso —dije levantandome de la cama e inmediatamente comenzando a buscar la ropa que usaría, debía ser algo impactante— lo único que se es que fue la última vez que lloré por ese idiota y que si el Cáliz sacó mi nombre fue por una razón así que... me aseguraré de ser la mejor —aseguré al terminar de elegir mi outfit.
Me giré a ver a Draco quien todavía estaba sentado a la orilla de la cama y quien me miraba con arrogancia y orgullo.
—Demuestrales quién eres, aunque nadie sepa tu apellido haz que lo sientan
—Haré que se arrepientan todos y cada uno de los que se burlaron de mi ayer, soy Vanessa Isabelle Riddle y no dejaré que nada ni nadie vuelva a humillarme
Me acerqué a él, le puse ambas manos sobre los hombros y lo mire fijamente a los ojos.
—Ganaré ese maldito Torneo —dije con arrogancia y superioridad, cosa que hizo que en el rostro de Draco apareciera una enorme y arrogante sonrisa.
—Esa es mi princesa de Slytherin —me felicito levantándose de la cama y abrazándome por la cintura, cosa que me puso nerviosa al sentir su aliento tan cerca de mí— demuestrales quién manda aquí —me guiño un ojo y me soltó— dejaré para que te bañes y te cambies, vendré por ti en media hora —anunció mientras se ponía los zapatos y tomaba el saco que había usado la noche anterior
Cuando se dirigía a la puerta, lo detuve.
—Draco —volteó a verme y yo corrí hacia él para abrazarlo— gracias
Draco me sujetó fuertemente y me beso la cabeza.
—No hay por qué princesita, ahora cambiate, sal a esos malditos pasillos y cierrales la boca a todos.

25 minutos después yo ya estaba recién bañada, vestida como toda una princesa, maquillada perfectamente y con ganas de patear traseros y cerrar bocas insolentes.

Cuando abrí la puerta pude ver que al parecer nos habíamos puesto de acuerdo en dejar a todos impactados y con las bocas cerradas. Pues el también había optado por vestir, como siempre, todo de negro, sin embargo utilizó uno de sus trajes más elegantes con un precioso saco, camisa, pantalón (que por cierto le sentaba muy bien), así como un par de sus zapatos más finos y de los que mas me gustaban.
Al igual que yo al recorrerlo con la mirada, se quedó momentáneamente sin aire.
—Vaya, vaya —dijo cuando recuperó el aliento— al parecer nos pusimos de acuerdo —sonrió arrogantemente
—Creo que si
—Me parece bien, lucimos muy bien juntos —dijo recorriendome una vez mas con la mirada, lo cual me puso nerviosa— su alteza ¿le parece bien si dejamos a todos sin palabras? —propuso ofreciéndome su brazo
Sonreí.
—Me parece perfecto —dije tomando su brazo y cerrando la puerta de mi habitación.

Subimos juntos hasta el Gran Comedor sin poder evitar las miradas sorprendidas y estupefactas de todos los que nos veían pasar; también nos ganamos unos cuantos murmullos y cuchicheos tanto de alumnos de Slytherin como de las demás casas. La verdad era que ambos lo estábamos disfrutando mucho. Llegamos al Gran Comedor y sin mirar a nadie nos sentamos juntos en nuestra mesa, comenzamos a platicar ignorando a todos los demás. Sin embargo, algunos no hablaban precisamente muy bajo por lo que ambos podíamos escuchar lo que decían, a lo que intercambiabamos miradas o sonrisas cómplices.
Como era de esperarse no faltó quien le fuera a decir a Cedric, por lo que un rato después llegó furioso hasta donde estábamos y me exigió hablar conmigo y saber lo que estaba pasando.

—¿Podemos hablar?
—Hola Diggory, buenos días ¿como dormiste? —dije sarcástica. Draco soltó una risita.
—No es momento para tu sarcasmo —reclamo molesto
—¿Ah no? Bueno, sabes que el sarcasmo es sólo un servicio más que ofrecemos —dije arrogante.
Soltó un bufido, me tomó fuertemente del brazo y me hizo levantarme de mi asiento. Inmediatamente Draco se puso a la defensiva y trato de arrancarme del agarre de Cedric.
—Alto —le dije a Draco, safandome violentamente del agarre de Cedric— y tú, no me vuelvas a poner una mano encima si no quieres terminar con la cara en el suelo —amenace a Cedric
Cedric trago saliva fuertemente y me miró nervioso. Le hice una seña con la cabeza a Draco para que regresará al asiento y me dejara hablar con Cedric.
Salimos al patio a una parte donde no había mucha gente, Cedric me tomó de los brazos y me recargo fuertemente contra un árbol cercano, después puso ambas manos al lado de mi cabeza y una de sus piernas logró inmovilizar las mías. Aun así no mostré nerviosismo ni inseguridad, mi mirada era desafiante y arrogante.
—¿Qué mierda estas haciendo? —preguntó por fin
—No se a que te refieres —respondí inocentemente
—No te hagas la tonta conmigo ¿que mierda te traes con Malfoy?
—¿Ahora resulta que te importa lo que pase conmigo? Lamento informarte Diggory que perdiste cualquier derecho de exigirme explicaciones ayer, al dejarme sola y unirte a los demas idiotas de esta escuela. —anuncié imponente.
Cedric soltó un bufido.
—¿Qué es lo que tengo que hacer para que me perdones mi estupidez de ayer? —preguntó supuestamente abatido.
Se veia realmente arrepentido, pero yo (tal y como me había enseñado mi padre) no daba segundas oportunidades, aquello me había dolido mucho, como me habia gritado y las cosas de las que me había acusado; así que de un solo movimiento me safe de su agarre y lo mire firmemente.
—Nada Diggory, ya no puedes hacer nada. Ayer lo arruinaste todo y yo no pienso seguir con alguien que me deja sola a la primera señal de adversidad, quiero y necesito a alguien que esté conmigo en las buenas y en las malas sin importar que; y tu no eres esa persona —lo mire por última vez y pude ver que una capa de lágrimas cubría sus ojos, pero no deje que eso me quebrara. Me di la vuelta y volví al Gran Comedor con paso decidido.

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Siento haberlos abandonado tanto tiempo 😞😪 pero quiero contarles que empecé con el shifting y apenas ¡lo logré! Y como ame esta historia quise que mi RD fuera según esta historia así que la mayoría de las cosas que pasen en los siguientes capítulos serán mi experiencia en mi RD. 😘🥳
Gracias por todo, los amo ❤️💋

La Princesa De Slytherin ||Draco Malfoy Y Tú ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora